Ganarle a la adversidad
En un tiempo y un mundo dominados por la imagen, en el que parecer importa más que ser y la forma pesa mucho más que el fondo, ella se convirtió en chica de tapa estrictamente por lo que es: un ejemplo de vida, de lucha, y de resiliencia. Porque la de Turia Pitt, tal su nombre, es la historia de una auténtica sobreviviente. De 29 años, en lo que bien podría llamarse su vida anterior, era una de las modelos más cotizadas de Australia, además de una brillante estudiante: se graduó con honores en Ciencia y en Ingeniería en Minas, en la Universidad de Nuevo Gales del Sur. Nacida en Tahití, lugar al que llegó su padre, australiano y surfer, para enamorarse de la isla y de quien sería después su madre, Turia era, además, una gran deportista. Fue justamente corriendo un maratón en Australia -lugar al que se había trasladado la familia a sus 3 años de edad- cuando la vida de Turia sufrió un dramático giro: un incendio forestal en la zona en que se desarrollaba la carrera la dejó con el 65 por ciento de su cuerpo quemado y su rostro deformado, y la convirtió en una sobreviviente. Desde ese momento, septiembre de 2011, soportó cien operaciones y un total de 864 días de internación hospitalaria, luchando por su vida. Hoy, recuperada y sin esconder las secuelas que le dejó el fuego, recorre el mundo dando charlas a partir de su experiencia, realiza tareas solidarias, entrena, acaba de aceptar la propuesta matrimonial del novio que, parte de su vida anterior, siguió acompañándola en esta otra, y llegó a la tapa de la reconocida revista Women´s Weekly. “Más que el brillo de la victoria nos conmueve la entereza ante la adversidad”, escribió Octavio Paz. Casi a la medida de Turia.