BIEN VENDIDOS

Bajola marca “Los Mamones de San Bernardo, excelencia en carnes ovinas”, Miguel Guglielmetti provee de corderos a partidos de la costa que incrementa su consumo en los meses de verano, con la llegada masiva de turistas. Generalmente, toda la producción se comercializa en la costa. “Pero a veces, cuando tene- mos un excedente, como fueron estos dos últimos años porque la comercialización en la costa se vino un poco abajo, vendemos a un frigorífico que abastece a Rosario y Capital Federal”, contó a

y advirtió que “se hace difícil a veces competir con la faena ilegal”. El objetivo es colocar el cordero a 100 dólares oficiales. Como un plus, una de las metas que a veces logran es poder procesar el cordero en una cámara de frío para llegar con una marca registrada de Mamones de San Bernardo: el cordero deshuesado “que tiene muy buena entrada en la gastronomía de Pinamar, Villa Gesell o Cariló. Si bien el corazón del negocio está puesto en la carne, la lana no se deja de lado. La raza corriedale, una cruza entre el Merino de lana fina y el Lincoln que es gruesa, se ha adaptado bien a la zona porque antes era todo Lincoln. Su lana densa es media fina y de alto rendimiento, con buena longitud y suavidad, entre medio tiene algo de lana larga. “Debido a la nutrición logramos una lana con una micra de entre 28 y 30 micrones con un buen rinde al lavado para la industria textil”, consideró Guglielmetti. Hace diez años que hacen una esquila pro-lana. Se esquila, se enfarda y se la lleva el exportador de lanas Chargeurs Wool Argentina S. A. En Trelew se analiza la calidad y luego se vende. Casi toda afuera, a veces lavada y otras en sucio.