LAS ESPIGAS SE CUIDAN CALCULADORA EN MANO
El monitoreo permanente y el conocimiento de los umbrales de daño son condiciones básicas para reducir las pérdidas por enfermedades.
ceptibilidad de los genotipos.
Las manchas foliares son más severas y aparecen más frecuentemente en lotes bajo monocultivo y siembra directa. Los estudios sobre Mancha Amarilla y Septoria en trigo registran pérdidas del rendimiento de hasta el 30 por ciento. Respecto a la Roya de la hoja, su gran plasticidad en cuanto a requerimientos térmicos y la frecuente siembra de cultivares susceptibles le ha permitido un crecimiento continuo en la región Pampeana.
Estas razones hacen que la roya de la hoja sea considerada una de las enfermedades objeto de control más importantes. De manera general, se puede afirmar que la gravedad de la royas es tal que obliga a los productores a abandonar cultivares y a los mejoradores a generar otros en forma constante. países y regiones. En Argentina se registraron epidemias importantes en los años 1925/ 26, 1929/ 30, 1940/41 y 1950/51, generando daños de hasta 1.900.000 toneladas para el período 1949-1958. Cultivos completamente sanos pueden quedar totalmente destruidos en apenas unos pocos días.
Hasta hace poco tiempo, y debi- do a la disponibilidad de cultivares con resistencia a las distintas razas del patógeno, esta enfermedad había sido eficientemente controlada por el gen Sr31, hasta que en 1999 surgió una nueva raza en Uganda, la denominada Ug99 que afecto los trigos de ese país y Kenia, dejando inefectivo al gen Sr31. Más tarde apareció otra variante de esa raza que comenzó, junto con la Ug99, a doblegar los genes Sr31 y Sr24 que durante años habían otorgado resistencia a la mayoría de los genotipos de trigo del mundo.
En Argentina, desde hace algunos años, varias zonas del país fueron invadidas gradualmente por la aparición de la roya negra, primero en parcelas experimentales y ahora en lotes comerciales. De esta forma, lotes en el norte de Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires han mostrado síntomas de esta peligrosa enfermedad, que alertó a productores y asesores.
Por ello, el productor/asesor deberá informarse con los organismos oficiales como el INTA y el INASE y con los semilleros de cuál es el comportamiento sanitario de los genotipos que desea sembrar y seleccionar aquellos que tengan los mayores niveles de resistencia. El monitoreo y el eventual uso de fungicidas será clave en aquellos lotes donde se encuentre la enfermedad a consecuencia de sembrar una variedad susceptible.
Sin embargo, el uso de dosis bajas o medias dosis, o formulaciones monomoléculas ( triazoles) fre-