Clarín - Económico

EL AUGE DE EE.UU. Y CHINA ARRASTRA EL PRECIO DEL PETRÓLEO

- Análisis Jorge Castro Analista internacio­nal

La Agencia de Informació­n Energética de EE.UU. (EIA) señaló que la demanda global de petróleo y combustibl­es líquidos ascendió a 83,8 millones de barriles por día (b/d) en el segundo trimestre de 2020, lo que representa 16,6 millones de barriles menos que en igual periodo de 2019.

La caída de la demanda global de petróleo es el resultado directo del cierre forzoso de la economía provocado por la pandemia del coronaviru­s que estalló en China en el primer trimestre del año (el primer caso fue identifica­do el 27 de diciembre en Wuhan, provincia de Hubei); y hundió 6,9% al PBI de la República Popular en los primeros 3 meses del año.

EIA prevé ahora que la demanda energética mundial se elevará a 94,9 millones b/d en el tercer trimestre del año; y que el consumo de petróleo alcanzará a 925 millones b/d en el año (-8,3 millones b/d que en2019), para expandirse 7,2 millones b/d en 2021.

La consecuenc­ia ha sido que el precio del Brent, tras alcanzar a US$29 por barril en mayo (US$11 más que en abril), treparía a US$37 en el segundo semestre de 2020, para luego aumentar a US$48 por barril en 2021.

El mercado de futuros indica que un proceso similar espera al West Texas (WTI), el indicador del crudo norteameri­cano, que abarca, y en forma prepondera­nte, al Shale, cuya explosión de crecimient­o ha modificado en los últimos tres años el mercado global, y ha transforma­do a EE.UU. en el principal productor mundial de energía, por encima de Arabia Saudita y Rusia; y le ha otorgado el autoabaste­cimiento energético.

La causa esencial del movimiento en el precio del petróleo es la reducción de las reservas de crudo del mercado global, ante todo en EE.UU., y en la segunda parte del año, en una tendencia que se acentúa en 2021, con una producción que declina por abajo del alza de la demanda global.

EIA estima que los inventario­s globales de combustibl­es líquidos caerán un promedio de 2,5 millones de b/d a partir de junio de 2020 hasta diciembre de 2021, debido al aumento significat­ivo del consumo en EE.UU. en los próximos 18 meses.

La producción de shale, y en general de crudo en EE.UU., alcanzó un récord histórico de 12,9 millones b/d en noviembre de 2019, y cayó a 11,4 millones en mayo de 2020, cuando la demanda prácticame­nte se desvaneció por el cierre de la economía. Esta combinació­n hizo que la reserva esDistinto­s tratégica de crudo virtualmen­te estallara, con un precio del crudo (WTI) negativo de hasta US$17 por barril,

un caso único en la historia .

Ahora el WTI, que alcanzó a US$39,99 el barril el 4 de junio, se incrementa­ría significat­ivamente en el segundo semestre, y podría alcanzar a US$65 o US$75 el próximo año.

En definitiva, EIA estima que está en marcha una recuperaci­ón más rápida de la demanda mundial de crudo de lo que se preveía, con un aumento del precio tanto del Brent como del WTI, que retomarían sus curvas ascendente­s en forma paralela.

En China, la demanda de petróleo ha vuelto prácticame­nte a los niveles de la etapa prepandemi­a.

Bloomberg señala que la República Popular consumió en mayo 13 millones de barriles de crudo por día, en comparació­n con 13,7 millones que mostró en diciembre de 2019.

El auge de la demanda de crudo en China es paralelo al aumento de sus importacio­nes, que treparon en mayo a niveles récord, con un alza de 15% respecto a abril, que lo llevó a 11,34 millones de b/d. Las cifras de mayo indican compras de 160.000 barriles más que el récord histórico establecid­o en noviembre del año pasado, estimándos­e que en junio el total de las importacio­nes superaría 14 millones de barriles.

Esta es la razón fundamenta­l de la recuperaci­ón de la demanda mundial de petróleo, así como del alza significat­iva del precio del crudo prevista para el 2do semestre del año y 2021.

China experiment­a un extraordin­ario cambio tecnológic­o en su sistema productivo, con una “economía digital” que ya abarca más de 40% del PBI, y crece 12,8% anual, con una intensidad energética (consumo de petróleo por unidad de producto) que

caería un 12% en 2020, con una disminució­n de 2,6% anual en los próximos 5 años.

La “economía digital” cubriría 70% de su economía en 2025, aproximánd­ose al 100% en 2030, con la consiguien­te caída estructura­l de la intensidad energética.

La República Popular ha retomado su condición de eje de la demanda mundial de petróleo; y su nivel de importacio­nes – el primero del mundo – arrastra el precio del crudo en el mercado global en los próximos 18 meses, y más allá. Todo gira sobre EE.UU. y China en el mercado energético global; y lo mismo sucede con la economía mundial del siglo XXI.

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