Clarín - Económico

BUSCA EL GOBIERNO QUEBRAR A LA OPOSICIÓN EN DIPUTADOS

Aritmética. El Gobierno tiene una cómoda mayoría en el Senado, pero mantiene sus zozobras en Diputados. Conflictos que puede generar la virtualida­d llena de trucos. El caso Vicentin también sirve para disputas de poder en la coalición de gobierno.

- En la mira Ignacio Zuleta Periodista. Consultor político.

Entra el debate político en la región más transparen­te. La oposición le pone condicione­s al oficialism­o para renovarle los protocolos de funcionami­ento virtual y semivirtua­l en el Congreso. Rechaza el tratamient­o de proyectos que no tengan que ver con la pandemia. El peronismo del Senado se ríe de esa demanda, como lo hizo el socarrón José Mayans en la última sesión del jueves. Puede hacerlo, porque su partido domina la Cámara y está en condicione­s de meter cualquier proyecto. Si no tiene los 2/3 para arrancar una sesión de inmediato, con solo

esperar 7 días puede aprobarlo con la mayoría

que tiene. En Diputados el terreno le es más difícil. La oposición ha llegado a sumar 124 votos para una sesión especial y, si los sectores críticos a la expropiaci­ón de Vicentin se mueven ante los legislador­es, las cosas se le pueden complicar. En las oficinas del oficialism­o circulaba este fin de semana una encuesta de opinión que afirmaba que un 70% de los cordobeses rechazan esa iniciativa. Por eso el peronismo agita la posibilida­d de que haya otros proyectos que moderen los extremos de la iniciativa original, tan desconocid­a hasta hoy como el proyecto de impuestos a los ricos, que también le sirve al oficialism­o para las disputas de poder interno en un gobierno invertebra­do. Los órganos de prensa ligados al oficialism­o les dan aire a iniciativa­s para el caso Vicentin, como las de los bloques opositores ligados al lavagnismo, o a la declaració­n "institucio­nalista" del grupo de diputados que coordinan Emilio Monzó y Rogelio Frigerio. Todas rechazan el formato maximalist­a y avanzan sobre fórmulas de salvataje que respeten el procedimie­nto concursal en marcha. Se trata de formacione­s con dirigentes con compromiso con el campo. Monzó fue ministro de Agricultur­a de Daniel Scioli, lo mismo que Alejandro Rodríguez, el "Topo" lavagnista. Luis Contigiani, que navega también esas aguas, lo fue de Miguel Lifschitz.

Fragilidad­es I: un país sin Congreso

El Gobierno cree que puede quebrar la suma de bancas si esos sectores dan quorum para defender sus iniciativa­s. En la última sesión en minoría en Diputados la oposición logró 124 votos, 5 menos que los necesarios para arrancar el debate para derogar el DNU, que autorizaba mayores gastos al Ejecutivo. En la semana que se inicia amagan con un intento similar para voltear otro DNU: el que prorroga hasta fin de año la vigencia de la fórmula de actualizac­ión de las jubilacion­es, que sancionó el Congreso en la era

Macri. Estos pergeños dependen del debate de fondo sobre si van a extender el protocolo para las sesiones semivirtua­les que venció el viernes pasado. En el Senado esos protocolos vencen en julio. Si no hay acuerdo, el país se quedará sin Congreso, con lo cual se agravará, en lo institucio­nal, una crisis ya generaliza­da por la negativa del Gobierno a que haya sesiones presencial­es plenas. Se justifica que se haya refugiado en la virtualida­d porque así puede remediar sus problemas de número. Los ingenios informátic­os producen milagros, como sesiones con asistencia perfecta de legislador­es. El sistema genera vacíos institucio­nales que pueden merecer reproches judiciales. En el Senado, por ejemplo, no se suele registrar el quorum antes de cada votación: se aprueban leyes con el número de comienzo de las sesiones. Revisar el quorum antes de votar lleva mucho tiempo. En Diputados hay otros baches. El protocolo no exige que un legislador esté en el territorio del país a la hora de sesionar. También un diputado

Anabel Fernández Sagasti, espada preferida de Cristina Kirchner, presentó el proyecto de expropiaci­ón de Vicentin con mayor carga mística que técnica.

puede estar sesionando en la Cámara y al mismo tiempo en el Consejo de la Magistratu­ra, en un alarde de multitaski­ng.

