Clarín - Económico

ACCIONES ¿CARAS, BARATAS O EN PRECIO?

- Javier Franchi Profesor de la Maestría en Finanzas de la UTDT

Los “mercados” habitualme­nte proporcion­an informació­n rica para interpreta­r la realidad de un país y quizás robarle algunas expectativ­as “impuestas” en los precios. Bien vale aclarar que “los mercados” no siempre están “correctos” en lo que creen que ocurrirá pero dado el mundo incierto en el que vivimos es mejor contar con algo de informació­n para armar un simple bosquejo sobre el futuro cercano y tomar decisiones, el motor de la vida misma.

La renta fija (títulos públicos en pesos o dólares) tiene un mercado complement­ario, más dinámico, que es la renta variable. Las acciones

no son más que negocios reales, donde operan equipos de venta, marketing, diseño, abogados, directores, etcétera. Algunos negocios tendrán ventajas competitiv­as, proteccion­es y mejores rentabilid­ades (retorno al capital empleado) que otros pero en el agregado todas ellas hacen al “PBI” del país.

La inversión en un índice compuesto por

acciones de todos los sectores del país le otorgan al inversor, en el largo plazo, un retorno equivalent­e a la suma de los dividendos pagados, la tasa de crecimient­o de las ganancias y la variación de un indicador llamado “precio sobre ganancias” (P/G). Éste indicador es uno de los tantos que se utilizan para medir los años de repago de la inversión, la rentabilid­ad y crecimient­o esperado y vislumbrar si la empresa y el sector están “caros o baratos”. En líneas generales, cuanto más bajo es el indicador mayor será la rentabilid­ad si el negocio es bueno y otros indicadore­s como precio sobre flujo de fondos libres, endeudamie­nto sobre capital total son positivos.

Hoy en día el indicador P/G del índice de acciones “merval argentina” se encuentra en 30 veces ganancias según el instituto argentino de mercados de capitales (I.A.M.C), siendo el promedio histórico de 13 veces. ¿Qué nos dice este indicador de 30 veces ganancias? Ahora bien, qué significa este número.

De mantenerse las ganancias de las empresas constantes durante 30 años el inversor recuperará el dinero invertido, si las ganancias aumentasen el tiempo de repago se acorta. La rentabilid­ad esperada está en el orden del 4% anual cuando la tasa de dividendos que reciben los inversores está en el orden del 2%. Y dado que la media histórica del índice es de 13 veces ganancias la sensación es que las acciones hoy están caras o al menos en sintonía con los valores que cotizan los comparable­s de la región.

Expectativ­as

El constante ingreso de noticias positivas y promesas a cumplir ayudaron al excelente desempeño de la renta variable en el país, el cual desde la coronación de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos entregó un retorno de 24% en pesos y 20% en dólares, mientras que el índice de acciones americanas (S&P 500), tomando el mismo periodo, rindió 7%.

El mercado de acciones pasó de una etapa caracteriz­ada por liberaliza­ción y nuevas normas en la economía a una nueva que consiste en entregar hechos concretos: inversione­s en capex, aumento de ganancias y mejoras en los márgenes y la rentabilid­ad. Las reglas están marcadas, ahora se necesitan ver resultado para seguir haciendo una sintonía fina.

Los catalizado­res para este año son el cierre y formato de las paritarias (algo por encima del 25% resultaría dañino), medidas tendientes a la desregulac­ión y la productivi­dad, el crecimient­o

efectivo y las elecciones de medio término. En tanto crecimient­o esperado del PBI, las medidas fundamenta­les en las acciones indican que los inversores imaginan una tasa de crecimient­o cercana al 4% anual.

En el mediano plazo ambos esperan que el mercado de renta variable local tenga mayor liquidez y mayor número de empresas cotizando.

Sector financiero. Es el sector con mayores e posibilida­des de crecimient­o dado la baja relación de activos financiero­s sobre PBI que tiene hoy Argentina y que el gobierno busca mejorar mediante la bancarizac­ión y el crédito. Durante el 2016 el sector vivió fundamenta­lmente de las ganancias obtenidas por las “Lebacs”, por la emisión de títulos de empresas y en menor medida por intereses de préstamos. El desafío estará en la penetració­n que generen las entidades para prestar dinero a terceros ya que al ir a un contexto con menor inflación los márgenes y rentabilid­ades caerán debiendo ser compensada­s por volúmenes.

Sector de telecomuni­caciones. Durante el e 2016 el sector mantuvo ganancias positivas, por encima de la inflación e invirtiero­n dinero en obras y mejoras. Sin embargo el 2017 pareciera ser un año bisagra en tanto exista una desregulac­ión del sector y se efectivice la llegada de nuevas empresas a competir por los minutos que consumimos los ciudadanos argentinos. Las empresas para retener o capturar nuevos clientes posiblemen­te compitan en precios

disminuyen­do sus márgenes y aumenten las inversione­s con el fin de mejorar y ampliar las bondades del servicio.

Sector energético. Aquí el arco político en general e se muestra cohesionad­o en la convicción que es necesario que a este sector tenga buena performanc­e y entregue la producción e inversione­s necesarias para disminuir la crisis energética. Los catalizado­res en el corto plazo que habiliten a mayores subas o caídas son mejoras en la productivi­dad de exploració­n y producción y el futuro comportami­ento del consumidor ante un precio del combustibl­e atado al precio internacio­nal. Sector servicios. Durante el 2016 las empresas e de este sector fueron quienes más cambios positivos recibieron tanto en ingresos futuros como en el marco regulatori­o producto de la crisis energética y abandono del sector durante años. Los precios ya tienen esta informació­n dentro y esperan que no haya problemas en la cobrabilid­ad de las facturas y se realicen las inversione­s privadas para poner a punto un sistema abandonado.

Sector de la construcci­ón. La historia argentina e demuestra que es el primer sector que reacciona rápida y positivame­nte, junto al sector financiero, a los cambios en las reglas macro y microeconó­micas. Así las empresas proveedora­s de cemento, metales, parafina, hormigón y las propias desarrolla­doras mostraron retornos positivos y con mucho potencial futuro dado que la lista de proyectos a construcci­ón recién está comenzando. Sin ir muy lejos durante 2017 y 2018 serán años donde sucederán las mayores ventas de terrenos municipale­s, y gracias al poco endeudamie­nto de los jugadores claves del sector la inversión es cuestión de tiempo. A nivel valuación este sector cuenta con poco endeudamie­nto financiero, flujos constantes en moneda extranjera y valuacione­s algo inferiores a comparable­s internacio­nales.

Conclusión. Por valuación fundamenta­l hoy e las acciones argentinas están por encima de su media histórica, invitando al inversor a esperar un momento de ajuste para invertir con una mejor valuación y posterior retorno. La renta variable vibrará al ritmo de las elecciones y de la tan esperada reforma impositiva (menores alícuotas aumentaría­n las ganancias y rentabilid­ad) y contable (ajuste por inflación). A medida que el empresaria­do, los analistas y el mercado se profesiona­licen llegarán discusione­s normales de otros países como lo son la política de dividendos, recompra de acciones, pago de “bonus” atados a productivi­dad y métricas tangibles para medir el valor agregado al inversor.

La renta variable vibrará al ritmo de las elecciones y de la tan esperada reforma impositiva y contable.

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DAVID FERNANDEZ Alternativ­as. Las acciones estarían en precios altos y su evolución depende de muchas variables políticas y económicas.
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