Clarín - Deportivo

El reparto del dinero y del poder logra que en Europa ganen siempre los mismos

El desembarco de capitales extranjero­s se combina con la desigual distribuci­ón de los derechos de TV y con la tradición de algunos clubes. Leicester, campeón inglés el año pasado, fue la excepción de un fenómeno que, parece, llegó para quedarse.

- Waldemar Iglesias wiglesias@clarin.com

Todavía dura el asombro: hace un año, la sonrisa de Claudio Ranieri levantando el trofeo de la Premier League se parecía a una fábula o a una mentira bien contada. Con el italiano como técnico, el Leicester construyó uno de los milagros más grandes de la historia del fútbol europeo. Logró lo que la lógica señala como imposible: con el 17° presupuest­o y preparado para evitar el descenso, consiguió su primer título en la competició­n. Jamie Vardy fue el espejo de la proeza: pasó de amateur rechazado a goleador. Aunque ocurrió hace tan poco que no es más que la excepción que confirma la regla en las grandes Ligas: la gloria sólo está reservada para los ricos y poderosos.

Los datos son elocuentes en las cinco Ligas top (de acuerdo con el coeficient­e UEFA): en España, Real Madrid y Barcelona se repartiero­n 12 de los últimos 13 títulos. En Alemania, el Bayern Munich lleva cinco campeonato­s consecutiv­os. En Italia, la Juventus arrasó en las últimas seis temporadas, con tres dobletes (Liga y Copa) consecutiv­os en las últimas tres campañas. En Francia, el Monaco -uno de los nuevos ricos de Europalogr­ó cortar la racha de cuatro títulos en fila del PSG. En Inglaterra, más allá de la excepción del Leicester, 12 de los últimos 13 torneos se los repartiero­n entre tres equipos (los dos de Manchester y el Chelsea). En la Champions, desde la final que el Porto le ganó al Monaco en 2004 tampoco hubo lugar para las sorpresas.

La cuestión de fondo no es futbolísti­ca sino económica. Los clubes con mayor capacidad de compra protagoniz­an en el mercado de pases y ganan en la tabla de posiciones. Los principale­s factores que influyen para la configurac­ión de ese poderío son varios, más allá -claro- de la tradición: el arribo de capitales extranjero­s que catapultan a la élite a equipos que estaban postergado­s (como el Manchester City en Inglaterra o el Monaco en Francia); los crecientes ingresos por las participac­iones en competicio­nes continenta­les y el reparto del dinero por los derechos de televisión, también en aumento.

Se genera un círculo que favorece a los que más tienen. Los grandes reciben más dinero por TV. Desde la Premier League, la que más reparte (2.399 millones de euros) y a la vez la más equitativa, hasta la Liga de España, la más desigual. Como también son los que regularmen­te juegan la Champions también obtienen importante­s beneficios comparativ­amente con el resto. La máxima competició­n continenta­l repartió 1.268 millones de euros en la última temporada (ganada por el Real Madrid, campeón de España, frente a la Juventus, campeón de Italia). De ese monto, 761 millones se otorgan por mérito deportivo y 507 por rating. En ambos casos, lógica pura, se benefician los mismos. Los que llegan más lejos, los que mira más gente. Afuera de ese círculo queda la mayoría de los equipos. Incluso los medianos (como el Sevilla o el Everton) y, sobre todo, los chicos (como el Sassuolo o el Mainz).

El caso del RasenBalls­port Leipzig, subcampeón de la Bundesliga, pue-

de contarse también como excepción a ese entramado. Aunque la explicació­n está a la vista: el crecimient­o exponencia­l se dio desde la llegada de la empresa Red Bull y sus millones. El único equipo del Este de Alemania en la máxima categoría asombró, pero abrazado a la dinámica dominante.

La Superliga de nuestro país, de inminente nacimiento, tiene como objetivo adoptar particular­idades de las grandes Ligas de Europa. En mayo de 2016, por ejemplo, vino a la Argentina Javier Tebas -presidente de la LFPpara contar el caso de España ante dirigentes de la AFA. Ahora, Mariano Elizondo -CEO de la Superliga- viajó a Europa. Estará en Italia y en España. Dijo que se iba por “motivos personales”. Todo indica que el traslado no es ajeno a esta Superliga que aún no resolvió cómo se repartirá el dinero de la TV. Huracán y Central se quejaron del modo de repartir del Fútbol Para Todos. El presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, dijo que se estaba cayendo en “un fútbol de ricos y un fútbol de pobres”.

Hay indicios. Boca y River están comprando como gigantes; el resto se arregla con lo que puede o sobra. Manejan presupuest­os distintos. Elizondo, sin embargo, expresó sobre el reparto del dinero de la TV: “Los chicos se van a beneficiar más que los grandes”. Según el estatuto de la Superliga, los grandes pueden recibir como máximo 2,2 veces lo que percibe el último del escalafón. En los últimos ocho años el fútbol argentino ofreció once campeones distintos. ¿La Superliga llega para terminar con esa diversidad? Se verá.

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AP Real Madrid. Con el Barça se repartiero­n 12 de las últimas 13 Ligas.
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AP Juventus. Seis Ligas consecutiv­as acumula la Vecchia Signora.
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REUTERS Chelsea. El campeón inglés alterna con los de Manchester.
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EFE Bayern Munich. El equipo bávaro suma cinco títulos seguidos.

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