Más empresas amplían las licencias parentales
Tendencia. Igualan las licencias para familias adoptantes a las de “biológicas” y suman días a los varones para que participen de la crianza.
Biologisista y patriarcal se lee hoy la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo en su regulación de las licencias por maternidad/paternidad. Además de dar por sentado que las tareas de cuidado corresponden a la mujer, ya que los varones sólo acceden a dos días de licencia por el nacimiento de un hijo, no considera ningún tipo de licencia para los casos de adopción.
Pero en los últimos 10 años, tanto normativas específicas en distintos niveles del empleo público como algunos convenios colectivos de trabajo en el sector privado avanzaron hacia regímenes de licencias más amplios que equiparaban familias hetero, homo y monoparentales, “biológicas” y adoptivas, y que ampliaban los días de licencia para los padres (varones).
También las empresas, sobre todo las más grandes, fueron más allá de la ley como parte de políticas internas de inclusión y equidad. En la Argentina, la tendencia a modificar el régimen de licencias cobró impulso a partir de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, en 2010.
Hoy “hay una multiplicidad de regímenes y una gran heterogeneidad
en términos de derecho de cuidado para el niño adoptado y la cantidad de días que tiene ese reconocimiento”, dice José Florito, coordinador del
Programa de Protección Social del CIPPEC. Pero advierte que, en cualquier caso, “las licencias sólo cubren a la mitad de los trabajadores en la
Argentina, es decir, a los trabajadores formales”. Los informales, autonómos y monotributistas no tienen posibilidad de acceder a tiempo rentado para el cuidado de sus hijos.
Florito señala que, en materia del derecho al cuidado para familias que adoptan, “Santa Fe, Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son tres esquemas de regulación bastante progresivos: hablan de familia gestante y no gestante y mencionan las nuevas configuraciones
familiares”.
Al mismo tiempo, diversos proyectos de ley que buscan modificar el articulado de la ley laboral en lo que respecta a licencias familiares, incluido uno del Poder Ejecutivo, ingresaron al Congreso en los últimos años. Pero, por el momento, ninguno prosperó. “Muchos de estos proyectos son fragmentarios: incluyen la adopción, pero no contemplan niños adolescentes o casos de subrogación de vientres, por ejemplo”, explica Florito.
“En la ley hay una tremenda injusticia”, señala, por su parte, Juan Carlos Vieyra, director del Instituto de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Siglo 21. “La concepción injusta es que el niño nacido biológicamente de los padres tiene más derechos que el adoptado. Esto infringe la Convención de los Derechos del Niño y es contrario a la Constitución Nacional, en su artículo 16, que consagra la igualdad ante la ley”, agrega.
Pero “tanto en el caso del hijo biológico, como en el del adoptado, necesitás iniciar un vínculo y fortalecerlo”.
Desde el CIPPEC proponen ir hacia un esquema universal de licencias sobre la base de tres principios: universalidad, adaptabilidad y diversidad. “Apuntamos a que la cantidad de días no sea un derecho del trabajador y la trabajadora, sino de los niños por cuidar. Que se fije una cantidad de días por cada niño, adoptado o no adoptado, distribuido entre ambos padres o para madres o padres solos”, explica Florito.
Además, la forma de escritura de la ley debería ser adaptable a cualquier esquema familiar, hablando de personas gestantes y no gestantes y estableciendo el mismo umbral de derecho para todas. Por último “la ley de contrato de trabajo tiene un sesgo maternalista y esta asimetría debe ser resuelta”, enfatiza Florito. “Los días deben ser asignados al niño, pero se debe garantizar en familias heterosexuales que haya un mínimo de ese tiempo que cubra el varón —por ejemplo, el 40%— y si no, se pierde”, agrega.
En las empresas
Mientras que la licencia por maternidad prevista por la ley es pagada por ANSES, los dos días de los padres quedan a cargo de las empresas y lo mismo sucede con toda ampliación o agregado por fuera de la ley. Así “las pymes no tienen espalda para finan
ciar esos días en los que las familias no trabajan, salvo algunos casos concretos”, dice Florito.
En cuanto a las grandes empresas, desde 2016 se fueron sumando nombres de manera constante a la lista de las que amplían las licencias. En el caso específico de licencias por adopción, una encuesta del año pasado de la consultora Mercer mostró que, de las 58 empresas consultadas, el 57%
las otorga. Sin embargo, mientras que el beneficio es otorgado por el 96% de esas empresas cuando el cuidador principal es una mujer, sólo el 75% lo otorga cuando el principal cuidador es varón.
En promedio, se otorgan 12 semanas de licencia al principal cuidador
y 5 al segundo cuidador. El promedio baja a 11 semanas si el niño adoptado es mayor a un año de edad.
En Natura, por ejemplo, implementaron la licencia por paternidad extendida a 40 días en 2016. “La licencia es remunerada y no sólo se extiende al hombre que haya tenido hijos, sino que también abarca casos de adopción y parejas del mismo sexo”, cuenta Carolina Vincenzini, gerenta de Recursos Humanos de Natura.
Previo a esa fecha, a pesar de que la ley no lo exigía, la empresa ya otorgaba licencias pagas por adopción, aunque el régimen no se había formalizado. Ahora, “además de la licencia, cuentan con otros beneficios, como reintegro de gastos de guardería tanto para padres como para madres; en el momento de nacimiento o adopción reciben un kit de regalo con productos Natura y, si lo desean, el padre adoptante puede acceder a 5 sesiones con un coach especializado”, agrega Vincenzini. En Naranja, “desde 2017 las licencias por adopción son parte de los beneficios que ofrecemos a nuestro colaboradores: las mamás gozan de una licencia especial de 60 días corridos posteriores a la adopción de su hijo, y los papás 15 días más una hora libre por día durante 30 días desde que vuelven de su licencia”, describe Eugenia Patiño, directora de Relaciones Humanas. Este beneficio aplica sin importar la edad del hijo adoptado.
En línea con la idea de “propiciar armonía entre el trabajo y la vida personal”, la empresa también otorga “10 días de licencias al año para cuidar hijos enfermos, con goce de sueldo, Y dos horas libres el día de cumpleaños de sus hijos”, agrega la ejecutiva.
“Debería fijarse una cantidad de días de licencia por cada niño, adoptado o no adoptado, distribuido entre ambos padres o para madres o padres solos”.