Para ganar hay que cambiar a otros jugadores, no al arquero
E
n estas circunstancias, después de una derrota así, ¿qué se puede decir? Uno trata siempre de ser positivo y, más que buscar excusas, intenta encontrar las razones por las cuales pasó lo que vimos.
Explicar el resultado es relativamente fácil. El partido era bastante parejo cuando la desafortunada falla de Wilfredo Caballero hizo que Croacia, que ya estaba cómoda con el empate, jugara todavía con más tranquilidad, mientras que nuestra Selección se desarticuló tácticamente por completo.
Al margen de cómo salgan hoy Islandia y Nigeria, Argentina todavía se puede clasificar. Está claro que una victoria de los islandeses es lo que menos nos conviene, pero inclusive así hay expectativas de avanzar. No lo digo para quedar bien, sino porque las chances son concretas. El único problema será que Croacia, como es lógico, reservará titulares.
La prioridad, de aquí al martes, es arreglar la parte mental, sin
duda la más dañada luego de un partido como éste. Hay que hablar y hablar con los jugadores para convencerlos de que las posibilidades existen y de que ellos tienen las condiciones para lograr un triunfo. Cuando se cuenta con poco tiempo para trabajar, es preferible inculcar una idea en vez de cinco. Acá, encima, el técnico ya cambió demasiado.
Contrariamente a lo que puedan pensar muchos, al arquero
yo lo dejo. A los cuatro minutos nos salvó del 0-1. Lo que le pasó fue un accidente, que tuvo consecuencias porque el croata resolvió de manera estupenda. No es fácil engancharla de aire tan arriba y acertarle al arco. En el segundo gol Wilfredo alcanzó a tocar, aunque con la mano débil, un remate muy difícil de Modric. Y en el 0-3 también atajó la primera. En el rebote quedó solo delante de tres rivales. El partido con Nigeria, además, se gana cambiando jugadores de campo, no al arquero. A Messi lo vi muy apagado, como nunca. No sé qué le pasó. Uno debería estar dentro del grupo para opinar con más fundamento. Se confirmó nuevamente que si él no aparece a la Selección le cuesta generar.
Argentina hoy no tiene volantes como Modric y Rakitic. Por algo ellos juegan en Real Madrid y Barcelona. Son capaces de armar juego y llegar al área rival. ¿Ustedes lo vieron a Kante, el francés? Tampoco tenemos uno de sus características, que corre y juega. El único mediocampista de la Selección que disputó los 180 minutos fue Mascherano. Y ya dijimos, después del 1-1 ante Islandia, que no es un creador de juego.
Sin volantes con salida rápida y gol, en este nivel se hace difícil. El 10 clásico, capaz de producir en ataque, provocar desequilibrio y patear de media distancia, desapareció en el fútbol de nuestro país. Hay que aceptar la realidad.
Contra Croacia hubo dos carrileros (Salvio y Acuña) para desbordar y tirar centros, ¿pero a quién? Fíjense cómo vino el único gol de Argentina en el Mundial: un tiro al arco que Agüero pudo controlar y acomodó para definir.
No estoy en Buenos Aires durante estos días. Y pienso que es una suerte. Imagino que desde las pantallas de televisión en estos momentos debe estar saliendo fuego. Fuego y sangre. Para destruir a los demás siempre hay gente dispuesta. No soy yo el que lo va a hacer.