Pagar con el celular: se calienta la pelea entre bancos y fintechs
Modalidad. Proliferan las billeteras virtuales y los pagos con QR. La industria financiera se reconvierte y le apunta a Mercado Pago, que lidera en ese mercado.
El cliente quiere que sepamos quién es y que le demos ofertas relevantes para él.
La industria financiera se reconvierte. La pandemia impuso también nuevos patrones de consumo, como la compra onliney y el uso de diferentes medios de pagos y dispositivos de cobranza: tarjetas de contacto o prepagas, billeteras virtuales y los códigos QR, el más popular. Las estadísticas reflejan esos cambios. Según la Cámara Fintech, hoy existen más de 14 millones de CVU (cuentas digitales) creadas por apps financieras, 3 millones de comercios aceptan pagos por POS que se conectan al celular y 6 millones de tarjetas emitidas por billeteras electrónicas.
No sólo eso. También en 2020 se profundizó la bancarización para canalizar los pagos del IFE y la AUH, entre otros. Cifras del Banco Central indican que hoy 33 millones de argentinos, el 91% del total, tienen al menos una cuenta bancaria. A pesar de los avances tecnológicos y la mayor inclusión financiera, las operaciones en efectivo todavía representan el 80% del total. A diferencia de otros mercados, como China, donde los pagos móviles representan el 70%, o en los Estados Unidos, cerca del 50%.
Así, la revolución del dinero electrónico en la Argentina registra avances notables, pero tiene varios desafíos por delante. “Pagar sin tocar dinero” todavía es una promesa y fue el eje de dos paneles que organizó Clarín la semana pasada, que fueron moderados por Daniel Fernández Canedo y Gustavo Bazzan, editor jefe y editor de la sección Economía de Clarín.
La convocatoria fue amplia y abarcó a directivos de bancos, empresas, proveedores de servicios financieros y fintech: Eduardo Hecker (Banco Nación), Brian Anthony (Banco Macro), Gabriela Saavedra (KPMG), Sandra Yachelini (PAE), María Paula Arregui (Mercado Pago), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Ignacio Giménez Zapiola (Bimo), Javier Cesari (Fiserv) y Federico Cofman (Payway).
En el sector consideran que la pandemia aceleró la reconversión financiera de manera impensada. “Hoy, 8 millones de personas pagan con el celular y la cantidad de pymes que cobran en forma digital se triplicó”, opinó Arregui. Mercado Pago (la fintech de Mercado Libre), fue la primera en lanzar en el país los pagos con código QR y que hoy tiene 5,4 millones de usuarios y 1,3 millones de comercios adheridos. Pero en el negocio hay más de 30 fintechs muy activas, entre ellas Modo (perteneciente a un consorcio de 32 bancos), Bimo (de Prisma y 365 Clarín), Ualá, Naranja
y Cuenta DNI (Banco Provincia).
La persistencia del efectivo implica mayores costos para las empresas y también para el Estado. El Central alienta la difusión de herramientas digitales para limitar su uso, pero los avances son lentos. En tal sentido, Hecker explicó que como gran parte de la ayuda social, como el IFE, se canalizó a través de los bancos públicos, y el Nación llegó a incorporar “1,3 millones de personas en una sola semana”. No obstante, la gente se inclina por retirar el dinero de los cajeros.
Y esto a pesar de la proliferación de billeteras virtuales. Según el Banco Central, a fin de 2020, el 24% de la población adulta tenúa una CVU (billetera virtual). Esto quiere decir que alrededor de 8 millones de personas cuenta con al menos un app para realizar transacciones financieras (pagos móviles, transferencias electrónicas, entre otros). Según App Annie, el ranking de descargas medido en millones lo lidera Mercado Pago (18,4), Ualá (7,1), Cuenta DNI (5,1), Brubank (3,6), BNA+(2,8), Reba (2,2), Naranja (2,1), Valepei (1,4) y Moni (1,3).
La descarga de una billetera no implica necesariamente su uso. Pero es un comienzo. Y su evolución es seguida muy de cerca por el Banco Central, principal interesado en limitar el uso del cash. La razón es simple y la
Si no apostamos a la competencia abierta e interoperable, promovemos el efectivo.
explica Cesari: “La informalidad en torno al efectivo es común en todos los países de la región. Por eso -agregóhay que crear los incentivos correctos para corregir el problema”.
¿Por qué la preocupación? Por el alto costo del uso de billetes y monedas para las transacciones, tanto para el Estado como para las empresas. Yachelini, de PAE, ilustró al respecto con un ejemplo. En las estaciones de servicio, “el 46% de las operaciones todavía se efectúan en efectivo” y eso representa “el segundo costo más importante después del personal”. Reducir el cash encabeza la agenda de preocupaciones tanto para el sector público como para el privado.
Surge el interrogante sobre su vigencia, en contraste con lo que ocurre en economías más desarrolladas: ¿es una cuestión de hábitos? ¿es algo cultural? “No lo creo”, respondió tajante Barbieri, y añadió: “La tecnología está, pero falta competencia. Si no apostamos a la competencia honesta, abierta e interoperable, promovemos el statu quo, que es el efectivo”, dijo. El empresario, además, cree que faltan estímulos, como la eliminación de impuestos a las transacciones digitales más chicas.
Giménez Zapiola aclaró que el sector privado también puede aportar su granito de arena. Como por ejemplo, los beneficios que ofrece Bimo al integrar en su billetera los beneficios de la tarjeta 365. “La gente valora los descuentos y las rebajas: eso ya está impregnado en el ADN de los argentinos”, señaló. Bimo cuenta con un rastreador de ofertas, que le indica al
Una clave es llegar con nuevas soluciones de cobranza para los comercios.
Javier Cofman Payway