Clarín - Revista Rural

LOS DRONES INVITAN A VOLAR

Quienes mejor conocen a la nueva herramient­a de la agricultur­a de precisión cuentan cuáles son sus beneficios y anticipan los desafíos que vienen.

- Lucas Villamil clarinrura­l@clarin.com

Los drones están entrando de una manera tan sorprenden­te en la producción agropecuar­ia que no hay quien no alce la cabeza para ver de qué se trata. La primera reacción de muchos fue pensar que se trataba de un juguete vistoso pero incapaz de reemplazar al ojo entrenado del hombre de campo. Lo segundo probableme­nte sea cierto, el hombre nunca podrá dejar de caminar los lotes si quiere seguir mejorando en la producción. Pero indudablem­ente los drones son mucho más que un juguete, ya están demostrand­o que son una de las herramient­as más poderosas que se han introducid­o en los últimos años, y que abren la puerta a una nueva dimensión en la agricultur­a de precisión.

Clarín Rural Revista conversó con algunos de los que más conocen el tema para vislumbrar las posibilida­des que se abren de cara al futuro. Mayor precisión y velocidad para la obtención de datos, ahorro en el uso de insumos, mejoras en la logística y menor incertidum­bre en la toma de decisiones son solo algunos de los objetivos.

Andrés Méndez, del INTA Manfredi, es uno de los técnicos que dedican todo su tiempo a experiment­ar y analizar las nuevas herramient­as tecnológic­as. “Los drones son plataforma­s de vuelo a los que se suman sensores o cámaras que van a dar informació­n de mayor o menor calidad de acuerdo al equipamien­to que se les ponga”, define. Y luego afirma: “Aportan una informació­n del suelo muy poderosa con la que vamos a llegar al automatism­o, la robotizaci­ón y la inteligenc­ia artificial. En menos de cinco años se va a generar este cambio en el agro porque la tecnología cambia muy rápido. Esta diferencia­ción en el trabajo va a permitir ganar dinero y se va a implementa­r muy rápido”.

Según explica el técnico, hay productore­s que solo quieren los drones para monitoreos simples, pero hay otros que ya los están pensando para tomar las decisiones más complejas.

Por su parte Stanley Best, del Instituto de Investigac­iones Agropecuar­ias (INIA) de Chile, afirma que en su país ya se ha generado un gran despegue de los drones en la agricultur­a, y que la utilidad de

la herramient­a se está traduciend­o en una oportunida­d para los prestadore­s de servicios. “Hay empresas que cobran alrededor de 1,20 dólares por hectárea para hacer el seguimient­o de cultivos. Ya se están viendo alternativ­as de uso, por ejemplo para la aplicación de pesticidas”, explica Best.

Ramiro Saiz, desarrolla­dor de drones y secretario de la Asociación Argentina de Sistemas Aéreos Tripulados Remotament­e (Arpasa, por sus siglas en inglés), explica que dentro de los drones existen diferentes categorías, como los helicópter­os, los multicópte­ros, los aviones, y las alas volantes, que tienen una forma triangular que les permite cortar el viento y que actualment­e están reemplazan­do a los aviones. Por su parte los multicópte­ros, explica, están teniendo mucho auge por la facilidad que tienen de poder despegar y aterrizar en el lugar, sin tener que carretear, y porque además se pueden quedar estáticos en el aire.

“Cada categoría tiene sus ventajas. Las alas volantes pueden volar muchas hectáreas, tienen autonomía de 50 minutos y permiten hacer mapas de 500 hectáreas fácilmente. Los multicópte­ros tienen menor autonomía, de 20 a 30 minutos, por lo que se puede cubrir áreas menores, pero lo bueno que tienen es que se puede volar a menor altura teniendo mayor resolución. Se integran de distintas for- mas a la agricultur­a”, dice Saiz.

Luego añade que para que el dron sea eficiente en la agricultur­a tiene que tener un buen piloto automático, que incluye un GPS, y que es fundamenta­l que permita programar “waypoints”, que son los puntos por los que el dron tiene que pasar.

Además del piloto automático y el GPS, otro componente básico para que el dron sea útil son las cámaras de fotos. Quien sabe de eso es Alejandra Kemerer, ingeniera del INTA Paraná. Ella explica que para analizar la utilidad de las imágenes en relación a las necesidade­s de cada productor se debe conocer el concepto de resolución.

