SI HAY QUE APLICAR, QUE SEA SEGURO
Recomendaciones básicas para el uso eficiente de fitosanitarios.
En diversas actividades productivas de nuestro país se hace frente a enfermedades, malezas y plagas que disminuyen el rendimiento y la calidad de los productos cosechados. Además de otras herramientas, los agricultores cuentan con productos que protegen a los cultivos y reducen el efecto de estos agentes sobre la producción y la calidad de los alimentos.
En horticultura, la aplicación de productos fitosanitarios se realiza mediante mochilas pulverizadoras, las cuales pueden contar con un solo pico o con una barra portapico. Si bien constituye una técnica muy efectiva para el control de enfermedades, malezas e insectos, es importante tomar los recaudos necesarios para hacerlo de manera eficiente y segura.
Existen cuatro puntos clave a considerar en el momento de realizar una aplicación: producto, dosis, momento y protección.
Es importante elegir correctamente el producto a utilizar, para esto es necesario contar con el asesoramiento de un profesional y realizar un correcto monitoreo identificando la plaga problema y evaluando, mediante umbrales de acción o económicos, si se justifica la realización de la aplicación. Posteriormente, cuando la decisión esté tomada y seleccionado el producto correcto, se deberán respetar las dosis que figuran en la etiqueta del producto. Dosis más altas de la adecuada no generarán un mayor control, por el contrario, pueden generar efectos indeseados en los cultivos.
Para lograr que la dosis aplicada sea la correcta, se deberá calibrar y ajustar la carga de la mochila de acuerdo a como lo indique el fabricante. También se deberá tener en cuenta la velocidad de avance de la persona. Se recomienda mantener un ritmo constante en toda la extensión aplicada. Si en algunos sectores se demorara, la dosis aplicada será mayor que en aquellos sectores donde se haya avanzado más rápido, y lo que se quiere lograr es que la dosis sea uniforme en toda la zona a aplicar.
En cuanto al momento se deberá tener en cuenta que el viento no sea excesivo (no mayor a 15 km/h), lo que podría generar derivas en la aplicación, y que la temperatura y humedad se encuentren en los rangos adecuados (temperatura no mayor a 25ºC, humedad entre 45 y 65%). Los mejores momentos del día para realizar una aplicación son temprano por la mañana o a la tarde, mientras aún haya luz.
Al cumplir estas condiciones y estar listo para aplicar, el aplicador deberá contar con el equipo de protección personal adecuado. A diferencia de aplicaciones con maquinaria, donde el trabajador se encuentra resguardado en una cabina presurizada al momento de la aplicación; en aplicaciones con mochila el trabajador se encuentra mayormente expuesto al producto a aplicar. Por lo cual, en todo momento se deberá contar con: botas o zapatos de suela impermeable, traje impermeable o repelente al agua -el cual deberá cubrir tanto piernas como brazos y abdomen-, antiparras, guantes de nitrilo, mantener su cabeza cubierta con un gorro o capucha impermeable y utilizar máscaras respiratorias con filtros de vapor orgánico.
Siguiendo estas recomendaciones se logrará hacer aplicaciones de productos eficientes y seguras, que protejan a los trabajadores que realizan la aplicación. Esto permitirá producir alimentos de calidad, seguros e inocuos para los consumidores. t