El sueño de Racing se apoya en los números fabulosos de Licha López
No sólo es el máximo artillero de la Superliga. También se subió al podio de los más goleadores en el clásico.
El momento de Racing, puntero, ganador de un clásico que suele ser esquivo en la cancha de vecino, tiene mucho que ver con el nivel de Lisandro López. Goleador, bandera, líder dentro y fuera de los márgenes del campo de juego, cosecha marcas personales que impulsan a la Academia. Como ese vino añejo, el delantero de Rafael Obligado que el sábado cumplirá 36 años, cada vez sabe mejor. Y detrás suyo, se encolumna el resto.
No son casuales las imágenes que se viralizan en el vestuario visitante, ese que encuentra a los jugadores bañados en euforia y con leyendas motivacionales. “Seamos nosotros” y “Nosotros contra todos”, rezaban los carteles pegados en las paredes. Había que dar vuelta la página del último duelo con River, claro, justo en otro escenario difícil. “Que de la mano, de Licha López, todos la vuelta vamos a dar”, gritan todos. Y retumba en el Libertadores de América ya vacío. A fin de cuentas, Lisandro es el guía. Y un arma clave. Basta repasar sus extraordinarios números.
Así como los hinchas de Independiente se jactan de la distancia en el historial con Racing (23 partidos), Licha puede sostener con orgullo que el arco del Rojo es el que más vulneró en su carrera. En una decena de clásicos, le marcó media docena de goles. Es el máximo artillero celeste y blanco en el derby de Avellaneda de los últimos 45 años. Sólo superado por Llamil Simes (8 goles; tricampeón en 1949, 1950 y 1951) y Orestes Omar Corbatta (7; campeón en 1958 y 1961), López está en el podio de los que más gritos pegaron ante el rival de la cuadra. Alcanzó al Chango Cárdenas, Juan José Pizzuti, Alberico Zabaleta y Evaristo Barrera, todos con 6.
Lisandro es el jugador surgido del predio Tita Mattiussi, cuna de la cantera de la Academia, que más goles hizo (68) y se ubicó en el 19° puesto de la tabla de máximos anotadores.
Está a dos goles de Juan Perinetti (70) y a cuatro de Pizzuti, sus objetivos más cercanos. Muy lejos de Alberto Ohaco (198), goleador del heptacampeón, uno de los mejores equipos de la historia del fútbol argentino.
Hay otro dato que aporta El Método Racing, la más completa cuenta de estadísticas del club, que muestra los rasgos de contundencia que tiene Lisandro: desde su regreso a la Academia, el 5 de diciembre de 2015, marcó 42 goles en 99 partidos. El delantero y máximo referente del equipo convierte cada 184 minutos. Por eso está en la cima de los top scorers de la Superliga con 16 goles en 19 fechas.
Racing no tenía un pichichi, como dicen en España, desde el Clausura 2011. Aquel torneo, Teófilo Gutiérrez marcó 11 goles y compartió la primera ubicación con Javier Cámpora, que entonces vestía la camiseta de Huracán. Antes que el colombiano, fue el propio Lisandro el que dominó la cima de la tabla en el Apertura 2004 con 12 tantos. Entonces, tenía 21 años y recién comenzaba a brillar en la Primera División. Hoy, a punto de soplar 36 velitas, se superó a sí mismo. Ya firmó la renovación de su contrato hasta junio de 2020.
Los numeritos del señor López son fantásticos. Y va por más.