A Chacón se le terminó el sueño de repetir el título de su hermano
El sueño de Javier Chacón terminó demasiado pronto en Edinburg, Estados Unidos. El mendocino, entrenado por su hermano Pablo, perdió por nocaut en el cuarto round en su pelea con el estadounidense Brandon Figueroa, por el título interino supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Chacón, de 38 años, afrontaba una nueva oportunidad mundialista en busca de completar un vacío: Argentina no tiene un campeón mundial de boxeo desde junio pasado, cuando la AMB despojó a Brian Castaño de su título welter.
Junto a Pablo, ex monarca pluma de la Organización Mundial de Boxeo y ganador de la medalla de bronce en Atlanta 1996, intentaba escribir el apellido Chacón como el de los primeros hermanos varones argentinos en ser campeones mundiales.
Pero después de un minuto de estudio, Figueroa, de 22 años, dejó en claro que en Edinburg primaría la lógica y en menos de cuatro asaltos retuvo el cinturón.
Ya en el primer round, el campeón vigente se afirmó en el cuadrilátero y se adueñó del trámite. Sus golpes asediaron a Chacón, que se refugió en las cuerdas y en el clinch para amortiguar los ataques. También intentó algún contragolpe, pero no fue suficiente para revertir la pelea.
Ya había sufrido con tres ganchos en el primer asalto. En el segundo, fue la zurda del estadounidense la que limó la resistencia del mendocino. En el tercero, el texano se tomó un respiro y Chispita pudo combatir en el centro del ring. La esperanza se desmoronó en el asalto siguiente. Otra vez contra las cuerdas, Figueroa lo dejó casi sin reacción con un derechazo a la cabeza. Tras una combinación culminada con un toque de zurda, Chacón terminó sobre la lona.