Las semillas y la cadena de valor
Carlos Rubione, gerente general de Omega Grains, afirma que esa es una compañía norteamericana pero de capitales argentinos. En realidad, la historia con la camelina comenzó desde Chacraservicios la empresa familiar de Rubione que inicialmente estaba orientada a brindar servicios a productores y con el tiempo se focalizó en la provisión de investigación y desarrollo a empresas del sector. Cuando pusieron el eje en la camelina y concluyeron en que lo mejor era absorber el desarrollo genético estadounidense, llegó la inversión clave del grupo Comercial del Plata, que compró el 50 por ciento de Omega Grains y transformó a Chacraservicios en su filial local. En el futuro, además de comer- cializar biodiesel y harina, la empresa tiene previsto expandirse como semillero con un esquema como el que usan las malterías, con contratos ‘off-take’, tomando toda la producción. “Pensamos abarcar toda la cadena de valor, pero a medida que el negocio crezca no nos vamos a poder ocupar de toda la cadena. Pero siempre vamos a tener la posibilidad de abastecer a ese mercado en crecimiento a través de nuestras materiales. Tenemos tecnología en desarrollo tanto en Argentina como en Estados Unidos”, explica Rubione. “Hoy no hay cadena, la estamos construyendo, y eso nos impide tener un valor, pero la referencia es el trigo, tenemos que ofrecerle al productor un mejor negocio que si hace trigo”.