UN PASO ADELANTE EN LA EVALUACIóN DE LA SITUACIóN FISCAL
En los últimos años, la discusión sobre la situación fiscal de la Argentina se centró, de manera excesiva, en cuestiones contables, alejándose del análisis sobre el comportamiento de los ingresos y los gastos del Estado, que es su razón de ser.
Anteriormente se contabilizaba como ingresos corrientes, dentro de las rentas de la propiedad, las ganancias nominales del Banco Central, que obedecían principalmente a las variaciones del tipo de cambio. Si bien el criterio adoptado estaba de acuerdo con los estándares internacionales, eso permitía que el BCRA financiara al tesoro con esas ganancias contables y mejorara así el resultado financiero. Ante esta situación, varias consultoras comenzaron a elaborar mediciones alternativas, que excluyeran esas ganancias por considerarlas artificiales. Así, el cálculo del déficit iba del 2% del PBI al 7%, según quién lo midiera y los elementos que tomara en cuenta.
Con la nueva gestión, se optó primero por una forma de medición que se centraba en el déficit primario y dejaba de contabilizar todas las rentas de la propiedad, incluyendo aquellas que sí correspondía tener en cuenta. Este criterio no fue aceptado como parámetro único y se sumó a los demás métodos de cálculo.
Todo esto puede parecer muy técnico, y lo es. No hay ideología ni posiciones políticas; se trata de cuestiones metodológicas que no deberían debatirse de esta manera. Lo principal es que se acuerde un criterio de medición y que el mismo sea el parámetro con el cual medir la evolución de la política fiscal.
En ese sentido, la nueva metodología de medición del déficit anunciada por el Ministerio de Hacienda es un paso adelante para dejar atrás esta discusión. Mantiene la comparabilidad con lo presentado en ejercicios anteriores, tiene sustento técnico y es de fácil comprensión. Si además se complementa con mejoras en la transparencia y el acceso a la información que permitan un seguimiento de los números publicados, podremos olvidarnos de discutir enjuagues contables y concentrarnos en el análisis de la política económica, que es lo que realmente impacta en la realidad de todos los argentinos.