Nadal confirmó su brillante reinado en Roland Garros y pulverizó todos los récords
Vapuleó con un 6-0, 6-2 y 7-5 a Novak Djokovic, el número uno del mundo. Logró su victoria 100 en el torneo y consiguió su 20° Grand Slam, igualando a Roger Federer. Es el único tenista que ganó tantas veces un mismo torneo en la Era Abierta.
Para mí ganar aquí no es solo un sueño, es todo. Esta cancha es la más importante de mi carrera y acá disfruté los momentos más especiales”.
Esta consagración no es tan feliz como podría ser, porque el torneo no se jugó en circunstancias normales. Ojalá en unos meses podamos volver a París y celebrar con esta cancha llena de gente”.
No hay romance más grande entre un tenista y un torneo como el de Rafael Nadal y Roland Garros. Desde que debutó en 2005, el español construyó una hegemonía sin precedentes sobre el polvo de ladrillo francés donde, tras su contundente victoria en la final de ayer ante Novak Djokovic (6-0, 6-2 y 7-5), acumula 13 títulos y 100 victorias. Y en este momento, ese dominio significa más para Rafa que cualquier otra estadística de su impresionante carrera. Más incluso que el hecho de haber igualado el récord de máximo ganador de Grand Slams de la historia de Roger Federer.
“Este fue un año difícil y ganar acá significa todo para mí. Ahora no pienso en los 20 Grand Slam ni en que igualé ese gran número de Roger. Para mí, hoy todo es sobre esta victoria en Roland Garros. Acá viví muchos de los momentos más importantes de mi carrera, sin dudas. Solo el hecho de jugar aquí es una inspiración y la historia de amor que tengo con esta ciudad y este certamen es inolvidable”, comentó el mallorquín, tras haber dominado claramente a Djokovic en el partido decisivo.
Rafael Nadal no sólo derrota rivales y levanta copas en el polvo de ladrillo de Roland Garros. También pulveriza récords. Y los inventa, claro. Porque escribe la historia grande del Grand Slam francés a medida que gana. Y los impactantes números que establece dan cuenta, si hace falta, de lo que significa su asombrosa supremacía en París.
“Para mí ganar aquí no es solo un sueño, es todo. Esta cancha es la más importante de mi carrera y acá disfruté los momentos más especiales para mí. Pero estamos en una circunstancia muy difícil, por eso esta consagración no es tan feliz como podría ser, porque el torneo no se jugó en circunstancias normales. Ojalá en un unos meses, en junio del año que viene, podamos volver a París y celebrar otra vez este torneo con esta hermosa cancha llena de gente”, reflexionó.
Con sus 13 trofeos, logró más del doble del segundo máximo ganador de este certamen en la Era Abierta, el sueco Björn Borg. Pero también le saca diferencia a cualquier otro múltiple campeón de Grand Slams: Roger Federer triunfó 8 veces en Wimbledon y Novak Djokovic, 8 en el Abierto de Australia.
Nadal es el único tenista en la historia que ganó 13 veces un mismo torneo en la Era Abierta. En realidad, también es el único que levantó una copa en 11 oportunidades en este período: lo hizo en Montecarlo y en Barcelona. Federer, con 10 en Halle y Basilea, es quien más se le acerca.
Decir que Nadal es “invencible” en París está lejos de ser una metáfora: de hecho, de 102 partidos ganó nada menos que 100. Pero esa condición se sostiene también en la forma en que consiguió los triunfos, ya que jugó 316 sets y se quedó con 286. Además, si se toman en cuenta todos sus partidos en Roland Garros, estuvo 244 horas y 10 minutos en la cancha.
Solamente dos veces un rival lo pudo llevar a cinco sets, pero ya parece un viejo recuerdo. Sucedió sorpresivamente con John Isner, en la primera ronda de 2011, y de forma más previsible con Djokovic, en la semifinal de 2013.
Nadal tardó cinco años en conocer la derrota en Roland Garros. Había ganado 31 partidos y cuatro torneos has-
ta que cayó en octavos de final de la edición 2009 contra Robin Soderling, el sueco cuyo triunfo cada temporada cobra más valor histórico.
Al año siguiente a aquella sorpresiva caída, Rafael Nadal volvió decidido a no volver a pasar por una situación semejante. Y fue bien en serio, porque superó la racha anterior e hilvanó 39 victorias consecutivas entre 2010 y 2015, cuando tal vez el mejor Djokovic que se haya visto lo eliminó en cuartos de final con una paliza impensada: 7-5, 6-3 y 6-1.
Jugar contra un top ten, por más arriba que se esté en el ranking, suele ser problemático para cualquier tenista. No así para Nadal, al menos en Roland Garros. Y les ganó a los argentinos las 12 veces que los enfrentó, incluyendo dos a Juan Martín del Potro y dos a Diego Schwartzman.
Llegar a las semifinales es garantía de título para el 13 veces campeón. Una vez que llegó a meterse entre los cuatro mejores de una edición, siempre fue el vencedor del torneo.
Con el invicto en trece finales, es por gran diferencia el mejor registro entre aquellos tenistas con 100% de efectividad en definiciones: lo siguen los 8-0 de Djokovic en Australia y el 7-0 de Pete Sampras en Wimbledon.
El último número impactante de Nadal en Roland Garros es que pasaron 15 años desde su primer Grand Slam francés hasta esta Copa de los Mosqueteros que levantó tras vencer a Djokovic.
No fue indiferente para Nadal el contexto de esta edición particular, en la que apenas mil espectadores pudieron presenciar en vivo su histórica consagración: “Quiero dejarle un mensaje al mundo entero. Estamos atravesando uno de los peores momentos que creo que todos recordamos, con el mundo luchando contra este virus. Sigamos fuertes, sigamos positivos y seguramente vamos a superarlo”, agregó emocionado el absoluto Rey de París.