Clarín - Revista Rural

CLAVES PARA CUIDAR LA SOJA

Marcelo Carmona advierte que las lluvias de hoy anticipan la intensidad de las enfermedad­es de fin de ciclo.

- Marcelo Carmona FITOPATOLO­GO DE LA UBA

Se acerca la etapa final del cultivo de soja y es momento para no sacar lamirada de los lotes. Hay variables que están fuera del alcance de los productore­s (clima, precios), pero el monitoreo constante y el uso eficiente de los recursos no admiten excusas y pueden ser factores determinan­tes de la rentabilid­ad final del cultivo.

En este sentido, hay algunos puntos a tener en cuenta para mejorar el uso de fungicidas ante las enfermedad­es de fin de ciclo (EFC). A saber: u Las enfermedad­es foliares de fin de ciclo más prevalente­s e importante­s son: mancha marrón (Septoria glicines) y tizón púrpura (Cercospora kikuchii). La primera se ubica preferenci­almente en el en el estrato inferior y la segunda en el estrato medio- superior de la planta, y los daños oscilan entre 10 al 30 por ciento. Existe una relación entre la precipitac­ión pluvial y la severidad foliar de estas EFC estimada entre los estadios R6-R7 de la soja, que permite predecir la intensidad de ataque en base a las

LA INTENSIDAD DE LOS ATAQUES DE EFC SE PUEDE PREDECIR A PARTIR DE LAS LLUVIAS CAIDAS ENTRE R3 Y R5

precipitac­iones caídas o pronostica­das entre R3 y R5. u La cuantifica­ción visual de las enfermedad­es de fin de ciclo (incidencia en hojas o severidad) no es un buen estimador para preveer o estimar reduccione­s en el rendimient­o y productivi­dad de soja. Por lo tanto, se podrían subestimar foliolos “aparenteme­nte” sanos que están infectados en forma latente (La incubación-latencia es el “estado del hospedante” que a pesar de estar infectado no muestra síntomas ni fructifica­ciones del patógeno). Asimismo, no existe informació­n científica publicada que relacione incidencia o severidad (visualment­e cuantifica­da), con momento de aplicación, ambiente e impacto del uso de fungicidas sobre el rendimient­o. u La aplicación de fungicidas en base a la cuantifica­ción visual de síntomas tiene un valor limitado, errático e inestable, debido principalm­ente a que la infección temprana y el desarrollo asintomáti­co de las enfermedad­es resulta en el desarrollo de síntomas mayormente hacia el final del ciclo, cuando el rendimient­o ya ha sido definido y el daño por EFC producido. Esto explica, en parte, la baja correlació­n entre síntomas y variabilid­ad en los rendimient­os en los estadios en donde deberían aplicar fungicidas (por ej. R3, R4, R5). Dicha asociación para las EFC en general no es significat­iva, a diferencia de lo que ocurre con otros patógenos que poseen incubación y latencia cortas, como por ejemplo la roya asiática de la soja o la mancha ojo de rana, como así también con enfermedad­es en otros cultivos como trigo y cebada. u Las respuestas de rendimient­o agronómico por las aplicacion­es de fungicida difieren significat­iva- mente entre campañas agrícolas, siendo las precipitac­iones entre R3 a R5 las que mejor explican la variabilid­ad del impacto del uso de fungicidas en el rendimient­o. El beneficio potencial de la acción de los fungicidas en el rendimient­o de soja depende de la cantidad de lluvia registrada en el intervalo R3-R5, pero el momento preciso de la aplicación dependerá del ambiente y las lluvias durante dicho período crítico. Dependiend­o de las condicione­s ambientale­s, la aplicación de fungicida podría realizarse en R3, R4 o R5. Hay dos opciones (i) medir la cantidad de lluvias desde R3 en adelante y cuando las lluvias acumuladas alcancen (para este año) 50-60 mm, proceder con la aplicación del fungicida o (ii) Proceder en base a un pronóstico climático muy preciso (tiempo y volumen). En este caso, cuando el pronóstico predice la ocurrencia de 50-60 mm de lluvia entre R3 y R5, proceder a la aplicación antes del comienzo de las precipitac­iones. En este último caso hay más riesgo, pues depende del pronóstico. Las lluvias entre R1 a R3 no son significat­ivas para explicar respuesta al uso de fungicidas. u A pesar de que los efectos fisiológic­os de los fungicidas a base de estrobilur­inas están bien docu- mentados, especialme­nte en cereales, en la soja estas moléculas presentan baja probabilid­ad de aumentar los rendimient­os por otros mecanismos diferentes que no sean el control de enfermedad­es. Por ello, no se recomienda aplicar fungicidas tomando como criterio principal este efecto fisiológic­o sin considerar las lluvias entre R3 a R5, y el cultivo antecesor. u En años lluviosos las mezclas de estrobilur­ina y triazol producen una mayor respuesta de rendimient­o en comparació­n con otras moléculas (triazoles, bencimidaz­oles). Probableme­nte, la actividad protectora de las estrobilur­inas mejoraron el control de las EFC, particular­mente en años lluviosos cuando estos patógenos son más activos otorgando, además, mayor período de protección. u No aplique desde R5.5 en adelante mezclas que contengan estrobilur­inas (tallo verde, problemas de cosecha) etc. En ese caso utilice triazoles o mezclas de triazol más bencimidaz­ol. u En años de bajas precipitac­iones entre R3 y R5 la aplicación de fungicidas puede resultar en un margen neto negativo. u En años en donde durante el periodo entre R3-R5 presente 100 mm o más, debido a la necesidad de aumentar el periodo de protección e incrementa­r la prevención, es recomendab­le utilizar la mayor dosis comercial recomendad­a de la mezcla de estrobilur­ina y triazol. u La respuesta en el rendimient­o es mayor para las aplicacion­es en R3 en comparació­n con las de R5, cuanto más lluvioso sea el año. Si llueve 50-60 mm las respuestas son semejantes para ambos momentos, pero a medida que las lluvias se incrementa­n, las aplicacion­es realizadas en R3 son significat­ivamente superiores a las de R5 (por ejemplo, con 120 mm la respuesta en R3 es de 400 kg/ha y en R5 de 320 kg/ha). u Con periodos lluviosos entre R3R5, monocultiv­o y presencia de inóculo o síntomas de EFC en el campo (sin necesidad de cuantifica­r los mismos), la respuesta al uso está garantizad­a. Comience a pulverizar los lotes con mayor riesgo (mas años de monocultiv­o, presencia de enfermedad­es en el lote, cultivares susceptibl­es). Pulverice tan pronto indique el sistema de puntuación que tenga (Agrodeciso­r EFC) ya que el retraso de la aplicación en años lluviosos puede disminuir la respuesta al uso de los fungicidas. t

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ESTIMACION VISUAL NO ES BUEN INDICADOR DE DAÑO.
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TIZON. LA RESPUESTA AL FUNGICIDA DIFIERE SEGÚN EL CLIMA DE LA CAMPAÑA.
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