ALTAS TASAS DE LETRAS EN ESTE ESCENARIO PREELECTORAL
Para Persichini, "la amenaza de los efectos negativos del carry va a estar más que compensada por la incertidumbre electoral. El goteo minorista hacia la dolarización se va a profundizar y la tasa pone paños fríos a esto".
"El riesgo de que se profundice el carry trade siempre está", dice Lorenzo. "La pregunta que sigue es si podríamos hacer algo para evitarlo. Lo cierto es que a este Gobierno no le gusta el control de capitales. A mí no me gusta que para llevarse la tasa un par de fondos dejen el tipo de cambio en cualquier lado porque el dólar es un precio importante en la economía. Pero si el ingreso de capitales sirve para llegar tranquilos a las elecciones..."
Persichini indica que "la estabilidad del tipo de cambio es la única ancla en que el Gobierno puede confiar. Los movimientos sobre la economía real tardan más en llegar, aunque se nota que las decisiones de promover el consumo a través de créditos blandos ya están dando un buen rédito".
¿Preocupa el atraso cambiario?, preguntó el Económico. "Hoy el dólar no es preocupante porque todavía hay superávit. Al sector privado este tipo de cambio le cierra porque hoy el nivel de actividad es mediocre. Pero si la actividad repunta, la demanda de importaciones va a reaccionar y podría ocurrir que se necesitara un tipo de cambio un poco más alto", indica Lorenzo.
Redrado insiste en que "el Central debería ser más agresivo en la baja de la tasa con vistas a empezar a dinamizar el crédito. Esto requiere sintonía fina para que no haya una reacción cambiaria abrupta. El camino de bajar la tasa debe ser serio y consistente. Porque si no, la tasa solo sirve como una barrera de contención artificial del tipo de cambio", apunta. El Ministerio de Hacienda colocó la semana pasada US$1.361 millones en Letras del Tesoro en dólares (Letes) y $83.586 millones en Letras en Pesos Capitalizables (Lecap). En total, el monto colocado superó los
US$3.300 millones, un importe considerable para estos instrumentos.
Conseguirlo, sin embargo, fue bastante trabajoso para el Gobierno. Una de las estrategias utilizadas fue la de incluir en la Licitación
una Letra con vencimiento antes del cambio de Gobierno y otra con vencimiento posterior. Esto se hizo tanto para las Letes (una con vencimiento el 11 de octubre de este año y otra con vencimiento el 31 de enero del año que viene) como para las Lecap (una con vencimiento el 13 de septiembre y otra con vencimiento el 31 de julio de 2020).
Presentando una alternativa de inversión anterior al cambio de Gobierno, el Estado consigue colocar mayores montos y menores tasas, especialmente en las Letes. El problema es que el tiempo avanza inexorablemente y este recurso se va acabando. Pronto no tendrán más alternativa que licitar solo Letras con vencimiento el próximo año.
En lo que respecta a las Letes que vencen el 31 de enero de 2020, ya tenemos un antecedente reciente. Unas horas antes que se anunciara la fórmula Macri-Pichetto se habían licitado esas mismas Letes y se había pagado 7%. Dada la calma en los mercados, la baja en el riesgo país y la caída del dólar que se suscitó luego del anuncio de dicha fórmula, se hubiese esperado que se convalidara una tasa menor. Ocurrió lo contrario: la tasa subió al 7,5%, más en línea con lo que rinden los bonos en dólares.
Por otro lado, de los US$1.361 millones colocados, US$416 millones no los tomó el público inversor sino el mismo Estado a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. De todos modos, debe ser dicho, el objetivo de colocación era de US$900 millones y, sin el FGS, se colocó entre el público US$945 millones.
Ahora bien, de los US$945 millones, solamente US$251 millones fueron colocados en Letes que vencen el año que viene. Esto es lo único que importa para el cumplimiento del plan financiero 2019, todo el resto fue simplemente patear la pelota para más adelante.
Respecto a las letras en pesos, en las Lecap se notaron dificultades en dos aspectos. En primer lugar no se llegó a colocar la totalidad de los $95.000 millones buscados y se recibieron ofertas por $83.586 millones. Esto explica la segunda dificultad: tuvieron que ser generosos con la tasa pagada para conseguir colocar la mayor cantidad posible. El mercado secundario de Letras nos da una pauta de qué esperar en la licitación. Las Lecap con vencimiento un par de semanas antes o un par de semanas después que la licitada para el 13 de septiembre, se negociaban a una tasa entre 53% y 54% anual. Sin embargo, se terminó licitando a 58,5% de interés anual. Excelente noticia para los inversores que pudieron participar de la licitación, no tan buena para el Estado.
La incertidumbre explica también que solamente se hayan colocado $22.318 millones en la Lecap que vence en julio 2020 porque la matemática lo presenta como un excelente negocio. La tasa de rendimiento es de 61% anual, cuando la expectativa de inflación para los próximos 12 meses es de 30% y la tasa de Leliq, instrumento de política monetaria del Banco Central, ha bajado desde 74% que pagaban a principio de mayo hasta menos de 63%. Esto ocurrió mientras se lograba cumplir con el objetivo de base monetaria acordado con el FMI, lo que da la pauta de que las tasas podrían seguir bajando.
En la medida que no se despejen las dudas respecto a la conducción política del país, el Estado tendrá dificultades cada vez mayores para renovar las Letras y los inversores tal vez sigan teniendo oportunidad de aprovechar las altas tasas.
La tasa bajó y se cumplió con el plan monetario acordado con el FMI, lo que da la pauta de que la tasa podría bajar más.