Serena-Maria, el duelo con nombre propio que animará la noche del US Open
Las ex números uno jugarán a las 20 en el torneo donde Williams buscará su 24° festejo en un “grande”.
El 11 de septiembre de 1999, una Serena Williams adolescente vencía a la suiza Martina Hingis, entonces número uno del mundo, y festejaba en Nueva York el primer Grand Slam de su carrera. Nada menos que el Abierto de Estados Unidos. Casi dos décadas después, con 37 años y un lugar asegurado entre las mejores de todos los tiempos, la estadounidense saldrá hoy en ese mismo escenario a la caza de un nuevo hito, su 24° “grande”, para igualar el récord de la australiana Margaret Court como la más ganadora de la historia en esta categoría de torneos.
El ranking indica que Serena tiene delante de ella a siete preclasificadas. La japonesa Naomi Osaka, máxima favorita y defensora del título, y la australiana Ashleigh Barty, segunda y vigente campeona de Roland Garros, lideran esa lista. Pero la norteamericana igual se perfila como la gran candidata a consagrarse en Flushing Meadows. Y tal vez sabiendo que tiene una cita con la historia, la suerte quiso que su debut, a las 20 de la Argentina- fuera en un duelo de alto vuelo ante Maria Sharapova.
Williams, octava favorita, y la rusa, 87ª del ranking mundial, estarán cara a cara por 22ª vez en sus carreras y escribirán una nueva página en un historial que la ganadora de 23 Grand Slams lidera por 19 a 3.
Es que en junio, cuando estaba todo listo para que se enfrentaran en los octavos de final de Roland Garros, Williams se retiró por una lesión antes del match y Sharapova avanzó. Así se cortó una racha de 18 triunfos al hilo de la estadounidense frente a su clásica rival. El último fue en el Abierto de Australia 2016, cuando Serena se impuso por 6-4 y 6-1 y se metió en las semifinales.
Para encontrar el último festejo de Sharapova, hay que remontarse a fines de 2004, cuando la rusa venció a la norteamericana en tres sets en la final del Masters. Unos meses antes, Maria la había derrotado en la final de Wimbledon por 6-1 y 6-4 para conquistar su primer Grand Slam.
Williams, seis veces campeona en Nueva York, levantó su último trofeo “grande” en Melbourne, en 2017, torneo que jugó embarazada. Desde que volvió a las canchas después del nacimiento de su hija Olympia, en septiembre de ese año, jugó tres finales.
En 2018, cayó en la definición en Wimbledon ante la alemana Angelique Kerber y perdió la del Abierto de Estados Unidos con Osaka, en un partido en el que protagonizó una fuerte discusión con el umpire y fue penalizada. En esta temporada, repitió la final en Londres, en la que no pudo con la rumana Simona Halep.
Sharapova irá en Nueva York por su segundo título en el certamen, el sexto Grand Slam de su carrera y el primero en esta categoría desde 2014, cuando ganó en París. Después de ese festejo, jugó la final en Australia 2015. Y tras cumplir una sanción de 15 meses por dóping, no pudo superar los cuartos de final en ningún “grande”.
¿Podrá la rusa superar a su antigua rival? Tras retirarse en la primera ronda de Wimbledon por una lesión en el brazo izquierdo, cayó en el debut en Toronto ante la estonia Anett Kontaveit, dejando una muy buena imagen. Y en Cincinnati, perdió en segunda ronda ante Barty.
El presente de Williams la invita a ilusionarse. Porque luego de su paso por el All England, se retiró durante el primer set de la final de Toronto ante la canadiense Bianca Andreescu por fuertes dolores en la espalda. Y días después se bajó de Cincinnati, por lo que su físico es una incógnita.
Pero Serena, que cumplirá 38 años en septiembre, es una fuerza de la naturaleza. Llegó a Nueva York con un objetivo claro: sumar su 24° Grand Slam, casi dos décadas después de conquistar el primero. Y para eso hay que ganarles a todas.