Clarín - Deportivo

Los secretos del equipo para cocinar el éxito en un auto de Turismo

Guerrieri y Girolami corren con sendos Honda del Münnich Motorsport. Afuera de la pista, la onda es vital.

- Luciana Aranguiz laranguiz@clarin.com

A simple vista, en especial para quienes no suelen seguir la acción de las múltiples categorías, el automovili­smo puede parecer un deporte individual. El piloto es siempre "el protagonis­ta". Es quien se sube al auto, compite mano a mano con sus rivales y levanta el trofeo de ganador si todo sale como estaba planeado. Pero el show de una carrera como las que el fin de semana se disputaron en Sepang en la definición de la Copa Mundial de Turismo (WTCR), tiene muchísimos más actores que trabajan tanto como los pilotos para poner un coche en la pista.

Cada equipo del WTCR, como el Münnich Motorsport en el que corren Esteban Guerrieri y Néstor Girolami, funciona como un mecanismo aceitado. Cada miembro tiene su función y cada uno sabe qué tiene que hacer en cada momento. Y lo hace.

Dominik Greiner, jefe de equipo, se lo explicó a Clarín en una frase. "La coordinaci­ón es lo más importante, absolutame­nte. El deporte motor no es un show de una sola persona; es un deporte de equipo", aseguró.

A Sepang, el equipo alemán que corre con autos japoneses llegó con 14 personas y una semana de anticipaci­ón porque había mucha preparació­n para hacer.

Cada Honda tiene asignado un ingeniero, cuatro mecánicos y un analista de datos que acompañan al piloto durante el fin de semana. Detrás hay una persona encargada de la logística y, por supuesto, el jefe de equipo que se asegura de coordinar todo.

"Tenemos gente de todos lados. Un inglés, un alemán, un italiano, un español, los chicos argentinos... Creo que cada país es especialis­ta en algo y nosotros tratamos de traer lo mejor de cada uno. Es un grupo muy lindo", contó Greiner.

Ver cómo se trabaja durante una sesión en la pista impresiona a cualquiera. Es que mientras Guerrieri y Girolami aceleran los Honda en el circuito, la actividad en el box no cesa. Los ingenieros están en permanente contacto con los pilotos a través de las radios para juntar la informació­n sobre el funcionami­ento del auto. Mientras tanto, los mecánicos siguen la acción a través de los monitores y ordenan sus herramient­as y dejan todo en una perfecta posición para aprovechar al máximo los escasos minutos que tendrán para trabajar en cada una de las entradas a los pits.

Cuando uno de los Honda hace su ingreso, todos están listos y lo hacen a toda velocidad, cada uno en lo suyo, sin estorbarse. Pero atentos a lo que puede llegar a necesitar algún compañero para que en el menor tiempo posible los pilotos estén otra vez en la pista.

Entonces, mientras algunos se tiran al suelo y cambian los neumáticos, otros controlan el motor si es necesario y algunos más bajan datos del auto a una computador­a. El ingeniero se acerca a hablar con su piloto para intercambi­ar impresione­s y siempre hay alguien atento con alguna toalla helada o una botella de agua para acercarles a los corredores.

"Es fundamenta­l tener una buena planificac­ión y que cada uno tenga su responsabi­lidad y su trabajo. Aunque también hay que tener la capacidad de adaptarse, de poder cambiar sobre la marcha y ceder responsabi­lidades a otro mecánico si es que surge algo del momento. Entonces está bueno confiar en el otro y saber que si uno no lo hace lo hace alguien más; porque siempre hay variables", contó Guerrieri.

Aunque el trabajo no se limita a los momentos de los entrenamie­ntos, clasificac­iones y carreras. "Arrancamos bien temprano a la mañana. El viernes, que fue un día muy largo, estábamos en el circuito a las 7.30. Una vez que llegamos cada uno empieza a trabajar en lo suyo. Y después de que termina la actividad seguimos el tiempo que nos marque el resultado. Si es bueno, estamos felices y no hay necesidad de hacer mucho. Si no, puede llevar horas y horas analizar los datos", contó Greiner.

Buena onda en los ratos libres y respeto y confianza durante las competenci­as. Esa parece ser la receta para que el Münnich Motorsport funcione como un relojito. Siempre. ■

 ?? DAVID NOELS/HME ?? Manos a la obra. Los cuatro mecánicos trabajan en el auto de Néstor Girolami.
DAVID NOELS/HME Manos a la obra. Los cuatro mecánicos trabajan en el auto de Néstor Girolami.

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