Talleres es un canto a la esperanza: está segundo y se encamina a la Copa
Ante un equipo juvenil, mostró que luce mejor en la tabla que en la cancha. Y se ilusiona con la Libertadores.
Talleres vive uno de sus momentos más felices desde su retorno a Primera División, después de aquel infierno que padeció en el Federal A. Ahora es el escolta de Boca, está ingresando a la Copa Libertadores, logró su cuarto triunfo consecutivo y hace varios
partidos que no le hacen goles. Además, ayer cortó una racha negativa contra Banfield (nunca le había ganado en Primera) y los agoreros se agarrarán de que el Taladro jugó en el estadio Kempes con un equipo de juveniles porque privilegió la Libertadores.
Lo concreto es que Talleres para colmo no jugó bien y logró los tres puntos con una dudosa mano de Maldonado. A Lucas Olaza poco leimportó y el defensor marcó la diferencia desde los doce pasos, para el delirio de los hinchas locales.
Quizás pueda dar bronca que algunos equipos como Banfield privilegien torneos internacionales y dejen al margen el campeonato local. Pero lo cierto es que los pibes del equipo del Sur bonaerense jugaron un par- tido con la dignidad que siempre ponen los debutantes. Por momentos se repartieron con Talleres el control de la pelota, pero les faltó profundidad y les sobró esfuerzo. Por eso hay que elogiar la actuación de los dirigidos por Omar Píccoli, con Julio Falcioni lejos de Córdoba.
Pero hay que aclarar que nunca estuvo en riesgo el triunfo de Talleres, porque las llegadas de Banfield fueron simplemente centros.
A Talleres le pesó la responsabilidad de saber de antemano que con el triunfo quedaba segundo de Boca. Tampoco acompañó la multitud de otras épocas, pese a que desde la dirigencia se anunció que el club este año contaría con 70 mil socios. Ayer fueron un poco más de 30 mil.
No fue un gran partido. Porque, como contra Temperley, al local le falta fútbol e inteligencia para llegar al gol. Y sólo llegó por ese penal dudoso. Hubo aproximaciones, pero nunca jugadas claras.
El debut en el Kempes del interminable Santiago Silva fue interesante,
porque cabeceó todo, pivoteó y se ganó el reconocimiento del hincha cordobés. Y además cabeceó hacia el medio en la jugada que Maldonado, por querer rechazar, tocó la pelota con la mano. Silva también tuvo un gesto con Olaza: “¡Patealo vos!”, pareció decirle desde afuera. Talleres está mejor en la tabla que
en la cancha. No le sobra nada pero suma y volver a la Libertadores es su objetivo. Nadie lo tenía como un candidato firme. Pero el equipo de Frank Kudelka mantiene una línea y pretende estar bien arriba. Se fueron varios (Reynoso, Palacios y Menéndez) y los que llegaron están en el buen camino. Talleres es un canto a la esperanza por llegar a la Copa. Y está cerca.... w