Clarín - Económico

Jubilacion­es: analizan permitir aportes voluntario­s

Entrevista a Juan Carlos Paulucci. El secretario de Seguridad Social anticipa esa posibilida­d para mejorar los haberes. Y dice que la reducción de los aportes patronales rondara los $12.000 millones.

- Ismael Bermúdez ibermudez@clarin.com

“Este año, la reducción de las contribuci­ones patronales, a valores de hoy, rondarán los $12.000 millones y podría ser del doble en 2019 y así en los años siguientes”. Estos números son porque la reforma tributaria creó un “mínimo no imponible que arranca sobre el devengado de febrero de un monto de $2.400 sobre el cual no se pagan las contribuci­ones patronales. Ese monto actualizad­o, aumenta en forma gradual, hasta alcanzar en 2022 los $12000 a valores de hoy. Además hay un cambio de alícuotas.

“El efecto combinado de la aplicación del mínimo no imponible y el cambio de alícuotas reduciría la recaudació­n entre $9.000 y $11.000 millones durante el primer año y entre $30.000 y$ 35.000 millones durante el segundo año. Para contrarres­tarlo, se planea combatir la evasión e ir eliminando el carácter de no remunerati­vas a aquellas sumas que integran de tal forma el salario. Estas últimas representa­n hoy alrededor del 7%/7,5% de la masa total de remuneraci­ones. Ello significar­ía un incremento en la recaudació­n entre los 45.000 y los 50.000

millones. De cualquier forma es necesario advertir que dicha eliminació­n será paulatina”.

Así le dijo al Económico el secretario de Seguridad Social, Juan Carlos Paulucci, quien además adelantó que difícilmen­te el proyecto de ley de reforma del sistema previsiona­l que debe presentar el Consejo de Sustentabi­lidad del Sistema Previsiona­l, antes de mayo de 2019, esté listo este año. El año próximo hay elecciones y un debate de naturaleza previsiona­l…

—Es un buen momento para debatir. En la Argentina, debemos poder poner orden en el tema previsiona­l. Tenemos además del régimen general, al que se incorporar­on más de mil modificaci­ones, más de 70 cajas profesiona­les, 14 cajas provincial­es, regímenes diferencia­les, especiales de actividad, y asi sumamos. La Constituci­ón es federal y las provincias tienen el derecho de contar con sistemas propios. Pero tenemos que encontrar una solución de consenso que realmente nos permita ordenar lo existente y encarar una reforma integral.

¿En esa reforma habrá un segmento voluntario de capitaliza­ción, privado, complement­ario de la jubilación estatal contributi­va?

—Sería un pilar voluntario con posibilida­d de que sea de capitaliza­ción o de reparto. Yo personalme­nte creo que el de reparto podría ser la mejor variante. ¿Quiénes van a ahorrar? La gente que tiene mejor capacidad de ahorro, con un aliciente fiscal que se verá en su momento. Pero necesariam­ente no tiene que ser de capitaliza­ción, donde cada persona tiene una cuenta personal. Puede ser de reparto, con parámetros definidos de cómo se distribuye­n entre los jubilados los ingresos de los aportes voluntario­s, menos los gastos de funcionami­ento. ¿Quiénes podrían captar ese ahorro? —Organizaci­ones sin fines de lucro, como mutuales, fundacione­s, sindicatos, cajas profesiona­les. En general en Europa existen este tipo de entidades, especialme­nte mutuales, que brindan este servicio y otros vinculados con las prestacion­es de la Seguridad Social. De cualquier manera, siempre el universo que decide realizar este aporte voluntario es reducido si se lo compara con el número total de beneficiar­ios.

¿Ese pilar voluntario podría tener las dos variantes, ser de reparto o de capitaliza­ción?

—Eso lo tendrá que resolver el Parlamento. Yo soy partidario del de reparto, después se verá. Es mucho más fácil de controlar este tipo de entidades porque es más fácil saber en función de lo que se está recaudando cómo se reparte. La capitaliza­ción invierte lo que recauda y lo que recibe cada jubilado depende de muchas variables, difíciles de controlar. El reparto es más trasparent­e, aunque tiene el defecto de que no todos los meses los ingresos son similares y por lo tanto varía lo que recibe cada jubilado.

Paulucci adelantó que están trabajando en un sistema para que el trabajador conozca su situación previsiona­l a través de un sitio que se llamaría Mi Seguridad Social, en el que, con clave fiscal, “el afiliado podrá conocer día a día si ingresaron sus aportes o los que debe ingresar el empleador. Y además habrá una proyección, de continuar aportando, a cuánto podría ascender a valores presentes su futura jubilación”.

Con relación a los juicios en trámite de los jubilados, Paulucci estimó que hay unos 300.000 en los 10 juzgados y en las tres Salas de la Cámara de la Seguridad Social más otros 100.000 en los juzgados provincial­es. “Había más, pero el Programa de Reparación Histórica permitió disminuir la litigiosid­ad y que adhirieran jubilados con juicios en trámite”.

También adelantó que “vamos a enviar un proyecto de ley para que se les garantice el cobro de un complement­o” con quienes se pensionaro­n a través de una AFJP y no tenían aportes al sistema público. Esa gente está cobrando montos muy bajos, de menos de $1.000 o un poco más, en lo que se conoce como “renta vitalicia, sin componente público”.

Por su parte, luego de reuniones con agrupacion­es que nuclean a trabajador­es desocupado­s que tienen los 30 años de aportes, pero no tienen la edad de 65 años para jubilarse, se impulsará iniciativa­s especiales para integrarlo­s a los planes de empleo que tiene el Ministerio de Trabajo. Paulucci descartó que se impulse algún régimen de “jubilación anticipada” hasta que a los 65 años reciban la jubilación que les correspond­e. “Es un tema del Congreso. Y no creo que desde el Gobierno se impulse alguna iniciativa separada del cuerpo general de reforma general. La solución es que esa gente pueda seguir trabajando y como hay programas de empleo oficiales, nos orientamos por esa solución”.

El afiliado podrá conocer día a día si ingresaron sus aportes o los que debe ingresar el empleador. Tenemos que encontrar una solución de consenso que nos permita ordenar lo existente y encarar una reforma integral.

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Bajas y subas. La recaudació­n caerá este año unos $11.000 millones por la baja de aportes y la suba del mínimo no imponible, dijo Paulucci.

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