El 20% de las pymes teme por recortes en las políticas activas
Temores por el cambio. Los empresarios del sector no tienen muchas expectativas sobre cambios en la política oficial. Preocupa el perfil fiscalista del nuevo ministro.
Dos de cada diez pequeños y medianos empresarios del país creen posible que la llegada de Nicolas Dujovne al Palacio de Hacienda determine un ajuste en las políticas de apoyo del Gobierno a estas
firmas.
Así lo revela una encuesta de la consultora CERX (Centro de Economía Experimental) realizado entre 300 empresas Pymes de todo el país y de distintos sectores, entre el 2 y el 20 de enero pasados. Según el relevamiento el 20% de los encuestados advierte riesgos de recortes en los recursos destinados a políticas activas. Mientras que el 29,3% descarta esa posibilidad y el restante 50,7% no tiene opinión formada sobre el tema.
Consultados sobre las expectativas que genera el cambio en la
conducción económica, el 13% de los empresarios ve con buenos ojos el rumbo de la economía; el 6,3% asegura que sus expectativas empeoraron y el 80,7% que no se modificaron. Como resultado de esta percepción se registra una ligera mejora en las intenciones de inversión en Pymes.
“Las pymes no ven por ahora señales de cambio de tendencia en la demanda de sus productos, y el cambio de nombres en el ministerio de economía no le altera demasiado sus expectativas. No ven la política económica dependiente de una persona, sino más bien de un equipo y de las decisiones del presidente. Pero al tener Nicolas Dujovne un perfil más fiscalista y al ser Macri quien elige un ministro con ese perfil, hay un 20% de empresas que temen que por priorizar las metas fiscales, la obra pública no se reactive lo suficiente y se recorten otras partidas que puedan afectar la recuperación en un año que viene complicado”, dice Victoria Giarrizo, directora de CERX. El tamaño no importa Para Jorge Del Río, presidente de la Asociación de Pymes de la Construcción de la provincia de Buenos Aires (Apymeco), la reactivación del sector está lejos de lo prometido pero las expectativas son promisorias.
“En realidad el cambio de ministros no nos afecta, pero es cierto que el sector no termina de arrancar y los pagos vienen con atrasos, no necesariamente por la cuestión estacional de las vacaciones en la administración pública. Se han licitado muchas obras y somos optimistas de que a partir de marzo se reactive la Construcción. Coincidimos plenamente con el nuevo presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, en cuanto a que hay mucha obra y vivienda para hacer. Esperamos que también haya más crédito”, dice Del Rio
Por su parte Sergio Echebarrena, presidente de CAPIPE (Cámara de Proveedores Pymes de las Industrias del Petróleo y la Energía) dice que más allá del cambio de nombres, la política va hacia el mismo lugar: el Estado no debe tener participación activa en el desarrollo industrial. “El cambio de ministro va a acelerar el proceso insinuado durante el año pasado de menor intervención. Quedó claro cuando en Energía nos dijeron: Ustedes no tienen peso ni tamaño para sentarse a discutir por ejemplo el rumbo que se le quiere dar a Vaca Muerta, a pesar de que hay mil pymes involucradas en ese yacimiento. Las grandes compañías deben contratar los bienes y servicios que sean más baratos”.
Gustavo Fernández, titular de Centro de Fabricantes de Pastas Frescas, espera que no se toquen las políticas destinadas a apoyar a las pymes y advierte sobre riesgos en el mercado de la harina.
“Al duplicarse las exportaciones de trigo el año pasado y con menos retenciones corremos riesgos de que el precio de la harina se dispare y afecte el bolsillo de la gente y a todos los fabricantes que dependemos de este insumo. Por ese motivo pedimos que no se resigne el poder de intervención en el mercado y que los empresarios generemos capacidad de lobby en el buen sentido de la palabra”.
En tanto que en CAMIMA, la cámara que agrupa a las Pymes metalúrgicas, que hace algunas semanas fue noticia por haber otorgado el Bono de $2.000 a los trabajadores de las empresas asociadas, la preocupación pasa, precisamente, por el costo laboral.
“Estamos atentos y no descartamos un recorte en las partidas presupuestarias. Creo que el Gobierno sabe de la importancia de las pymes en la generación de riqueza y empleo, y esperamos que se cumpla con la Ley Pyme. Pedimos que se ponga especial atención al costo laboral porque la situación no es fácil”, dice José Luis Ammaturo, presidente de CAMIMA, quien asegura que diciembre marcó el punto de inflexión para el sector metalúrgico.
Los dirigentes reconocen los importantes beneficios impositivos prometidos en la Ley Pyme. Y esperan que por haber sido sancionada con el consenso de todas las fuerzas del Congreso, no sea objeto de recortes, ni de atrasos, por razones de índole fiscal.