El mixer, esa herramienta que revolucionó a la ganadería
Es la herramienta que revolucionó a la actividad permitiendo intensificar la producción de carne y de leche, pero para sacarle provecho es importante conocer cada detalle de su funcionamiento.
Conocer los secretos de esta máquina ayuda a maximizar la eficiencia de todo el esquema.
El mixer es una de las herramientas que permitieron intensificar el negocio ganadero en los últimos años, lo cual resultó imperioso ante el aumento del valor de la tierra a raíz del incremento de los márgenes agrícolas. Incrementar la carga animal y la producción individual (por animal, ganancia de peso o producción de leche), fue el camino para lograr un negocio competitivo con la agricultura.
El mixer brinda el mezclado homogéneo en pocos minutos y permite integrar la cantidad de cada componente de la ración de acuerdo a la prescripción del nutricionista.
Con la balanza electrónica computarizada en el mixer se controla de manera ágil y exacta la cantidad de cada nutriente incorporado a la ración, y también la cantidad del menú que se descarga en cada tramo del comedero de acuerdo a la cantidad y tipo de animales a alimentar. Estas balanzas con computadora memorizan hasta 100 raciones distintas con 20 ingredientes distintos y lanzan avi- sos acústicos y/o visuales que indican al operador la cantidad exacta de carga o descarga en cada operación. Así queda bastante resuelto el error humano.
Otro de los adelantos vistos en los mixers es un sistema de transmisión de datos de manera simultánea a una computadora remota para que se pueda hacer el seguimiento de cada operación. Estos beneficios y otros hacen que los especialistas en la materia digan que el mixer es a la ganadería como la agricultura de precisión es a la agricultura.
La evolución del mixer
Los modelos que hoy se ofrecen en el mercado no dejan de generar novedades interesantes a tener en cuenta a la hora de elegir una unidad que se acomode a las necesidades de la empresa. Y en ello juegan un papel importante el tipo de alimento que se utiliza como fuente de cada nutriente -y acá se considera la zona donde se produce-, el costo de eventuales fletes, el tipo de animal y la cantidad de animales, entre otras cuestiones. Y todo ello, más allá del servicio técni- co y entrenamiento que la empresa vendedora del equipo le ofrece al usuario.
Entre los aspectos a considerar al elegir un modelo es conveniente no olvidar el aspecto de costos de operación del equipo. Y aquí tiene que ver el tiempo de mezclado, relacionado con el consumo de combustible y horas de trabajo. Además de la calidad de la ración en aspectos como el mezclado en exceso, que tiene que ver con el mixer y sus prestaciones.
Entre las últimas novedades se encuentra un modelo de tres sinfines horizontales con 12 metros cúbicos de capacidad en su batea. Dos sinfines están ubicados en la zona de arriba de la batea con filos en su porción posterior de las alas. En tanto que el tercer sinfín, ubicado en la base de la batea, tiene filos en toda la longitud de sus alas, los cuales están enfrentados también en toda su extensión a una contracuchilla regulable anclada en la pared de la batea. La forma específica de la batea, cuyo perfil acompaña al sinfín inferior, ayuda al procesamiento de la fibra en tiempo récord para mixers horizontales. Así las cosas, en 4 a 6 minutos el equipo mezcla los 12 m3 de ración contenidos en su interior, incluida la fracción que corresponde al heno en
rollo. Otro detalle de importancia a la hora de hablar de mixers y sus prestaciones es cómo se conforma el equipo que lo acompaña. En tal sentido es bueno recordar al tractor utilizado y sus características, más allá de la potencia. Por ejemplo, es bueno considerar que su capacidad de frenado, definida no sólo por sus frenos sino también por su peso y rodado, sea suficiente para detener de manera precisa al mixer cargado. Que la toma de potencia del tractor, además de ofrecer el régimen normalizado indicado para el mixer -la mayoría de las veces las 540 rpm- también cuente con un sistema de accionamiento que permita la conexión y descone- xión del movimiento sin que ello implique desgaste de embragues o rodamientos de manera prematura.
El mixer requiere movimiento de la toma de fuerza en forma alternativa, es decir que es bueno detener el movimiento de rotación en algunos tramos del trabajo para luego volver a conectarlo. El embrague independiente con un mecanismo de acople y desacople suele ser una buena opción en este aspecto. Asimismo, el ancho del tractor no debe interferir con la descarga del mixer en el comedero. Esto a veces se resuelve con la trocha y otras con un rodado angosto, o ambas.
Por otro lado, la caja de cambios con una marcha lenta o el motor con la suficiente fuerza para trabajar a baja aceleración durante la descarga permiten que el equipo avance a baja velocidad en la distribución en el comedero. Otro detalle a no olvidar es la pala frontal y su tractor, que se utiliza para la carga del mixer. La altura y la distancia de la batea de la pala respecto del tractor que permita libertad y agilidad de movimientos sin que se dañe el borde del mixer.