Un conserje para mudanzas de negocios
Relocalización. La mudanza de ejecutivos de multinacionales se convirtió en una actividad en sí misma. Ahora, además, suma nuevos servicios para organizar eventos.
Tal como lo conocíamos hasta ahora, un conserje era al hotel lo que el portero era a un edificio de viviendas. No es que el sentido del término haya cambiado sustancialmente; en esencia, sigue teniendo que ver con hoteles, con huéspedes y hasta con la lengua francesa, que es de donde nos vino la palabra. Pero la conciergerie dio un vuelco cuando en 2007 David Amsellem fundó John Paul, para brindarles a las empresas una versión 2.0 de los servicios de asistencia personal.
Se trata de un plus sobre los ya conocidos servicios de relocalización para ejecutivos de multinacionales que deben instalarse en un país extranjero, muchas veces con sus familias. No sólo necesitan ayuda con la mudanza, los trámites y la búsqueda de una casa, sino también asesoramiento para, por ejemplo, encontrar un colegio adecuado para los chicos o un plomero.
«Es un servicio de información y discreción; y de 7x24 », define Clément Le Coz, fundador de Tamada, el primer servicio de concierge en Buenos Aires. « Si un cliente tiene una necesidad un domingo a las 4 de la mañana, hay que atenderlo. Y el que atiende soy yo. »
Francés de nacimiento y economista de profesión, Le Coz llegó a Buenos Aires en 2011 para trabajar como operador del mercado agrícola, al que luego siguió vinculado en Thomson Reuters.
Él conocía no sólo la cultura de la Argentina como país de llegada, sino que también había vivido en carne propia avatares como los trámites migratorios o societarios necesarios para trabajar legalmente. « Me dije ‘¿por qué no usar estos conocimientos profesionalmente?’, y me fui de Thomson Reuters para crear mi propia empresa, a mediados de 2014.
Por entonces sólo pensaba en proveer servicios de recomendación a las empresas para sus empleados, desde restaurantes hasta tintorerías. Pronto la demanda lo llevó a incorporar la relocation y todos sus derivados, pero con el plus de que el expatriado tiene en Tamada una respuesta en tiempo real. « Si un ejecutivo llega un domingo, para que el lunes empiece bien su semana yo tengo que estar ahí », indica Le Coz.
«En general, cuando uno llega a un país que no es el suyo, tiende a buscar a sus connacionales y a quedarse con ellos, lo cual para mí es un error », afirma Le Coz. « La inserción cultural pasa por el idioma, pero también por los códigos; es fácil ofender a las personas de un país cuando no se conoce su cultura.»
Todo esto dura –según el contratode tres a seis meses, que es lo que demanda en promedio la integración de la persona en Buenos Aires; la tarifa es de US$2.500 a US$5 mil por contrato, que paga la empresa empleadora del expatriado.
Pero la rentabilidad importante, explica, está más en el portfolio de recomendaciones para los bancos que quieran agasajar a sus clientes premium convocándolos a eventos exclusivos como fiestas privadas, por ejemplo. «Los bancos están en una guerra fatal entre sí, disputándose los clientes de alta renta. Nosotros ya estamos trabajando con algunos y nuestro crecimiento futuro va a venir por ahí», indica.
Le Coz considera su inversión inicial los US$20 mil que necesitó para vivir en 2015, su primer año, mientras Tamada no le daba rentabilidad. Se asoció con un compatriota suyo, Bernard D’Herouville, quien lleva 35 años en el país –trabajaba para Total- y que está casado con una argentina. Tamada consta de un equipo de tres personas y además tienen varios proveedores, pero todo está centralizado en el fundador. Sus ingresos de 2016 fueron de USD 200 mil.
Global. Accor Hotels, compró el 80% de John Paul por US$150 millones. Éste proyecta ingresos por US$60 millones, luego de comprar a su rival estadounidenses Les Concierges en 2016.