Clarín - Deportivo

El inolvidabl­e Vélez campeón en Tokio

A 25 años de un triunfo histórico. Se cumplieron ayer y el festejo llenó de emoción a todos en Liniers.

- Oscar Barnade obarnade@clarin.com

“Nadie nos quita lo bailado y hemos bailado bastante con sumo placer”. Las palabras finales de Carlos Bianchi ante la gente de Vélez en el estadio José Amalfitani revivió uno de los hits de la década del 90: “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano, de Carlos Bianchi, todos la vuelta vamos a dar”. Un rato antes, José Luis Chilavert, el otro de los protagonis­tas de la gesta en Tokio, Japón, hace 25 años ante el Milan (2-0) por la Copa Europeo-Sudamerica­na, fiel a su estilo, disparó: “Este equipo hizo historia, hemos catapultad­o a Vélez al mundo, y lo hicimos por méritos propios, sin ayuda de diuréticos o anabólicos”.

El viejo salón de conferenci­as del estadio José Amalfitani, ahora remodelado a nuevo para eventos, se llenó de sonrisas, abrazos y emociones. Fue el primer punto de encuentro de los campeones del mundo. El primero en llegar fue el paraguayo Chilavert, siempre puntual, y luego, Roberto Tito Pompei. Y al ratito ya estaba Carlos Bianchi, otro que en algún lado tiene la puntualida­d inglesa, junto a su inseparabl­e Margarita, su amor de toda la vida.

Bianchi decía hace 25 años que lo que había logrado el grupo, con esfuerzo redoblado, se iba a recordar por siempre, en 10, 30 y 50 años. Y ante el recuerdo, le dice a Clarín: “Es así y hay que festejarlo siempre”. La charla la interrumpe Victor Hugo Sotomayor. Con su inconfundi­ble acento cordobés se abraza al Virrey y le dice: “No te tenía como actor, qué videíto te mandaste”, en referencia al que hizo junto con Margarita por los festejos de los 140 (70 años de cada uno), que se hizo viral.

De a poco fueron llegaron todos, el Chino Flavio Zandoná, el Pepe José Luis Basualdo, Sandro Guzmán, el chileno José Luis Sánchez, Sotomayor, el Pícaro Fabián Fernández, Marcelo Popeye Herrera, Carlitos Ischia, ayudante del Virrey, el profe Julio Santella, el doctor Ricardo Coppolecch­ia, el kinesiólog­o Carlos Leoni y Mauricio Pellegrino, sobre el final.

Hubo ausentes con aviso: el Negro Marcelo Gómez está jugando un torneo en Brasil con el equipo de dirige en Independie­nte; el Coio Héctor Almandoz es técnico en Chile; Christian Bassedas tenía partido con la UAI Urquiza, el Turu José Luis Flores vive en España. Las ausencias más notorias fueron las de Roberto Trotta, autor del primer gol, y el Pacha Raúl Cardozo, el tercer jugador con más presencias en el club.

De esos 90 minutos, cada uno de los protagonis­tas recordó ante Clarín un momento. La anatomía de un instante. “La lesión del Negro Gómez en el precalenta­miento nos paralizó. Pero pudo jugar y nos repusimos”, contó Pompei. “La atajada ante Massaro y otra frente a Boban”, precisó Chilavert. “Tenía una lesión crónica, gracias al cuerpo médico pude jugar. En algún momento pensé que me la perdía”, reflexionó Sotomayor. “En la primera que pude lo metí un pechazo y le gané el duelo a Baressi. Y el gol, ese gol inolvidabl­e”, enfatizó Omar Asad.

La segunda parte de los festejos fueron en el estadio, con los hinchas. Con Malena Guinzburg y Alvaro Norro en la conducción, los campeones ingresaron por la manga ante la ovación de la gente. En el centro de la cancha, sobre el semicírcul­o con la réplica del afiche de la final, estaban el presidente Sergio Rapisarda y los tres vicepresid­en-tes: Augusto Costa, Diego González y Adrián Peláez. Los esperaba la Copa Toyota original y una réplica pequeña para cada uno.

Habló Chilavert y, además, dijo: “Vélez es una gran familia. Han pasado 25 años y hay que disfrutar. No todos los días se puede derrotar a un equipo europeo”. Después, el Virrey puso en juego la memoria colectiva. “El tiempo pasa, vuela, no nos damos cuenta. Ya pasaron 25 años de esa epopeya. En enero de 1993 no nos imaginábam­os que casi dos años después íbamos a ser campeones del mundo”, contó y luego les habló a sus jugadores: “Ustedes son jóvenes, están vivos. Disfruten. De los campeones del 68, hay seis que se fueron. Ustedes están todos. También hay que tener memoria por los del 68, que fueron los primeros campeones”.

Enseguida, otro hit de la época bajó de las tribunas, un poco más pobladas que en el inicio de los festejos. “Vélez Sarsfield, de mi vida, gracias por esta alegría…” De a poco, con Chilavert a la cabeza, con la Toyota original en una mano y la de miniatura en la otra, los campeones comenzaron a dar una nueva olímpica ante el delirio de los hinchas. Porque solo hay 28 equipos que fueron campeones del mundo. Vélez es uno de ellos.

El 1 de diciembre de 1994, en el estadio Nacional de Tokio, Japón, Vélez le ganó 2-0 al Milan con goles de Trotta y Asad y se coronó campeón del mundo.

 ?? MARIO QUINTEROS ?? Dos referentes. Habla Carlos Bianchi, el técnico de aquel equipo; detrás, José Luis Chilavert, figura fundamenta­l.
MARIO QUINTEROS Dos referentes. Habla Carlos Bianchi, el técnico de aquel equipo; detrás, José Luis Chilavert, figura fundamenta­l.
 ?? QUINTEROS ?? Un encuentro emotivo. Todos juntos en el salón de conferenci­as remodelado.
QUINTEROS Un encuentro emotivo. Todos juntos en el salón de conferenci­as remodelado.

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