A OBSERVAR LAS CARENCIAS MINERALES
Conocer la composición del alimento disponible para el rodeo permite realizar diagnósticos más certeros y tomar medidas para mejorar la sanidad.
Conocer la composición nutricional del forraje permite evitar graves problemas de sanidad.
ciencia de vitamina E, produce la enfermedad del músculo blanco en terneros, y también se observan problemas reproductivos como mayor porcentaje de muertes embrionarias, infertilidad, mastitis, retención de placenta y abortos.
La carencia de cobre, por su parte, se llama hipocuprosis y se produce en general por la interacción o interferencia de otros elementos como el molibdeno, el hierro o sulfatos. Esta interacción en muchas oportunidades se produce luego de inundaciones, justo para las condiciones actuales, y ocasionan grandes pérdidas económicas por interferir en la ganancia de peso, problemas articulares y fallas reproductivas en adultos, puesto que se altera el ciclo estral y la espermatogénesis.
En general los animales de campo no son de padecer carencia de calcio por ser tener amplias reservas corporales, pero cuando se presenta se manifiesta fundamentalmente al parto, provocando “la vaca caída” casi en simultáneo. Lo normal es que ninguno de estos cuadros se produzcan en pureza. Están relacionados entre todos, lo cual hace más difícil el diagnóstico y le confiere un grado preponderante a la prevención con el uso de sales en batea, donde los animales comen autorregulando el consumo a su necesidad. Si el problema es leve las piedras pueden entregar las cantidades necesarias de minerales, caso contrario tendrían que pasar el día lamiendo para levantar lo adecuado.
Sin dudas quedan muchos más minerales por describir y mucho más por profundizar. Si alguien quiere saber más del tema o hay algún tema en particular del que quisieran información, me pueden scribir al mail y con gusto daremos la información necesaria. Hace unos días en un campo en la zona de Chascomús, uno de los gauchos -correntino el hombre- me hizo el siguiente comentario: “¡Cómo comen hueso las vacas, Confa!”. Esto es normal cuando se presentan carencias minerales y no tendría una significancia mayor, salvo por un dato: los animales ya tenían puestas piedras de sal en el lote.
Acá sí se presenta un problema que puede ocasionar pérdidas importantes, porque uno al haber puesto las piedras -de marca reconocida- tiende a pensar que ya solucionó el problema de carencias minerales, y hasta puede descuidarse.
Si bien en notas anteriores hice mención a esta problemática con un enfoque mayor en el síndrome “vaca caída”, donde estas carencias están muy relacionadas con el periodo que se llama vaca fresca y vaca post parto, en esta ocasión veremos las distintas pérdidas y enfermedades concomitantes que se pueden presentar por esta baja en los minerales y oligoelementos.
Imagínense que un individuo tiene en su composición orgánica alrededor de 17 minerales diferentes, así que las distintas deficiencias nos van a provocar un gran cuadro de enfermedades y pérdidas muy variadas.
En la cría, al ser una actividad extensiva, muchas veces estos problemas no son evaluados, por lo cual las pérdidas son elevadas a comparación de la actividad lechera, donde hay más mediciones y controles de los animales además de profesionales en nutrición y dietas balanceadas que intentan minimizar esta situación. Aunque, debo reconocer, por lo poco observado en mi experiencia, aun en esta actividad deja mucho que desear la parte nutricional, asignación pendiente para otra vez.
En la cría, toda la alimentación es a base de campos naturales, pasturas o verdeos, siendo ésta la base desde donde van a extraer los minerales, vitaminas y demás nutrientes. Por eso sería muy útil un análisis del suelo de los potreros para saber en qué son carentes, y también consultar con las estaciones experimentales del INTA de cada zona, las cuales tienen muy bien sectorizadas las carencias minerales en las provincias.
Los problemas que vamos a encontrar van desde una baja en el consumo, problemas podales, infertilidad o baja tasa de preñez según el mineral que falte, la época del año o la categoría a la que afecte.
En general, y para dar un pantallazo del tema, una deficiencia de fósforo es una de las más importantes a nivel económico. Produce disminución del consumo, por ende, pérdida de condición corporal. Como actúa en infinidad de procesos hormonales y enzimáticos afecta los porcentajes de preñez, llegando en algunas ocasiones a quedar la mitad del rodeo sin preñarse, y las terneras de recría tienen un desarrollo menor, alargando las reposiciones y provocando una disminución en la producción de leche, por lo que tenemos terneros más débiles y livianos.
Otro mineral de suma importancia es el magnesio, que provoca la tetania. Antiguamente se la asociaba a la avena y afecta tanto a hembras como a machos, causando la caída y la muerte de los animales si no son tratados a tiempo. La deficiencia de zinc causa problemas a nivel podal, problemas de piel, fallas productivas, inmunológicas, menores ganancias de peso y fallas reproductivas, y juega un rol importante como antioxidante junto al selenio y la vitamina E.
La falta de selenio, junto a la defi-