Ante un nuevo desafío, el más difícil
En una carrera plagada de lesiones, hoy lo operan de la rodilla derecha.
Una nueva batalla afuera de la cancha afrontará Juan Martín Del Potro. El tandilense decidió volver a operarse la rodilla derecha con el objetivo de ponerles fin a los dolores en esa zona que no lo dejan regresar al circuito, pero que también le impiden realizar actividades de su vida diaria, según el comunicado difundido por su equipo. La cirugía será hoy en Miami con el doctor Lee Kaplan. Tras pasar por el quirófano, el ex número tres del mundo encarará un nuevo proceso de recuperación, como ya lo hizo muchas otras veces en su carrera. En el pasado, siempre encontró la manera de volver a lo grande. ¿Podrá hacerlo una vez más? Hay más de una razón para creer que sí.
Dentro de una carrera plagada de lesiones duras, la última gran herida en la vida tenística de Del Potro se dio el 11 de octubre de 2018, cuando enfrentaba a Borna Coric por el Masters 1000 de Shanghai. Ese día, en una caída que parecía intrascendente, se fracturó la rótula de la rodilla derecha y empezó un vía crucis que todavía se extiende. Desde entonces apenas pudo jugar unos pocos partidos y el último capítulo fue en junio del año pasado, con la victoria en Queen’s ante el canadiense Denis Shapovalov. La primera operación en su rodilla, días después de ese triunfo, le dio esperanzas y él hasta programó su regreso para fines del año. Pero el dolor nunca se fue y otra vez tuvo que parar.
“Después de la operación que le realizó en junio el Dr. Ángel Ruiz Cotorro en Barcelona, la recuperación fue progresiva, aunque persistía un dolor que le impedía a Delpo correr y saltar, y le molestaba para actividades usuales como subir escaleras. Él se mantuvo activo, recuperando musculatura y fuerza en la pierna, con esperanzas de regresar prontamente al circuito. Además de la rehabilitación, se entrenó en el gimnasio y en la cancha de tenis, con movilidad reducida”, explica el texto difundido
ayer por su equipo. Y agrega: “El dolor nunca se fue, por lo que debió cancelar los compromisos tenísticos y realizar nuevas interconsultas médicas. Lo que siguió fueron más viajes, distintos tratamientos, dietas y entrenamientos, hasta llegar a la recomendación médica de una nueva cirugía”.
Pensando en el futuro, se impone la pregunta de si Delpo podrá otra vez salir adelante. Fuerza para hacerlo, se demostró en el pasado, le sobra. El tandilense es un vivo ejemplo de resiliencia. A lo largo de su carrera, vivió momentos muy duros que lo apartaron del camino hacia la cima. Sin embargo, él nunca bajó los brazos.
No lo hizo en 2010 cuando tuvo que someterse a su primera cirugía por una lesión en la muñeca derecha, que llegó poco después de su consagración en el US Open 2009 y cuando todos lo veían como el máximo candidato a pelearle el número uno a Federer, Nadal y compañía. Delpo se recuperó y volvió. Llegó a estar cuarto en el ranking, a principios de 2014, y ganó once títulos más.
Tampoco se rindió en las temporadas 2014 y 2015, en las que tuvo tres cirugías en la muñeca izquierda y apenas disputó seis torneos. Tocó fondo. Cayó hasta el 1.045° escalón del ranking y hasta llegó a pensar en el retiro. Sin embargo, otra vez se levantó, recuperó su cuerpo y su mente y protagonizó un regreso de película.
El caso de Del Potro no es único. Hay varios ejemplos de jugadores que superaron operaciones y lesiones y volvieron a ser protagonistas, que podrían servirle de inspiración al argentino. Uno de las historias en las que más reflejado podría verse el tandilense es la de Tommy Haas. El alemán se sometió a nueve operaciones a lo largo de su carrera, cuatro de ellas en el hombro. Pero se las ingenió para volver una y otra vez. Y en uno de sus regresos, con 35 años, llegó a ser número 11 del mundo.
Otra razón para apostar por una vuelta con todo de la Torre de Tandil es su talento natural y su capacidad para recuperar su nivel en poco tiempo. Ya lo demostró tras esos dos grandes parates por los problemas en sus muñecas. En esas dos ocasiones, volvió para codearse con los mejores y para darles pelea a los de arriba en los torneos más importantes.
La pasión que siente Del Potro por el tenis también alimenta la esperanza sobre un futuro regreso. El tandilense es de esos jugadores que realmente disfruta dentro de una cancha y que vive con alegría la competencia. Además, el cariño que genera la figura del tandilense en los fanáticos del tenis y en sus mismos colegas será un incentivo extra para que él vuelva a agarrar la raqueta.
Hay más de una razón para augurar otra vuelta exitosa a las canchas. Pero sólo el tiempo dirá si Delpo tiene las ganas y las fuerzas para repetir la historia de sus primeros regresos.
Ya lo intervinieron en 2018, pero persistió el dolor que le impedía hasta subir escaleras. ¿Podrá recuperarse y volver a jugar?