Clarín - Deportivo

La versión bis de River no sabe cómo dejó ir el triunfo ni por qué salió De La Cruz

Las claves fueron las fallas atrás y la salida del uruguayo, el más desequilib­rante. Mientras Gallardo prioriza las copas, su equipo no logra afirmarse en el torneo local.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

Se miran los hinchas en la platea Belgrano, se rascan las cabezas y no tienen reacción. Hay estupor en la San Martín. Y esa sensación de incredulid­ad por un resultado inesperado se propaga como una pandemia por cada una de las tribunas cabeceras, de la Sívori a la Centenario. Atlético Tucumán acaba de empatar. Y no rompe el Prode en Núñez porque Augusto Batalla, responsabl­e del campeonato que se le escapó a River en la cancha de San Lorenzo y permitió el despegue de Boca, se convierte en héroe. Y le ahoga el grito a Ismael Blanco con una atajada propia del Pato, Amadeo o Comizzo en el medio del desorden defensivo y el vendaval tucumano, con David Barbona corporizad­o en una suerte de Gareth Bale vernáculo, rápido y letal, aunque diestro, a diferencia del galés.

Otro triunfo se diluye en River. Es la tercera igualdad consecutiv­a en un torneo en el que le está regalando demasiado terreno a Boca. Por más que esté atravesand­o un fin de año cargado de competenci­as y tenga serias posibilida­des de ganar la Copa Argentina y la Libertador­es, dejó muchos puntos en la Superliga. Con titulares o con suplentes, como anoche. Y al final del camino, pueden ser decisivos estos frustrante­s partidos. Argentinos, Tigre y Atlético Tucumán le plantearon complicaci­ones y lo conminaron a tres empates que se sienten como derrotas.

¿Por qué Marcelo Gallardo prescindió de Nicolás De La Cruz después del descuento del Pulga Rodríguez? Venía de una lesión el uruguayo, pero había logrado hacerse cargo del equipo en el segundo tiempo, después de cuarenta y cinco minutos desangelad­os. La tiene que soltar más el medio hermano de Carlos Sánchez. Tiene talento, pero a veces peca de autosufici­ente en el traslado. Fue Ariel Ro-

jas el que organizó el juego en la etapa inicial, mientras el enganche de 20 años no repartía la pelota. El Chino clarificó. Partiendo por adentro y abriendo la cancha por izquierda, con mayor influencia que Milton Casco para el desborde. De hecho, la situación más peligrosa fue producto de su zurda. Pero Santos Borré controló con dificultad y Cristian Lucchetti tapó ante el colombiano.

De La Cruz se mostró mucho más generoso en el segundo tiempo. Fue clave en el gol de Casco. También, el paraguayo Jorge Moreira. Y metió un pase filtrado extraordin­ario para Carlos Auzqui, que dejó a Santos Borré de frente al gol. En tres minutos, River logró lo que no había podido durante tres cuartos de hora. Y no marcó el tercero porque Exequiel Palacios, tras otra genial cesión del uruguayo, remató al travesaño.

Parecía una sombra Atlético Tucumán, muy a pesar de apostar a los titulares. Pero reaccionó a tiempo Ricardo Zielinski, aquel verdugo que mandó a River a la B Nacional con Belgrano. Metió un volante creativo (Favio Alvarez), otro ofensivo (Hernán Hechalar) y arriesgó porque sacó a un defensor (Néstor Romat). Aunque la clave estuvo en el despliegue de Barbona. Y en las fallas del fondo millonario. Alvarez pinchó una pelota para Luis Rodríguez, Alexander Barboza pifió y el Pulga descontó. Entonces, Gallardo mandó a Nacho Fernández y Pity Martínez al campo de juego. Salieron De La Cruz y Santos Borré. Y el equipo entró en confusión. Cabral no empató porque Batalla arañó su cabezazo y pegó en el travesaño. Pero Barbona quebró cintura ante Casco y habilitó a Blanco. Y empató el Decano. A espaldas de Iván Rossi, y por el sector de Milton, especialme­nte, hicieron la diferencia.

Esa prolijidad que había exhibido River en el primer tiempo, muy a pesar de su falta de profundida­d y peso en el área, y la intensidad y precisión que tuvo en el arranque del segundo, se esfumó. Cuando Ignacio Scocco ingresó, ya era demasiado tarde. Había mucha gente acumulada en ataque y poca claridad. Federico Beligoy debió cobrar penal del rudimentar­io Franco Sbuttoni sobre Rojas. La victoria hubiera cambiado el humor de la tribuna, pero de ninguna manera el semblante del entrenador. A este River bis no le sobra nada. Y la punta que domina Boca se ve lejana.

 ?? MARCELO CARROLL ?? Empate sellado. Blanco celebra el empate tucumano en el Monumental. Sentado, Batalla no entiende nada. Todo tras gran jugada de Barbona: había mareado a Casco.
MARCELO CARROLL Empate sellado. Blanco celebra el empate tucumano en el Monumental. Sentado, Batalla no entiende nada. Todo tras gran jugada de Barbona: había mareado a Casco.

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