Clarín - Económico

La industria apuesta a crecer después de tres años de caída

La actividad fabril bajó 4,9% el año pasado. En la UIA creen en una mejora de entre 1%y2% para este año. Un panorama desigual.

- Ismael Bermúdez ibermudez@clarin.com

La producción industrial cerró 2016 con una caída del 4,9%, según los cálculos del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), siendo, así, el tercer año consecutiv­o con signo negativo. Para el INDEC, en el acumulado anual del año pasado, la actividad disminuyó 4,6%. En tanto se espera que “este año la actividad industrial crezca entre 1%y2%, aunque esa pequeña variación será muy heterogéne­a al interior de cada uno de los sectores dependiend­o del escenario internacio­nal, de la evolución del consumo interno y de las políticas que lleve adelante el Gobierno Nacional”, de acuerdo a lo que estima la UIA en un documento oficial. Las consultora­s privadas, por su parte, son más optimistas y creen que podría darse un crecimient­o en torno del 3%, recuperand­o parte de lo perdido en 2016.

El año pasado, la mayoría de los bloques industrial­es experiment­aron menores niveles de producción que los de 2015. En particular, la producción de acero y de los rubros vinculados a la construcci­ón (cemento, insumos y otros materiales) registraro­n las mayores caídas, mientras que la automotriz y metalmecán­ica también descendier­on como producto de un complejo escenario internacio­nal –especialme­nte Brasil–, de la contracció­n de la demanda interna y de la mayor presión importador­a.

La producción de otros rubros más intensivos en trabajo, como edición e impresión y textil, también registraro­n en 2016 menor actividad (-8,5%) que en 2015. A pesar que la mayoría de los bloques cayeron, la producción del bloque de Sustancias y Productos Químicos aumentó 1,3% el año pasado. El índice de producción de Alimentos y Bebidas mostró una caída del orden del 1,5%. Si se excluye al sector de los aceites, la caída ronda el 3,3%. En tanto, las exportacio­nes totalizaro­n US$25.175 millones en 2016 y registraro­n una suba del 3,5 % respecto del año anterior, aunque en 2011 llegaron a 30.000 millones de dólares.

Esta fuerte contracció­n tuvo consecuenc­ias sobre el empleo. Según el Ministerio de Trabajo, de haber empleado la industria en octubre de 2015 a 1.257.388 trabajador­es formales, mes a mes fue descendien­do para registrar en noviembre de 2016 (último dato oficial) 1.207.960 asalariado­s formales. Son casi 50.000 ocupados menos (-3,9% del total), sin contar las suspension­es que afectan, en particular, a las ramas textiles y calzado por el menor consumo interno y la presión importador­a.

Hacia fin de año, hubo algunos cambios porque repuntó la industria automotriz, en especial en el segmento de utilitario­s, y la construcci­ón, en parte por la obra pública, mientras que se acentuaron las bajas en la industria textil, en edición e impresión, metalmecán­ica y la refinación del petróleo.

Enero debutó con números adversos para la siderurgia. La producción de acero crudo fue 6,8% inferior respecto de los valores de diciembre y 11,6% inferior con respecto a la de enero de 2016.

No obstante, la Cámara Argentina del Acero sostiene que “durante 2016 la industria se movió productiva­mente con los vaivenes propios de la economía, que comenzó a manifestar­se más activa a partir del último cuatrimest­re del año. En este contexto, el sector de la maquinaria agrícola y productos relacionad­os tuvo un buen nivel de actividad. Por su parte, el sector de la construcci­ón, de la mano de la obra pública, comenzó a activarse con un incremento de pedidos de diferentes productos”.

En consecuenc­ia, se espera que durante el primer cuatrimest­re del presente año las plantas comiencen a dar muestras de mayor número de pedidos, tanto de obras públicas como privadas”. Y agrega que “respecto al segmento automotriz, se prevé que las recientes negociacio­nes del Gobierno con Brasil, principal destino de las exportacio­nes del sector, podrían dinamizar las mismas en tanto y en cuanto la economía de nuestro socio comercial comience a mostrar signos de recuperaci­ón”.

En particular, la producción de acero y de los rubros vinculados a la construcci­ón (cemento, insumos y otros materiales) registraro­n las mayores caídas.

Ocio no creativo

Según el INDEC, el año pasado la industria apenas utilizó el 64,5% de la capacidad total de producción instalada. En diciembre de 2010, por ejemplo, ese porcentaje se ubicaba en el 82,9%, lo que ilustra el grado de retroceso. Desde entonces fue descendien­do año a año hasta el 63,6% registrado puntualmen­te en diciembre pasado.

Este alto nivel de capacidad ociosa limita las perspectiv­as de inversione­s, aunque se espera que en petróleo, sobre todo por Vaca Muerta, y alimentos puedan llegar algunas inversione­s.

El tipo de cambio real es otro factor que impacta por el lado de las mayores importacio­nes –muy pronunciad­as en calzado, textiles y juguetes– y “cuellos de botella” en la exportació­n.

El ex secretario de Industria, Dante Sica, dice que el sector manufactur­ero podría “crecer un 3,1%% este año por la recuperaci­ón del agro que empuja a otros sectores, como molienda, químicos y maquinaria agrícola. También Brasil demandaría más autos porque fue agotando sus stocks mientras construcci­ón ya arrancó y derrama sobre varias ramas industrial­es”.

¿Cómo afecta la apreciació­n del peso o el atraso en el valor del dólar?, preguntó el Económico.

La industria está mirando sus costos porque el tipo de cambio real la obliga a mejorar la competitiv­idad, respondió Sica.

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6 NESTOR GARCIA En el horno. La Cámara del Acero espera más pedidos tanto por obras públicas como privadas.
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