A aprovechar los rastrojos y cultivos para regular la humedad del suelo
La utilización de cultivos de cobertura y rotaciones son herramientas clave para manejar el agua.
cir, dejar el suelo cubierto con rastrojo a fin de acumular agua en el perfil para el próximo cultivo. Es una forma de manejar el agua del perfil acotando su consumo. Precisamente con este mismo rumbo de ideas -el mejor uso del agua disponible- es que aparecen los abonos verdes o cultivos de cobertura, con los que se trata de generar precisamente eso, “cobertura” y materia orgánica aprovechando el agua disponible en el perfil. Quienes defienden esta práctica afirman que el agua que no se aprovecha para formar materia orgánica, en su mayoría se pierde. Existen estudios que demuestran que esa pérdida ronda el 80 por ciento.
Por otro lado, la inclusión de abo- nos verdes o cultivos de cobertura tiene que ver con la intensidad de la rotación. Y dejando para otro momento los beneficios de la rotación de cultivos podemos recordar que la intensidad de una rotación está definida por la cantidad de cultivos que se hace en un lote por unidad de tiempo. Por ejemplo, la cantidad de cultivos que se hace en un lote en un año. La pradera pampeana es uno de los pocos lugares del mundo que admite más de un cultivo por año.
La intensidad de una rotación tiene que ver con la demanda de agua y las condiciones climáticas de una zona que definen la disponibilidad de agua para los cultivos. Intensidades menores a las adecuadas hacen perder Al final de la campaña de gruesa, los lotes liberados son sometidos a diferentes tratamientos antes de la próxima siembra, y las opciones son varias y diferentes según el criterio y óptica de quien maneja la agricultura en la empresa.
El barbecho es una opción, es de- agua y rentabilidad, como también intensidades mayores a las adecuadas reducirán los rindes. También la capacidad de almacenaje de agua del perfil tiene que ver con la intensidad de la rotación. Así, cuando los lotes resultan demasiado húmedos, por ejemplo en un ciclo niño, es que puede faltar intensidad en la rotación, y cuando son demasiado secos es porque la rotación es demasiado intensa. También es para recordar que ante las condiciones climáticas variables se requieren rotaciones cambiantes en intensidad.
Otra cosa para tomar en cuenta es cómo influye el tipo de suelo en estas decisiones referentes a la rotación y el manejo del agua. Los suelos profundos con texturas francas y alto contenido de materia orgánica soportarán mayor intensidad de rotación en diferentes condiciones climáticas. Por el contrario, en suelos poco profundos con texturas arenosas y bajo contenido de materia orgánica se limita la intensidad de rotación en toda condición climática.
Por ejemplo, trigo, mijo, colza es una rotación inadecuada para un suelo profundo ya que ninguno de los cultivos explora en profundidad el perfil. Trigo, sorgo, barbecho no es adecuada para un suelo de capacidad de agua limitada debido a que durante el trigo y el barbecho no se acumulará humedad para el sorgo.
También es notorio que la labranza consume agua, entonces la intensi-
dad de las rotaciones en siembra directa será de manera frecuente mayor que en la labranza. En siembra bajo cobertura, con un menor consumo de agua, tiende a aumentar la presencia de malezas y de enfermedades, se reduce la rentabilidad, y tienden al incremento los problemas con la napa. En zonas áridas o sub-húmedas, donde las rotaciones con labranza tienen barbecho y/o una proporción sustancial de cultivos de bajo consumo de agua, la intensidad se puede aumentar reduciendo los barbechos y utilizando cultivos de cobertura. A su vez, utilizando cultivos de mayor consumo en áreas húmedas se puede aumentar la intensidad, con el doble cultivo o con abono verde. La rotación de cultivos bien aplicada puede aumentar rindes y reducir costos de producción. Puede también distribuir en el tiempo el uso de la maquinaria y de los recursos.
Más allá de las rotaciones, las herramientas que el productor aplica para manejar las coberturas y rastrojos a través del invierno son la cola de la cosechadora con cada vez mejores picadores y distribuidores de paja y esparcidores de granza para dejar preparada la “cama de siembra”. Las pulverizadoras, para combatir las malezas en los primeros estados de su crecimiento, y los laboreos reducidos eventuales para borrar las huellas de los camiones y cosechadoras por cosechas con exceso de humedad.