Wawrinka, último obstáculo que separa al gran Nadal de su décimo Roland Garros
Desde las 10 chocarán el mejor de la historia en canchas lentas contra un invicto en finales de Grand Slam.
El mejor jugador de canchas lentas de todos los tiempos frente al tenista que nunca perdió una final de Grand Slam. El gran favorito de todos contra quien jamás hay que descartar en un torneo de esta categoría des- de que se sacó la mochila de ser “el otro suizo”. Rafael Nadal ante Stan Wawrinka. Tiempo de final masculina en Roland Garros. Hoy a las 15, cuando sean las 10 en Argentina. En el Philippe Chatrier. La hora señalada y el escenario cumbre para el partido decisivo de Roland Garros...
El camino de Nadal hacia su décimo título en Roland Garros fue casi perfecto. Nadie le hizo sombra. Si hasta el que fue anunciado como el choque más esperado del año (la semifinal frente a Thiem) terminó siendo un “picadito” por la enorme superioridad que el español mostró frente al austríaco. Nadal está en un estado de gracia tal que se le puede comparar con aquel que vivió hace nueve años cuando en Bois de Boulogne demolió en los últimos tres partidos a Nicolás Almagro, Novak Djokovic y Roger Federer, al que le permitió ganar apenas cuatro games en aquella final que se pareció a una paliza. El mallorquín lleva cedidos sólo 29 juegos en el torneo. Está fresco, además. Está con la confianza por las nubes también y conoce perfectamente lo que su nombre significa en París (“No es fácil llegar a diez finales aquí”, sentenció). Y está con la fortaleza intacta a partir de ese drive que, cuando empieza a impactarlo en un punto, todo el mundo sabe cómo terminará.
Wawrinka llegó a la definición de un lado del cuadro mucho más sencillo, es cierto. Pero se sabe lo que es capaz de hacer en las circunstancias más complicadas y eso lo demostró frente a Andy Murray, el número 1 del mundo, en las semifinales.
Pero ocurre que Nadal no es Murray. Y menos Cilic o Monfils o Fognini, sus rivales anteriores. Tendrá por delante el campeón de 2015 el más difícil de los obstáculos. Y el que para muchos es un imposible (“Jugar la final contra Rafa será el mayor desafío”, avisó). Porque una cosa es que haya ganado los seis partidos anteriores de la manera en la que los ganó y resurgiendo de las cenizas jugando en un nivel asombroso como le sucedió frente a Murray. Pero otra muy diferente es sentir que está preparado para derrotar a Nadal, quien en la cancha central sólo perdió dos veces desde su debut en Roland Garros allá por 2005.
En definitiva, Nadal está en otra dimensión. Y hoy intentará ratificarlo. Para seguir escribiendo su historia de gigante.