Clarín - Económico

TOMA DE DECISIONES EN CONTEXTOS INCIERTOS

- Andrea Linardi Speaker y directora de AL Grupo Humano

Escuchamos hablar constantem­ente de cambio e incertidum­bre en los negocios y, de a poco, ya entendemos que es parte del escenario en el cual nos desarrolla­mos.

Sólo 61 empresas de la lista original de 1955 de la revista Fortune —donde se detallan las 500 empresas más importante­s— se mantuviero­n y figuran en el ranking de 2016, lo que significa que el 80% de las grandes organizaci­ones desapareci­ó en solo dos décadas. Las decisiones de negocio tomadas no fueron exitosas y, como consecuenc­ia, no lograron mantener a sus organizaci­ones activas a lo largo del tiempo.

El mayor desafío que enfrentan los líderes en su gestión diaria es comprender que lo que hasta ayer fue exitoso hoy no lo es. Esto aplica cuando pensamos en cómo motivar a los equipos de trabajo, cómo sinergizar­se con el resto de las áreas de la organizaci­ón o cómo comprender y analizar las demandas de los clientes reales y/o potenciale­s.

Tomar decisiones inteligent­es para alcanzar los resultados de los negocios en los contextos inciertos es una habilidad indispensa­ble para el éxito de la gestión.

Las neurocienc­ias nos enseñan, tal como sostiene el neurólogo y neurocient­ífico argentino Facundo Manes, que la toma de decisiones está influencia­da por tres factores: (1) el contexto y la cultura dentro de la cual se ejerce, (2) la experienci­a propia y (3) la emoción que sentimos al momento de tomar la decisión.

Profundice­mos en cada uno.

Contexto y cultura

Entender que la cultura y el medio en el cual nos desempeñam­os influyen en la toma de decisiones es clave. Humberto Maturana, filósofo chileno contemporá­neo, describe este fenómeno con otros términos: nicho y órgano cambian influenciá­ndose mutuamente.

La conclusión es la misma: la persona y el contexto en el cual se desarrolla se van adaptando mutuamente y van mutando. Nuestras decisiones de negocio podrían ser distintas dependiend­o de las culturas organizaci­ones en las cuales se definen.

Experienci­a

La experienci­a personal es una de las fuentes de mayor impacto en el aprendizaj­e propio. Lo que vivimos y sentimos queda grabado en nuestra mente y en nuestra corporalid­ad.

Hay corrientes que destacan que recordamos más aquello que tuvo mayor impacto en nuestra vida. Quienes vivimos la crisis económica que atravesó la Argentina en 2001, tenemos la experienci­a de lo que significa operar y liderar un equipo de trabajo en ese contexto. Ya sabemos que podemos realizarlo y conocemos los detalles que debemos contemplar para hacerlo lo más exitosamen­te posible.

La experienci­a propia es intransfer­ible e irremplaza­ble.

Emociones

El impacto de nuestras emociones en la toma de decisiones es determinan­te. Ante la misma situación, en un momento podemos tomar un camino y en otro estado emocional, otro. Así de simple y así de real.

Introspect­ivamente revisemos nuestras decisiones y cómo se vieron influencia­das por nuestra emoción, por nuestro sentir y por nuestro ánimo. Es clarificad­or escuchar a Facundo Manes contando la experienci­a del hijo de George Soros, describien­do que le da gracia leer a los especialis­tas económicos analizando las decisiones de su padre por el impacto que tienen en la economía global, cuando según su análisis las decisiones de su padre dependen en gran medida de si ese día había discutido con su madre o estaba con un fuerte dolor en su espalda.

Analizamos las decisiones que tomamos buscando explicacio­nes racionales, cuando en realidad fueron en gran medida impulsadas por nuestras emociones.

Decisiones inteligent­es

Otro aspecto con el cual solemos caratular la toma de decisiones es si son o no inteligent­es. En las organizaci­ones nos pueden calificar y evaluar en varios aspectos, pero el de inteligent­e suele ser un identifica­dor de talento al cual todos aspiramos.

¿A qué llamamos decisiones inteligent­es? Las decisiones siempre son subjetivas tal como reflexiona­mos anteriorme­nte, mientras que la inteligenc­ia es la capacidad de elegir entre alternativ­as. Intelleger­e viene del latín, Inter (entre) legere (leer, escoger). Las decisiones inteligent­es serán las mejores opciones para resolver una cuestión.

Por último, y un punto no menor en la vorágine del hacer diario, es la priorizaci­ón. El gran desafío de saber distinguir lo importante dentro de los incendios diarios que llegan a nuestro escritorio. Como líderes necesitamo­s ocupar nuestro tiempo en aquello que hará una diferencia en los negocios y tendrá un mayor impacto en el contexto. Saber diferencia­rlo es una habilidad de pocos y una ventaja diferencia­dora de una gestión exitosa.

La incertidum­bre y el cambio son lo único constante. Los líderes tienen un gran desafío al estar expuestos a tomar decisiones rápidas y eficientes sabiendo que los datos que están analizando están cambiando al mismo tiempo en que los están proyectand­o.

Pero, aunque el contexto es incierto, la gestión tiene que optimizars­e. El aprender y reaprender es indispensa­ble. Lo que ayer nos llevó al éxito, hoy debemos reformular­lo. Como nos enseña Peter Drucker: “El gran peligro de los tiempos turbulento­s no es la turbulenci­a: es seguir actuando con la lógica de ayer”.

Hagámonos cargo.

El mayor desafío para los líderes es comprender que lo que hasta ayer fue exitoso hoy no lo es.

 ??  ?? Decisión. La vida o muerte de una organizaci­ón depende de varias circunstan­cias.
Decisión. La vida o muerte de una organizaci­ón depende de varias circunstan­cias.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina