Estudiantes fue una sombra y la derrota marcó el adiós de Benítez
El entrenador renunció luego de otro partido en el que el equipo local no mostró respuestas futbolísticas.
“Hoy no voy a responder preguntas. Lo único que voy a decir es que doy un paso al costado. Es lo mejor para descomprimir”, fue lo único que dijo Leandro Benítez al anunciar su renuncia como entrenador de Estudiantes luego de la derrota por 1 a 0 ante Talleres.
La propuesta del local fue lo más parecido a la idea de defender una causa solidaria, que bien podría ser haber sido bancar la continuidad del Chino al frente del plantel, más que un plan de juego elaborado para derrotar al rival.
Dentro de esa sintonía, el Pincha ayer jugó, en varios pasajes del tiempo inicial, defensivamente blindado: Benítez paró una línea de cinco abajo y tres medios de marca.
Talleres, con necesidades dife- rentes a su oponente, dado que su prioridad apunta a la Copa Libertadores –irá a la cancha de la Católica, el miércoles, ante Palestino, que rescató un empate 2-2 en Córdoba-, apostó a un equipo con mayoría de suplentes.
Si bien con la pelota rodando los formatos suelen modificarse, transcurrido el primer cuarto de hora Estudiantes liberó a Iván Erquiaga del fondo para trepar por la banda izquierda, bien abierto, desde donde complicó la marca de Paparelli.
La respuesta táctica del equipo de Juan Vojvoda fue retroceder a Gonzalo Maroni, quitarlo de la media punta para meterlo a distribuir pases entre Braña e Iván Gómez. De semejante revoltijo posicional quedó un primer tiempo con escasas situaciones de peligro.
La prolijidad de Talleres, tanto en la salida como en el retroceso, fue una de las claves para torcerle la voluntad –nada más que eso- a un Estudiantes en caída libre, con un segundo tiempo espantoso.
El zurdazo que voló 25 metros hasta clavarse en el ángulo izquierdo de Mariano Andújar, un golazo que quebró el partido en favor de la “T”, provino de un venezolano. Fue de Samuel Sosa, un pibe de 19 años, figura del Sub-20 en Chile, ingresado en el segundo tiempo por Maroni.
Equipo atrevido y canchero el cordobés. Atrevido por lo suelto, lo decidido. Y canchero por ese andar con el don esquivo de la suficiencia, la misma que lo llevó a desperdiciar no menos de tres goles en la etapa complementaria.
La próxima parada será otro reto grande para Estudiantes: visitará a Racing, puntero y ganador del clásico de Avellaneda. Luego vendrá el clásico platense. Futuro complicado.