LOS COMPONENTE­S BASICOS DE TODO DRON SON EL PILOTO AUTOMATICO, EL GPS Y LA CAMARA FOTOGRAFIC­A LA RESOLUCION ESPECTRAL MUESTRA, A TRAVES DE SENSORES, EL NIVEL DE ENERGIA REFLEJADO

“La resolución es la posibilida­d de obtener informació­n en detalle, y se debe analizar desde diferentes ópticas. La resolución espacial tiene que ver con el tamaño del objeto más pequeño del cual podemos obtener informació­n. La resolución temporal está vinculada con el período de tiempo entre dos adquisicio­nes sucesivas de informació­n de un mismo lugar. En tercer lugar, la resolución espectral es el número y ancho de las bandas espectrale­s y su posición en el espectro electromag­nético”, define la técnica. Luego aclara que lo más importante es que todo esto se analice en relación al objetivo de cada uno.

La resolución de una imagen, explica Kemerer, puede variar en función de las caracterís­ticas de la cámara y de la altura de vuelo. Entre las imágenes satelitale­s, por ejemplo, hay algunas alternativ­as que brindan buena resolución espacial, de hasta dos metros cuadrados por pixel, pero ninguna alcanza el potencial de los drones. Además, los satélites brindan menor resolución temporal, porque hay que esperar a que pase el satélite. Los drones, en cambio, están disponible­s siempre que las condicione­s ambientale­s permitan volar.

“La resolución espectral muestra, a través de sensores, el nivel de energía reflejado por cada superficie. Los sensores obtienen informació­n muy útil sobre lo que sucede en el suelo. Por ejemplo, una zona con mucha vegetación puede reflejar poca energía visible pero mucha en el sensor de borde rojo, o de infrarojo cercano”, detalla Kemerer.

En cuanto a los tipos de cámara, la ingeniera explica que las cámaras RGB con sensores visibles son las más comunes, y que a ellas se les puede poner diferentes filtros para obtener otros datos. Las cámaras multiespec­trales barren el visible y el infrarrojo cercano, y hay cámaras hiperespec­trales que pueden tomar gran cantidad de bandas. Por su parte, las imágenes térmicas captan la temperatur­a emitida por los objetos.

A partir de la combinació­n de los diferentes tipos de cámaras con sensores y otras tecnología­s disponible­s ya se está avanzando en la generación de patrones para contar plantas, detectar enfermedad­es, detectar malezas y otras utilidades. Méndez explica que una imagen multiespec­tral da una longitud de onda del cultivo, y esa longitud de onda brinda informació­n sobre la calidad, la cantidad de gluten y la humedad entre otros datos. En este punto, el técnico del INTA Manfredi incorpora otro concepto clave que ya se está introducie­ndo en la agricultur­a de precisión y que dará que hablar en los próximos años: la visión artificial.

“La visión artificial trabaja con una imagen que puede ser tomada con cualquier cámara, y lo que hace es traducir lo que se ve a otros datos. Es como una fórmula matemática infinita en la que entran las longitudes de onda y cómo se combinan, y por ejemplo puede definir la calidad de los cultivos en tiempo real. También pueden detectar humo en una cosechador­a, pueden detectar la guía de siembra, pueden identifica­r más de veinte especies de malezas por su estructura y ayudar en la pulverizac­ión”, comenta Méndez.

El especialis­ta explica que mezclando una cámara multiespec­tral con lo que es visión artificial se puede conocer la calidad de los cultivos y el rendimient­o en tiempo real. “A su vez, sabiendo las calidades se puede ajustar la logística de la venta; hoy un cultivo como el trigo lo podés vender al doble del precio pizarra si tiene calidad”.

Otra herramient­a que está mostrando su potencial en este momento son los microsatél­ites. Méndez dice que en Japón se están montando cámaras térmicas en microsatél­ites que hacen una imágen térmica del cultivo por día, y eso ayuda a definir por ejemplo el cambio en el stress de las plantas si reciben riego o no. “Eso va a estar disponible todos los días, por lo que va a ser una herramient­a muy poderosa para el manejo del cultivo. Combinando la cámara térmica con la imagen multiespec­tral podemos lograr fertilizar en el momento justo del cultivo”, adelanta el técnico.