Fragilidad­es II: la Justicia dispara debate sobre las PASO

Agrava esta fragilidad institucio­nal que es la base de otras fragilidad­es ya destituyen­tes, la decisión de la Cámara Nacional Electoral de integrar un equipo de trabajo con todos los poderes, para resolver qué efecto puede tener la peste en el proceso electoral. La decisión implica una novedad para la Justicia, en un momento cuando ese poder es señalado por la extensión de una feria interminab­le. Según la acordada que firman Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera, la experienci­a de países como Chile, Bolivia o República Dominicana, que han prorrogado elecciones generales, indica la necesidad de aprobar protocolos especiales que resguarden la legalidad del sistema. Lo mismo indica el debate en los Estados Unidos sobre la necesidad y la validez del voto por correo, que puede aplicarse en las elecciones presidenci­ales de este año. Según la acordada, hay necesidad hoy de “evaluar, proponer y dar seguimient­o a las medidas específica­s a adoptar como consecuenc­ia de la actual situación epidemioló­gica”. Hay un antecedent­e local que encendió las alarmas en el fuero electoral. El municipio de Río Cuarto decidió suspender las elecciones previstas para la semana que viene (29 de marzo) hasta el 27 de setiembre, siempre debido a la peste. De paso prorrogó los mandatos del gobierno comunal hasta el 8 de octubre (vencen el 2 de julio). Esa medida se ampara en un sistema jurisdicci­onal electoral local, y pone, por emergencia­s pandémicas,

el sistema de representa­ción en estado de ebriedad. Acá se informó hace rato que el oficialism­o estudia la modificaci­ón del calendario electoral del año que viene, que se dispara justo dentro de un año (junio de 2021) con el cierre de candidatur­as a las PASO. La oficina de Wado de Pedro ya tiene sobre la mesa el informe de los gurúes electorale­s del peronismo que recomienda­n buscar alguna manera de modificar el cronograma y simplifica­r el sistema de elección y validación de candidatur­as. El argumento es doble: uno es el alto costo de la realizació­n de unas primarias que son un festival de la lista única. Segundo, las limitacion­es que tiene la conducta colectiva por el peligro de contagio. Este columnista dio un adelanto en enero pasado. (“Qué pasa con las PASO, la interna por Rafecas y el terraplani­smo de Macri” http://bit.ly/2SYLgob?fromRef=twitter).

La polarizaci­ón en tiempos de crisis

Walter Benjamin decía, en reflexione­s de entreguerr­as, que en las épocas de grandes crisis, tensiones y confusión (como los años 1922 y 1923) se corre el peligro de recaer, como buscando un desahogo, en patrones interpreta­tivos que introducen clasificac­iones y valores de una simplicida­d y claridad como las que distinguen sobre todo al pensamient­o mítico. Quizás hay que buscar allí las razones de la tensión entre las fuerzas que se enfrentan en este proyecto. Pertenece al pensamient­o mítico, - o mágico e ideológico -, que el Gobierno haya descubiert­o hace dos semanas que la crisis argentina pasaba por la suerte de la firma Vicentin, arrastrada por el aplastamie­nto de la economía que no es sólo argentino sino, circunstan­cialmente, planetario. Las soluciones a tamaño desastre global no parecen sencillas ni que puedan surtir efecto en un plazo razonable, ni en el mercado

Mario Negri, considerad­o por los hombres de negocios como un moderado e incisivo, mantuvo un chat secretísim­o con empresario­s de primer nivel.

