EL RIEGO SERA LA PROXIMA GRAN APUESTA
Actualmente en la Argentina solo se irriga el cinco por ciento de la superficie cultivable.
El agua es un recurso fundamental y de gran utilidad para las actividades agropecuarias. Nuestro país tiene el 75 por ciento de su territorio con suelos áridos y semiáridos, por lo que el uso conciente del agua y del riego es clave para un desarrollo eficiente y productivo. Por otro lado, los impactos generados por el cambio climático presentan desafíos y oportunidades para el riego como herramienta de desarrollo.
Es por ello que el INTA desde hace décadas viene fomentando políticas y generando tecnologías para el mejor aprovechamiento de los recursos hídricos en el país, mejorando así las condiciones de vida de los productores, a través de proyectos que favorecen el desarrollo rural y regional. Por esto, uno de los roles primordiales del INTA es la conservación del recurso, disminuir rasgos de contaminación, y tender a la recuperación y el co- rrecto uso de los acuíferos.
Cada día es mayor el número de productores que toman conciencia sobre la relevancia que tiene en sus cultivos el uso racional del agua de riego. Han comprobado que la forma de regar puede generarles mejores cosechas y mayores ingresos, sabiendo que el agua es un recurso cada vez más escaso del cual hay que hacer el mejor uso posible. En este sentido, existen varios sistemas de riego recomendables para cada segmento productivo, según las posibilidades.
La superficie bajo riego en Argentina representa entre el 4 y el 5 por ciento del total del área cultivable en el país. El NOA es la región con mayor superficie regada, representando casi el 34 por ciento del total. El riego juega un papel fundamental en la producción agropecuaria e impacta en la sustentabilidad ambiental y social del medio rural.
Los principales cultivos bajo riego en la Región NOA son: tabaco, algodón, maíz, alfalfa, cítricos, ca- ña de azúcar, olivo, hortalizas, vid, soja, legumbres, nogal, frutas finas. En la región se encuentran difundidos diversos tipos de riego: riego por superficie (melgas, tablas, surcos), riego por aspersión (tradicional y mediante equipos de pivote central y avance frontal), riegos localizados (goteo y microaspersón).
En Santiago del Estero, la superficie bajo riego es de aproximadamente 55.000 hectáreas, mientras que en la provincia de Tucumán hay actualmente unas 60.000 hectáreas irrigadas.
Existen limitantes para que la agricultura de regadío pueda expresar todo su potencial productivo, lograr una mayor productividad y mejorar su contribución a la calidad de vida de la población rural. Entre ellas se pueden mencionar: insuficiente información básica; infraestructura de riego incompleta o deteriorada; el desconocimiento o falta de aplicación de las técnicas modernas de riego; la escasa modernización en la operación y gestión de los sistemas públicos de riego; y la afectación de suelos por salinidad.
Programa Nacional de Riego
El desarrollo en la Argentina de una agricultura irrigada tecnificada es una de las principales políticas que impulsa el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Su logro requiere de una estrategia planificada e implementada en todo el país, la cual incluye disponer de áreas demostrativas y de capacitación, cuyo objetivo es demostrar a productores y técnicos los beneficios del riego tecnificado en cuanto al uso eficiente y productivo del agua.
En la implementación de las áreas demostrativas de tecnologías de riego se articulan los esfuerzos del PROSAP (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) y el INTA, participando también las Universidades Nacionales.
Se estima que en el ámbito del INTA se implementarán 15 centros demostrativos, distribuidos en las distintas regiones del país. En el INTA, la responsabilidad recae en el Programa Nacional de Agua, creado en 2014.
Los equipos de riego que se instalarán (riego por aspersión, por pivote central, riego por goteo superficial y subterráneo, riego por caudal discontinuo) contarán con la más alta tecnología de control y automatización, tendiente al uso eficiente y productivo del agua sin efectos ambientales negativos, principalmente suelos y contaminación.
Todos estos centros demostrativos a nivel país serán financiados a través de un crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). t
EL 34 POR CIENTO DEL AREA BAJO RIEGO ESTA EN EL NOA, PRINCIPALMENTE EN SANTIAGO DEL ESTERO Y TUCUMAN