El Puma que volvió a casa y lo festejó con el título

“Siento una alegría muy grande porque Hindú es todo”, señaló quien disputó el Mundial 2011 con el seleccionado.

Pasan los años, cambian los escenarios, pero hay algo que permanece inalterable: Hindú, campeón del Torneo Nacional de clubes. Un lauro que obtuvo por tercera temporada consecutiva y que ya suma ocho festejos desde el primero en 1996. Argumentos rugbísticos sobran: una defensa granítica, un pack de forwards duro y aguerrido, explosión en el ataque más el oficio y la experiencia de un plantel acostumbrado a ganar.

Tras siete temporadas en el rugby francés, Santiago Fernández fue el refuerzo de lujo que tuvo el equipo. “Siento una alegría muy grande porque Hindú es todo. Volví a mi casa, pero vine a disfrutar el día a día y este es un premio al esfuerzo de todas las semanas”, comentó el ex Puma.

Otro experimentado, el pilar Pablo Henn, explicó que “lo ganó el club, no el equipo, porque todos empujaron y estuvieron de nuestro lado para conseguir este título. La confianza esta vez fue superior al juego y lo ganamos con el corazón, redoblando fuerzas en cada una de las jugadas”.

Velocidad y agresividad son sus caracteristicas puntuales pero esta vez Sebastián Cancelliere se vio obligado a cambiar de posición (de wing a medio scrum) por la lesión de Lucas Camacho. “Traté de suplir la baja lo mejor posible, pero Lucas es irremplazable y es una pena que no haya podido seguir en la cancha. Estas finales son así de duras y hay que ganarlas más que jugarlas. Presionamos, tackleamos y aprovechamos las pelotas que nos tocaron pero la clave fue el partidazo que hicieron todos los delanteros”, puntualizó.

Para Bautista Ezcurra fue un partido especial. “Jugué poco por estar en Jaguares, pero poder vivir esta final me llena de emoción. Dimos todo y el objetivo del grupo era hacer un poco más grande al club. Ahora deberé enfocarme en Los Pumas para ganarme un lugar en el equipo y rendir lo más que pueda”, señaló.

La emoción le hizo soltar unas lágrimas a Nicolás Guisasola que le dedicó el título a su hermano Patricio, quien se recupera de una lesión cervical. “No fue una final vistosa, se sintió mucho el rigor y la clave fue ganarlo con la buena defensa”, dijo.