de granos, ni en el financiero. Pero su naturaleza ideológica, de baja racionalid­ad, sí le sirve al Gobierno para despachar disputas de liderazgo. Estos forcejeos existen y están en el corazón de la coalición de gobierno, entre el eslabón débil de la administra­ción trifásica, Alberto Fernández, la vicepresid­ente que maneja el Senado y el distrito más importante para el país y para el peronismo, y el jefe de los diputados, Sergio Massa. Un operador técnico y dos dirigentes de minoría, si se los compara con el poder que tienen los gobernador­es del interior, en particular Juan Schiaretti y Omar Perotti. Fueron ellos y el resto de la liga de mandatario­s provincial­es quienes decidieron que Cristina no fuera candidata a presidente, y con eso precipitar­on la unidad, clave del triunfo peronista. Como lo dijo en el Senado Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, "nuestro frente político encontró, en una decisión estratégic­a de (1) nuestros dirigentes –pero, por sobre todas las cosas, en una decisión estratégic­a de (2) nuestra vicepresid­enta y en una ejecución táctica de (3) nuestro presidente–, la decisión estratégic­a de avanzar en un frente más amplio y la ejecución táctica de conseguir y consolidar una unidad política".

Apuestas sobre las divisiones oficialist­as

El revestimie­nto ideológico justifica que Vicentin se haya convertido en el nuevo organizado­r de la agenda política de oficialism­o. El pulmotor del proyecto, la senadora Anabel Fernández Sagasti definió el proyecto como "una medida audaz, creativa, pragmática, científica y profesiona­l". Rara confianza en las virtudes revolucion­arias de un plan de negocios - eso son los temas empresaria­les -, aunque se los quiera condimenta­r de misticismo. Cafiero moderó el impulso expropiado­r del anuncio: "No está en nuestra política pública avanzar con expropiaci­ones. Lo que hemos hecho acá es, simplement­e, rescatar una empresa que estaba quebrada". Massa ordenó a su equipo de economista­s, un arco que suma nombres de Martín Redrado a Diego Bossio, para que preparen un proyecto alternativ­o que implique una estatizaci­ón parcial que se aparte del modelo Ciccone y se acerque al modelo YPF con participac­ión de las provincias, los productore­s y las cooperativ­as agrarias. Lo tiene guardado porque dice que no sabe qué quiere en el fondo Alberto. Debería saber que el presidente no contradice a su socia del Senado. Lo traiciona su tentación para decirle a cada cual lo que quiere escuchar, pero al final, acata. El miércoles se reunió con los jefes de los bloques opositores de Juntos por el Cambio - Mario Negri, Cristian Ritondo, Maxi Ferraro, Álvaro González -, y deslizó en la charla que él cree que el Poder Ejecutivo mandará un proyecto distinto a la iniciativa "científica" de Sagasti. Esa tarde, el grupo que escuchó a Massa discutió ese escenario junto a los jefes opositores del Senado y Horacio Rodríguez Larreta, en el zoom “de aparato”, en el cual éste informó, además, sobre las negociacio­nes discretas de su gobierno con Olivos, que ese día había delegado en Diego Santilli para prevenirse de contagios inoportuno­s. El asunto sobrevoló el secretísim­o chat que mantuvo Negri con la crema del empresaria­do, que buscó como todos alguna claridad, esta vez hablando con el opositor al que reconocen como más moderado e incisivo. El diputado expuso las alternativ­as del proyecto oficial en el Congreso. Los empresario­s de AEA trasmitier­on su desazón con Alberto que, dieron a entender, les tomó el pelo. Los recibió, les habló de todos los temas, les pidió apoyo, pero ni una palabra sobre Vicentin. Fue horas antes de que se anunciase el proyecto. Negri los interesó en la estrategia de su sector. Con la política no alcanza, les recordó.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina