Newell’s y una goleada que ayuda a inflar ese promedio que preocupa
El equipo de Kudelka se recuperó de la derrota sufrida ante Vélez y logró salir de la zona roja de los descensos.
A dos semanas del clásico rosarino, Newell’s consiguió su tercera victoria consecutiva de local y goleó a Huracán por 4 a 1 luego de un primer tiempo que prometía un encuentro más parejo. El Globo se quedó sin chances de empatar en el complemento y terminó con un jugador menos sobre el final.
Más allá del marcador, no fue una tarde sencilla para los dirigidos por Frank Kudelka. Aunque arrancaron en ventaja con el gol de contragolpe, la visita le disputó el dominio a los locales. Tanto la presión alta como el movimiento frontal de la pelota para buscar a sus delanteros exigía permanentemente a la última línea rojinegra, que fue de menor a mayor con el correr del partido.
Antes de la media hora de juego, la
Lepra vivió su peor momento en menos de cinco minutos. Primero se quedó sin Mauro Formica y luego Fernando Coniglio aprovechó un error de Cristian Lema en la salida y conquistó el empate. El ex Belgrano se convirtió desde entonces en el reflejo individual de la reacción colectiva, ya que antes del entretiempo convirtió en el área rival de cabeza y cerró la tarde con un segundo gol de penal en la última jugada.
Vojvoda cambió piezas y esquema en el segundo tiempo, pero no corrigió las falencias defensivas del equipo ni consiguió equilibrio para achicar las líneas y disputarle la pelota a Newell’s. Los rosarinos crecieron de la mano de Jerónimo Cacciabue y Denis Rodríguez, aunque tardaron más de veinte minutos en conseguir la ventaja definitiva gracias a un remate desviado de Gabrielli. De ese modo, los defensores tuvieron la contundencia que le faltó a los delanteros durante una segunda etapa que tuvo varias ocasiones más para concretar la goleada. Huracán quedó muy lejos de lo que había insinuado en el inicio del partido. La Lepra, en tanto, ratificó su fortaleza de local y pasará las próximas horas a la espera del diagnóstico sobre la lesión de Formica con la mira puesta el clásico.