Dinamarca se conformó con un empate que lo dejó cerquita de la clasificación
Ericksen puso el 1 a 0. Jedinak, de penal y con ayuda del VAR, logró el empate para su equipo que aún tiene chances.
Para Dinamarca el empate ante Australia tuvo un valor superlativo. Los daneses no pudieron poner un pie en octavos, pero quedaron mejor parados para clasificarse a los octavos de final, aunque en la última fecha deban jugar contra Francia, que ya puso sus pies en la fase siguiente. Australia, que fue más ambicioso, chocará en su última presentación en el grupo con Perú, que ya no tiene chances de avanzar tras su derrota ante los franceses.
Dinamarca, tras imponerse en el debut contra Perú (1-0), afrontó el choque con la moral por las nubes y esa inyección anímica se pudo ver en el cuarto de hora inicial donde se puso en ventaja con un golazo de Christian Eriksen, el volante del Tottenham inglés.
Pero, pasado ese momento de iniciativa y control danés, los australianos empezaron a arrimarse al arco del seguro Kasper Schmeichel (31 años), hijo de Peter, el gran arquero que brilló en el Manchester United.
Los australianos fueron más incisivos. Mooy recuperaba la pelota en mitad de cancha, prolongaba a Jedinak y Leckie comenzaba a ganar en lo alto. De un centro desde la derecha, Leckie ganó una vez más de arriba y la pelota dio en el brazo extendido de Poulsen. El VAR (con el estadounidense Mark Geiger a la cabeza) asistió al árbitro español Antonio Mateu Lahoz y el penal fue convertido por el experimentado Jedinak.
Así, Australia llegó al empate. Jedinak convirtió su tercer gol consecutivo en Mundiales y terminó con el invicto de 572 minutos de Kasper Schmeichel.
Sintió el impacto el conjunto danés y se adelantó en el campo. Sobre el final del primer tiempo, en una jugada de pelota parada, casi desnivela con un gol en contra de Sainsbury, que se llevó la pelota por delante y casi la mete dentro de su arco.
En el segundo tiempo, Australia fue más ambicioso, quizás obligado por su derrota en la primera fecha con Francia 2-1. Pero en sus intentos más punzantes chocaron nuevamente con la figura de Schmeichel, que pareció imbatible.
Los Socceroos, en su cuarta participación consecutiva en mundiales, demostraron que ganaron con el cambio de Confederación: en 2006 pasaron de pertenecer a Oceanía a la de Asia. Y si bien por el momento no le están dando la razón a José Mourinho de ser una de las sorpresas del Mundial, mantienen aún una última ilusión. ¿Dinamarca? Quedó en deuda. Dejó en claro que depende mucho de lo que pueda hacer Eriksen, uno de los jugadores mimados por Mauricio Pochettino en el Tottenham y se sostuvo en la seguridad de Schmeichel para conseguir la igualdad. Ahora contra Francia, le alcanza con sumar otra igualdad para sumarse al lote de los mejores 16.