Hindú ratificó que tiene madera para las finales y volvió a celebrar
Hasta la mitad del complemento fue un partido parejo ante Tala. La fiesta siguió hasta la madrugada.
Hindú tiene la sana costumbre de gritar campeón y el nuevo título logrado en el Torneo Nacional de clubes - que significó el tricampeonato consecutivofue en base a garra, esfuerzo y pura concentración porque venció a Tala por 20 a 10 en un partido muy difícil ya que el equipo cordobés lo complicó con sus forwards, estuvo firme en los puntos de contacto y peleó hasta el final para quedarse con la victoria. Pero nada de eso pudo contra Hindú.
Por momentos el camepeón sufrió la final y eso quedó reflejado en los festejos del título ya que recién ahí los jugadores pudieron soltarse y dar- les rienda suelta a sus emociones en la tarde sanisidrense.
Ahí se lo vio a Hernán Senillosa lagrimear abrazado a Lautaro Bávaro, a Sebastián Canceillere firmarles autógrafos a los más chiquitos y a todo el pueblo de Don Torcuato saltar al campo de juego para rendirles pleitesía a sus jugadores, que una vez más rindieron en gran forma en una final (un párrafo aparte se merece el Puma Tomás Lavanini, quien se puso la camiseta de hincha y nunca paró de cantar y de alentar en la tribuna a su ex equipo durante todo el partido).
La pasión no solamente estuvo del lado de Hindú ya que la hinchada de Tala llegó en gran número desde Córdoba y se instaló desde temprano en CASI para ver el duelo previo entre Argentina XV y Toulon. “Vamos blanquinegro, ponga huevo, quiero ser campeón de nuevo”, fue el canto preferido de su gente para motivar a sus jugadores que dejaron todo en la cancha y jugaron una final más que digna.
Hasta los 19 minutos del segundo tiempo la victoria era para cualquiera, pero en ese momento Hindú empezó a desnivelar el encuentro primero con un penal de Joaquín Díaz Bonilla y luego con un try del ingresado Juan Ignacio Martínez Sosa que le bajó la persiana al partido.
En la previa Nicolás Fernández Miranda, uno de los tres entrenadores de Hindú, había dicho que “Tala juega un gran rugby” y su análisis se cumplió porque el adversario realmente le hizo pasar sobresaltos a su equipo. Pero Hindú está hecho para las finales y posee muchos recursos a la hora de disputar partidos decisivos.
El principal de ellos es la calidad de sus jugadores. Por ejemplo: ahora que Santiago Fernández volvió del rugby francés y se hizo cargo del puesto de apertura, Joaquín Díaz Bonilla tuvo que pasar a jugar como fullback y lo volvió a hacer en una gran forma.
Otra faceta importante es el recambio ya que a los 10 minutos el medio scrum Lucas Camacho salió lesionado y los entrenadores se dieron el lujo de reemplazarlo con un Jaguar como Bautista Ezcurra.
La técnica y la versatilidad que tiene el plantel de Hindú también es un aspecto a destacar porque en el banco de suplentes no había un medio scrum natural para reemplazar a Camacho y entonces Sebastián Canceillere dejó su posición de wing para empezar a jugar como conductor, algo que también había hecho en ocasiones anteriores.
Ayer varios jugadores de Hindú tuvieron además una gran tarde: Canceillere y Martínez Sosa por los tries, pero hubo otros puntos altos como el centro Severiano Escobio, quien se lució con tackles precisos en la media cancha, y el capitán Gonzalo Delguy, quien comandó a los forwards hacia adelante durante todo el encuentro. Aunque tampoco hay que olvidarse del hombre más experimentado del plantel: Hernán Senillosa, el Puma de bronce de 2007. A los 39 años, con el campeonato logrado llegó a los 16 títulos visitiendo la camiseta de Hindú.
Los festejos se fueron de San isidro a Don Torcuato. Allá, en Hindú, la fiesta se extendió hasta la madrugada. Como manda la tradición. Para obedecer a la historia.