SON DE FIERRO
La familia Masson es contratista de maquinaria por tradición y también produce en sus propios campos, lo cual -aseguran- genera mayor confianza en los clientes.
Los Masson son contratistas y cosechan más de 6.500 hectáreas en Olavarría.
Los hermanos Masson son oriundos de Olavarría, provincia de Buenos Aires, y cosechan las mejores tierras de la zona. Lucas, Adrián, Germán y Claudio llevan el oficio de contratistas en las venas, su padre -Oscart-ambién tenía una sociedad con sus cuatro hermanos y hasta su abuelo se dedicaba a trillar campos vecinos. Las pocas hectáreas propias que conservan de familia en Colonia San Miguel –partido de Olavarría- hacen que además experimenten todas las vicisitudes del productor.
Masson Hermanos se formó en 2002, una vez que el padre de los chicos se jubilara y los dejase al mando del negocio. Los cuatro hermanos consideran que es lo que les gusta y saben hacer, se llevan bien y esto es necesario en el campo ya que conviven más tiempo juntos que con sus propias familias, asi es la vida del contratista.
“Los únicos perjudicados son los hijos y esposa, ya que para nosotros existen muchas comodidades hoy en día, la casilla está muy bien equipada, con todo lo necesario” señala Claudio, que lleva 26 años dedicado a la actividad, desde los 15 que cosecha.
La empresa cuenta con servicios de cosecha, siembra y pulverización. Estiman que trillan alrededor de 6.500 hectáreas por campaña, sumando la fina y la gruesa. En diciembre se encuentran en
CONTAR CON UNA LOGISTICA ACEITADA ES VITAL PARA CUMPLIR CON TODOS LOS CLIENTES EN TIEMPO Y FORMA
plena cosecha de trigo y cebada, desde los primeros días del mes hasta mediados de enero -siempre que el clima acompañe- se mantienen ocupados con las espigas. En febrero realizan trabajos de pulverización para ya en marzo comenzar a levantar la gruesa -gi- rasol, maíz y soja-, culminando la recolección allá por junio. En julio y agosto siembran la fina, septiembre es el mes que les queda muerto y lo utilizan para el mantenimiento y reparación de los equipos. Y ya en octubre comienza la siembra gruesa más algunas pulverizaciones.
La profesionalización del trabajo es la clave del negocio. Hoy en día para ser competitivo no se puede dejar ningún cabo suelto para solo quedar expuesto a imponderables como el clima. Es por eso que con muchos años y clientes ganados, los Masson tienen la agenda y la logística bien afinada para cumplir con todos los compromisos. “Los que manejamos las cosechadoras manejamos nuestros tiempos y clientes, asi como la sembradora sigue su agenda. Cada uno tiene sus prioridades y después en campos más grandes nos encontramos todos” apunta Germán.
Tienen clientes de toda la vida, heredados del padre, y si bien tienen fama ganada en la zona, siempre deben estar atentos para mantener los errores al mínimo. “Si cometiéramos errores no nos llamarían al año siguiente, pero por suerte nunca nos falta trabajo. El hecho de ser también productores
y manejar nosotros nuestras propias máquinas nos da un plus extra” señala Claudio.
El radio por el que se mueven hoy en día es chico, no se alejan casi nada del partido de Olavarría. “Antes nos movíamos más pero hoy no conviene por los gastos que implica mover las máquinas en los carretones, el precio que se cobra hoy no justifica tales movidas y como tenemos buen trabajo nos quedamos por la zona” señala Claudio. Según datos de la Federación de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma) para la fina de este año se movilizó un 30 % menos de maquinaria comparado a la que salió a cosechar el año pasado en todo el país.
Explican que hoy el trigo no es negocio y los productores se ven obligados a intercalarlo en la rotación solo por cuestiones de manejo y conservación del suelo. “Para ser realistas el único negocio que hay es la soja, hoy no hay otro. Pero no se puede hacer soja todos los años porque el campo se desgasta” explica Germán. Ellos notan que muchos productores están escatimando insumos porque no les dan los números, que fertilizan lo mínimo porque si no se funden. “A nosotros nos va mejor como contratistas que como productores, y eso que no se está cobrando lo que se debería. Pero en nuestro caso nos favorece que estamos nosotros arriba de las máquinas y tenemos un solo empleado. A una empresa con uno o dos dueños y muchos empleados no le darán los números” señala Claudio.
En cuanto a los contratos que se manejan hoy, se estila acordar un precio antes de entrar al lote y luego acomodar la tarifa según el rinde. Hoy la fina se está pagando 700 $/ha como base, ajustando si el rinde supera los 4.000 kg/ha. Se charla cada cuánto se sube -500 o 1.000 kg/ha- y de cuánto será la alícuota. Esta modalidad de contrato hace que el trabajo sea realizado de forma óptima y sin pérdidas de grano. “Igualmente nosotros siempre hacemos el trabajo como si estuviéramos trillando nuestro campo, estamos acostumbrados. Además con la tecnología actual es difícil errarle, con todos los sensores que tienen las máquinas si están tirando grano lo sabes” sentencia Germán.
Atrás de la cosechadora viene la sembradora aprovechando la humedad para ubicar la soja. La siembra se está cobrando 400 $/ ha. “Hoy te conviene tener una sembradora y un tractor antes que las cosechadoras, ya que por la inversión el margen es mayor –la sembradora tiene más vida útil y menos riesgo-. La trilla se debería estar cobrando entre 800 y 1.000 $/ha con lo que vale hoy el gasoil y mover el equipo, pero bueno, andando el dueño arriba hoy sigue dando” concluye Claudio.