Delpo le gana a cualquiera
Superó al colosal Roger Federer al cabo de dos horas y 41 minutos de un tenis espectacular y sumó su 22° título, el primero en un Masters 1000. El tandilense comenzará esta semana en el sexto lugar del ranking. Dónde terminará 2018 es algo que, básicament
Se hizo esperar el primer Masters 1000 de la carrera de Juan Martín Del Potro, pero por fin llegó. Había estado muy cerca en tres ocasiones, pero le se había escapado siempre. En Indian Wells, el tandilense finalmente pudo levantar por primera vez el tan deseado trofeo después de derrotar en una final épica, en una verdadera batalla, al mejor jugador de la historia. En un partido lleno de buen tenis y con algunos momentos cargados de tensión, hizo lo que pocos pueden hacer: doblegar al gran Roger Federer dentro de una cancha.
Tras dejar pasar dos match points en el tie break del segundo set y levantar tres en contra en el último parcial, terminó festejando a lo grande. Las estadísticas dirán que fue victoria de Delpo por 6-4, 6-7 (8-10) y 7-6 (7-2) ante el número uno del mundo, que llegaba invicto en la temporada, para sumar su 22° trofeo como profesional. Pero la historia contará que más allá de esos números, para Delpo este triunfo no tiene precio.
“Todavía estoy temblando. No puedo creer que gané esta final. Estar acá frente a Roger es muy especial para mí”, atinó a decir Del Potro durante la ceremonia de premiación antes de que empezara a quebrársele la voz y las lágrimas humedecieran sus ojos. Entonces se dejó ganar por la emoción y descargó toda la tensión que había acumulado en sus casi dos metros de altura durante las dos horas y 41 minutos de un partido que quedará durante mucho tiempo en la memoria colectiva.
Será imposible olvidar la soltura con la que el tandilense se llevó el primer set, en apenas 35 minutos, ante un Federer desconocido, demasiado errático e incómodo, que durante varios pasajes del partido se dejó dominar por la impotencia, algo raro en él.
Será imposible olvidar también el desenlace infartante del segundo parcial. Punto a punto, game a game, no se dieron tregua y llegaron al tie break con las emociones a flor de piel. Tras un saque ganador que parecía haber sentenciado el 7-5 a su favor, Federer se fue celebrando al banco. Pero Del Potro pidió el Ojo de Halcón y la revisión mostró que el tiro del suizo se había ido afuera. Con bronca, el ganador de 20 Grand Slams volvió a la cancha, cometió una doble falta y dejó todo igualado 6-6. Pero el tandilense no pudo aprovechar el momento, dejó pasar dos match points y su rival se repuso y se llevó el set.
Y será imposible olvidar el tenis de altísimo nivel que jugaron los dos en el último capítulo de la final. Federer
Estoy decepcionado, pero estas cosas pasan. Fue un partido duro y no hubo mucha diferencia entre los dos, pero él se mereció ganar. Estoy contento por él porque se está pareciendo al mejor Del Potro”. Roger Federer Fue un partido impresionante, que tuvo de todo: match points para él y para mí, y los dos enojados. Este título es algo que me faltaba y finalmente llegó tras muchos años. Me da tranquilidad y motivación para seguir”. Juan Martín Del Potro
consiguió un quiebre para ponerse 54 y tuvo tres match points en el décimo game, cuando sacaba para el partido. Pero aún cuando parecía que el suizo empezaba a parecerse más a su mejor versión, Del Potro no bajó los brazos. Aguantó, batalló y no dejó de buscar la victoria. Y tuvo su premio en un nuevo tie break, en el que pasó por arriba a su rival y selló con la autoridad propia de un campeón una victoria épica, que a muchos les dejó una sensación de déjà vu y les hizo acordar a ese histórico festejo en Flushing Meadows 2009.
Las similitudes son innegables. En aquella edición del Abierto de los Estados Unidos, el tandilense consiguió su primer Grand Slam al derrotar a un Federer número uno, que atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera, en un partidazo a cinco sets. Esta vez, ante una versión del suizo que asombra cada vez más -a sus 36 años está otra vez en lo más alto el ranking y llegaba a la definición de Indian Wells con un invicto de 17 partidos en la temporada-, Delpo consiguió su primer Masters 1000 y coronó una semana en la que jugó a un nivel superlativo.
“Este título es muy valioso y más aún por haberlo conseguido ante Roger. Era el trofeo que quería ganar, porque me puede marcar el resto del año”, analizó el argentino, quien, emocionado, le dedicó el triunfo a su perro César, que murió en febrero.
Hay algunos datos que dejan en claro la dimensión de la conquista del tandilense.
Es el 22° título de su carrera profesional, pero el primero en un Masters 1000, categoría en la que jugó cuatro
finales, todas ante pesos pesado. En Montreal 2009 cayó ante Andy Murray, en Indian Wells 2013 no pudo con Rafael Nadal, ese mismo año en Shanghai perdió con Novak Djokovic y finalmente se dio el gusto de gritar campeón ante Federer. Hacía casi seis años que Del Potro no ganaba dos títulos consecutivos. La última vez había sido en 2012, cuando se impuso en Viena y a la semana siguiente ganó en Basilea.
El de ayer fue su noveno triunfo ante un número uno. El tandilense es el jugador que más veces venció
a líderes del ranking sin haber ocupado nunca esa posición.
“Valió la pena todo el sacrificio que hice. Recibir todo este cariño y afecto del público tras ganar al mejor jugador de la historia es algo inolvidable, más allá de ganar o perder. Esto es todo lo que extrañé mientras estaba lesionado. Jamás imaginé vivir todo esto. Me estoy sorprendiendo a mi mismo y estoy entusiasmado con seguir trabajando como lo vengo haciendo. Porque quiero ganar más títulos como éste. Quiero seguir sorprendiéndome”, aseguró Del Potro, que con una victoria inolvidable ante el más grande de la historia, finalmente se recibió de Maestro.