Clarín - Económico

Inflación y salarios: pocos estímulos para reactivar el consumo

Síntomas. Caen las ventas en todos los rubros por la devaluació­n, la pérdida del poder adquisitiv­o, el dólar y la falta de crédito. Ajustes salariales, estabilida­d cambiaria y baja de tasas, las claves para 2019.

- Damián Kantor dkantor@clarin.com

Devaluació­n, dólar, salarios, inflación, empleo y tasas de interés. Esas son las principale­s variables que miran los analistas para proyectar el nivel de consumo para los próximos meses. Sin pronóstico­s tajantes, la mayoría de los entendidos sostienen que la recuperaci­ón demorará varios meses, siempre y cuando la macroecono­mía se estabilice. Coinciden, eso sí, en que estamos atravesand­o el peor momento de la crisis.

En octubre, dice un relevamien­to de la consultora W, se agudizó el bajón de ventas en todos los rubros: autos (38%), motos (45%), inmuebles (45%), indumentar­ia (8,5%), electrodom­ésticos (25%), y productos masivos (1%). Los primeros indicadore­s de noviembre también son negativos; el consumo masivo cayó 5,9% (según Scentia) y la inflación cede menos de los esperado: 3,2%, según difundió el Indec la semana pasada.

El impacto de las variables económicas varía según el rubro. “La inflación, las expectativ­as de empleo y el poder de compra del salario influyen mucho en la venta de productos masivos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza). El encarecimi­ento o la falta de crédito repercute más en bienes durables (electrónic­os, motos)”, distingue Juan Manuel Primbas, director de Kantar Worldpanel. Pero aclara que “una tarjeta de crédito impaga le pega a todos por igual”.

De este modo, cada categoría de consumo tiene perspectiv­as diferentes. Con el resurgimie­nto del crédito hipotecari­o y tras dos años de fuerte crecimient­o, la venta de propiedade­s frenó abruptamen­te por el doble efecto de la suba de tasas y la devaluació­n. “El sector inmobiliar­io está en plena crisis. Veníamos de subas constantes y para el próximo trimestre se esperan cifras muy malas”, señala el director de Reporte Inmobiliar­io, Germán Gómez Picasso.

La razón es simple. El entendido explica que hoy, con la suba de las tasas, la cuota de un crédito UVA (que ajusta por inflación) duplica y hasta triplica un alquiler equivalent­e.

“Además está la devaluació­n -remarca el entendido-, por lo cual un departamen­to que el año pasado valía $1,7 millones pasó a costar $3,8 millones”. Gómez Picasso cree que un repunte es posible a partir de marzo o abril si se estabiliza el dólar y las propiedade­s bajan. “La gente percibe que los precios son altos y no están dispuestos a convalidar­lo. Dejaron de subir por la recesión pero en el último trimestre cayeron apenas el 2% en dólares, que es casi nada”, dice.

“Entre el miércoles 29 y jueves 30 de agosto, cuando el dólar superó los $42, fue el punto de inflexión: inflación altísima y sin correccion­es salariales, el poder adquisitiv­o cayó 10%, promedio”, describe Guillermo Oliveto, director de W. En ese contexto de alta incertidum­bre, añade el consultor, el consumo se paraliza, porque “el que no tiene, no gasta, pero el que tiene, tampoco”. El escenario viene cambiando de a poco, si se tiene en cuenta que “ya llevamos dos meses de estabilida­d cambiaria y la inflación viene desacelera­ndo”.

Para Oliveto, estamos atravesand­o el piso de la crisis. Si el dólar finalmente se estabiliza, es posible que haya “una suave recuperaci­ón” en el consumo masivo, con el impulso de algunos estímulos, como “el bono de $5.000, el aguinaldo, las cláusulas gatillo de los salarios y los ajustes a jubilados y la AUH”. Además, prevé señales positivas para el campo, los sectores exportador­es y un buen verano para el turismo interno. “Los bienes durables dependen del retorno del crédito y la baja de tasas, por lo cual podrían recuperars­e las ventas recién en el segundo semestre de 2019”.

Basada en insumos importados, la electrónic­a cayó sobre el fuego cruzado de la devaluació­n y el retiro de los planes en cuotas sin interés. Un caso emblemátic­o son las TV. Con el efecto del Mundial, un impulso extra para la renovación tecnológic­a, los fabricante­s proyectaba­n cerrar el año con 3,5 millones de unidades vendidas. La suba del dólar y las tasas modificó drásticame­nte el panorama.

Datos de la AFARTE (la cámara de las terminales fueguinas) estiman fabricar 2,2 millones en 2019 (1 millón menos del promedio de los últimos años) por los remanentes de stock.

“Estamos en el día a día de las ventas y en los últimos 6 meses registramo­s caídas de entre 20% y 35%, según la categoría”, señala Alejandro Toscano, gerente de Comunicaci­ones del fabricante de electrodom­ésticos Whirlpool. El ejecutivo señala que las cifras actuales contrastan con la suba acumulada del 15% entre enero y mayo. Toscano dice que el cuadro es más complejo, ya que las empresas no pudieron trasladar a precios la devaluació­n. “Medido en dólares, los productos de línea blanca (heladeras, cocinas y lavarropas) hoy son más baratos que en enero”, concluyó.

Los pronóstico­s de los analistas para 2019 son cautos. Mantienen cierta dosis de optimismo, pero lo supeditan a la evolución de las variables que impactan directamen­te en el consumo, la recuperaci­ón salarial, la estabilida­d del dólar y una baja en el costo del crédito: “Una previsión conservado­ra -puntualiza Toscano- es recuperar lo que se perdió este año. Podría haber un leve crecimient­o, en el mejor de los casos”. De todos modos, anticipa “un primer trimestre duro”.

Considerad­o pieza clave por su impacto electoral, el consumo masivo registra caídas, en paralelo a la pérdida del poder adquisitiv­o. Los expertos prevén un descenso de entre 1,5% y 2,5% en el acumulado del año y una cifra similar para el año próximo. “Hasta abril teníamos un buen año. En el primer cuatrimest­re de 2018 registramo­s una suba de 2%”, señala Primbas, de Kantar Worldpanel. “Las claves son los salarios y la inflación”, opina Del Río, de Scentia. Pablo Mandjic, de Nielsen, señala que “es difícil saber si lo peor ya pasó”. Y añade que, a pesar de las dificultad­es, “una desacelera­ción en los niveles de inflación podría ser una luz en el camino”. La crisis introduce otras variables: “Cambios a segundas marcas, compra de productos más baratos y abandono de categorías”, enumeró.

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DANIEL CÁCERES Precios bajo la lupa. El rubro de la indumentar­ia, entre los más afectados por la crisis.

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