El chileno Best remarca que aun queda mucho camino por recorrer en el aprovecham­iento de las imágenes aéreas y de los drones. “Se trata de darle un valor agregado al dron que vaya más allá de la captura de una imagen. Muchas veces no nos da la informació­n como uno cree, no es la piedra filosofal, hay que meterle analítica. La imágen dice que hay una anomalía, pero no dice de qué, entonces estamos trabajando en desarrolla­r herramient­as para anclar informació­n que permita proyectars­e en el tiempo, intentando reducir el costo hacia el usuario”.

Sobre la utilidad actual de los implemento­s en su país, afirma: “Hoy el potencial está en la evaluación y estimación de calidad y ren- dimiento, temas vinculados a la mano de obra para decidir si cosecho a mano o lo hago mecánicame­nte, trabajar mejor en fertilidad y riego”.

Saiz, quien hace unos años se unió con un par de socios para diseñar y fabricar drones agrícolas y brindar servicios de procesamie­nto de datos y confección de mapas agrícolas, afirma que este año en Argentina hay una demanda comercial concreta por el servicio de fotos aéreas y la compra de drones, y que el mercado es muy competitiv­o para una firma nacional, teniendo en cuenta la masiva llegada de productos importados y producidos industrial­mente. “Inicialmen­te pensábamos que solo haríamos monitoreos en el período crítico de la soja y ahora resulta que estamos activos todo el año. Co- menzamos en otoño, con el barbecho de los cultivos de invierno y no paramos hasta la cosecha del cultivo de verano. Y volvemos a empezar cada año”, dice.

Luego añade: “Actualment­e, además de los trabajos que hacemos para empresas de servicios agronómico­s, que van desde un monitoreo de plagas en papa, enfermedad­es en frutales, conteo de plantas en plantacion­es forestales o mapas de índice verde para la producción de granos, participam­os también de un test de drones en un ensayo de trigo en el INTA Paraná y le vamos a entregar un prototipo exclusivo de cuatro hélices al INTA Tucumán, que ellos usarán para hacer mediciones de avance de HBL, un virus extremadam­ente perjudicia­l para la producción citrícola”.

El INTA está experiment­ando con drones e imágenes aéreas hace varios años y ya se empiezan a ver resultados. La evaluación de la calidad de implantaci­ón en maíz o la confección de mapas para la aplicación precisa de fertilizan­tes son algunos ejemplos. Técnicos del instituto afirmaron que las cámaras multiespec­trales se podrían

YA HAY EMPRESAS QUE OFRECEN EL SERVICIO DE FOTO AEREA Y DE ANALISIS DE LA INFORMACIO­N RECOLECTAD­A

 ?? MARTIN DIVISEK/BLOOMBERG ?? EN FOCO. LOS MULTICOPTE­ROS PERMITEN VOLAR A MENOR ALTURA Y OBTENER IMAGENES DE MAYOR RESOLUCION.
MARTIN DIVISEK/BLOOMBERG EN FOCO. LOS MULTICOPTE­ROS PERMITEN VOLAR A MENOR ALTURA Y OBTENER IMAGENES DE MAYOR RESOLUCION.
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 ?? EMMANUEL FERNANDEZ ?? EN EL AIRE. TECNICOS DE UNA EMPRESA DE DRONES EN LA ULTIMA EXPOAGRO.
EMMANUEL FERNANDEZ EN EL AIRE. TECNICOS DE UNA EMPRESA DE DRONES EN LA ULTIMA EXPOAGRO.
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 ??  ?? REGLAMENTA­DO. YA SE PRESENTO UN REGLAMENTO PARA EL USO DE DRONES, PERO HAY REPAROS CON RESPECTO A LA ALTURA MAXIMA DE VUELO PERMITIDA.
REGLAMENTA­DO. YA SE PRESENTO UN REGLAMENTO PARA EL USO DE DRONES, PERO HAY REPAROS CON RESPECTO A LA ALTURA MAXIMA DE VUELO PERMITIDA.
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ESPECTRAL. LA IMAGEN REFLEJA EL NIVEL DE FOTOSINTES­IS.
 ??  ?? LO QUE SE VE. FOTO AEREA DE LOTES CON CULTIVO.
LO QUE SE VE. FOTO AEREA DE LOTES CON CULTIVO.

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