CON CARIÑO PARA LAS HORTALIZAS
Un nuevo desarrollo mecaniza el lavado y empaquetado facilitando el trabajo de los productores.
La agricultura familiar y las economías regionales van de la mano; y aunque la superficie no lo represente, la primera ocupa el 53% del empleo total del sector agropecuario. La elevada mano de obra, requerida para momentos específicos como la cosecha y poscosecha de los cultivos intensivos, trabaja a destajo y muchas veces en condiciones infrahumanas. Es por eso que técnicos del INTA IPAF Región Pampeana (Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar) y la Univer- sidad de La Plata desarrollaron un simple y cómodo sistema para la poscosecha de hortalizas, el cual ofrece una radical mejora de las condiciones de trabajo.
El sistema modular consiste en tres máquinas donde cada una realiza una tarea específica; lavado, secado y embolsado de hortalizas. Lo fundamental es que brinda la capacidad de unir los tres procesos mediante un canasto modular, estándar y apilable; evitando el contacto del operario entre paso y paso. Facilitando la incómoda tarea y minimizando la contaminación del producto a comercializar.
Tanto la lavadora como la secadora tienen una capacidad de 15 a 30 kilos. La primera cuenta con un caudal de 100 litros por minuto y una potencia total de 1.200 Watts, con cisterna flotante y conexión a la red de agua del hogar. Posee una bomba de agua de circuito cerrado a presión y un depósito para almacenar la suciedad. La secadora tiene un poder de centrifugado impulsado por un motor eléctrico de 1HP a 3.000 rpm y potencia total de 560 Watts. Y por último, la embolsadora consta de una estructura princi- pal desarrollada en caño de acero que contiene una bandeja donde se quedan depositados los productos lavados y secados, y otra donde se colocan las bolsas estándar de plástico micro-perforado, las más difundidas en la comercialización de hortalizas.
Matías Novelli, diseñador industrial de la UNLP y creador del sistema, destaca que “el uso de una misma estructura facilita la fabricación, al reducir el número de piezas” y pondera como ventaja “la gran capacidad de adaptabilidad a los requerimientos del productor en pos de la flexibilidad, organización y crecimiento del emprendimiento familiar”.
Para el Ing. Marcos Hall, director del INTA IPAF Región Pampeana, “este logro permite flexibilizar las tareas de poscosecha de hortalizas, aumentando la calidad del producto y mejorando las condiciones laborales”. En tanto, el Ing. Sergio Justianovich, investigador del INTA IPAF Región Pampeana y responsable por INTA del Convenio de Comisión de Estudios con la UNLP indica que “resulta necesario avanzar en el desarrollo de este tipo de tecnologías, adecuadas a demandas de los sectores”.