QUE NO SE CUELEN LOS RESIDUOS
Una correcta limpieza del tanque de la pulverizadora es clave para evitar desastres en los lotes.
Es muy corriente que residuos de fitosanitarios queden alojados en el tanque de la pulverizadora por no haber realizado una limpieza adecuada. Estos residuos se convierten en una amenaza, permaneciendo al acecho y a la espera de que otro producto o solvente los removilice, pudiendo caer sin que nadie se de cuenta sobre algún cultivo susceptible.
Existen casos en los que luego de haber aplicado productos para el barbecho de soja –2,4D, clorimurón, diclosulam, etc.-, las máquinas pasaban a aplicar productos post emeregentes sobre cultivos de girasol, productos con coadyuvantes de gran poder removilizante para todas las partículas del tanque, y de esta forma se quemaban lotes completos. Tan solo 0,3 gramos por hectárea de diclosulam matan una planta de girasol y como preemergente para soja se recomiendan 30 gramos por hectárea. Un gran riesgo puede ser también que con la aparición de las sojas resistentes a 2,4D, un pulverizador pase de aplicar el producto en un lote que lo resiste a uno que no.
La vida media de las sustancias retenidas en el tanque puede ir desde minutos a semanas dependiendo, entre otras cosas, del pH del agua y la dureza. Los productos se comportan de diferente manera según sus propiedades y las del material del tanque. En nuestro país se utilizan mucho los tanques de fibra de vidrio, (material prohibido en la UE) que no son más baratos que los de polietileno pero tienen la capacidad de repararse - emparcharse- en el mismo establecimiento, lo que resulta muy práctico. Las fibras de estos hacen más rugoso el interior del depósito, y en estas rugosidades internas es donde quedán alojados los químicos.
El protocolo de limpieza es el siguiente: cargar con agua limpia hasta llenar el 10% del volumen del tanque o completar el depósito que algunas máquinas traen para tal fin. Después hacer recircular el líquido con el paso de agua al botalón cerrado a través de los aspersores para hacer una remoción de partículas durante al menos 10 minutos. Luego, liberar el líquido a través de la cañería y boquillas.
También se debe realizar la descontaminación exterior del equipo mediante un lavado de baja presión, y siempre utilizar los elementos de protección personal –mameluco, delantal, sombrero, guantes, botas, anteojos y máscara-.
En cuanto a las sustancias de limpieza que existen en el mercado, hay que destacar que su uso efectivo depende del producto fitosanitario o la mezcla que se formuló previamente. Los agentes derivados del amonio elevan el pH, haciendo más soluble sustancias sulfonilureas, permitiendo que salgan con facilidad. Las presentaciones con cloro inactivan otros herbicidas, pero no se debe mezclar con amonio o fertilizantes porque se genera un gas muy tóxico. El uso de kerosene o gasoil es efectivo para remover herbicidas solubles en aceite, pero se debe lavar luego con algún detergente. t