SIN UN ESTANDAR
Segúnla Cepal Argentina tiene 32 cadenas agroalimentarias pero solamente tres tienen mercados institucionalizados, esto es, mercados con reglas de juego comercial, donde sabés qué se compra y qué se vende, con un estándar a partir del cual se genera un precio de referencia para ajustar la transacción a través de un contrato que formaliza las condiciones de compra-venta”, relató Eduardo García Maritano al analizar la difícil situación que atraviesa la producción de leche hoy en Argentina, por sus condiciones de comercialización a diferencia de la venta de granos o hacienda. Desde 2004 en adelante, además de ser productor y asesor, García Maritano dedicó mucho tiempo a estudiar y aportar ideas de lo que tendría que ser un mercado lácteo institucionalizado. “Tenemos que trabajar para que cuando decimos ‘leche’ sea lo mismo que cuando decimos soja o maíz, con unas condiciones específicas y un precio de referencia”, dijo el productor. García Maritano lo compara con la compra-venta de un vehículo: “Hoy la leche se vende sin tener un estándar de comercialización, que es como si publicitara la venta de un coche sin decir qué marca y modelo es ¿ cómo se le puede poner un precio a eso?”. Y agregó “Nadie vendería un auto a una persona que no quiere firmar el 08 o el boleto, imaginemos que un tambo de 4000 litros vende casi dos autos por mes sin firmar nada y a merced del precio que se defina pagarle después de la entrega”. Algo de ese modelo de comercialización con parámetros de compra-venta se pudo establecer en la provincia de Santa Fe. En 2009 se generó un decreto que estableció una calidad de leche estándar con un precio de referencia y se definió un contrato de suministro que tiene arbitraje de Cámara. Sin embargo, los instrumentos están pero casi nadie los pide porque desconocen su existencia o porque si lo piden las fábricas amenazan con dejar de recibirles la leche y nadie arbitra a favor de ellos.