La hora de revisar las alianzas
Los autores afirman que en el actual contexto económico mundial, el Mercosur y México junto con la Alianza del Pacífico pueden fortalecerse desde la unión.
Cuando se conformó la Alianza del Pacífico como un esquema de integración subregional por parte de Chile, Colombia, México y Perú en 2012, algunos analistas creyeron ver, en el caso de México, un cambio significativo en su estrategia de inserción internacional. En pocas palabras: dejar de mirar exclusivamente a los Estados Unidos y dirigir la atención a los países de América del Sur. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y sus planes de muros y de revisión de acuerdos comerciales, ese cambio de estrategia por parte de México puede terminar resultando visionario.
Paralelamente, los países del Mercosur han manifestado un renovado interés en encarar negociaciones comerciales inteligentes con otros bloques regionales y países, tales como la Unión Europea, Canadá, Japón, Corea del Sur, e incluso México y la Alianza del Pacífico.
En este marco resulta interesante revisar las observaciones de un estudio publicado por el Grupo de Países Productores del Sur (GPS), constituido por entidades privadas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El trabajo analiza el comercio agroindustrial actual y potencial entre los países del Mercosur y los de la Alianza del Pacífico.
Los países del Mercosur exportan bienes agroindustriales por USD 123.000 millones, siendo sus ventas a los países de la Alianza del Pacífico de USD 5.000 millones, es decir el 4% del total. Por su parte, la Alianza del Pacífico exporta bienes agroindustriales al mundo por USD 57.000 millones, de los cuales USD 2.000 millones se dirigen al Mercosur, esto es, el 3,5% del total. El comercio agroindustrial actual entre ambos bloques es poco significativo. Además, las canastas de productos que ambos bloques intercambian son en gran parte complementarias. Ambas observaciones llevan a inferir que existen oportunidades para que los países de un bloque aumenten sus exportaciones de productos agroindustriales en los mercados del otro bloque.
La investigación de GPS muestra que las oportunidades comerciales en bienes agroindustriales del Mercosur en la Alianza del Pacífico alcanzan a USD 26.000 millones, equivalentes a cinco veces las exportaciones actuales a este destino. En tanto las oportunidades comerciales de la Alianza del Pacífico en el Mercosur alcanzan a USD 4.300 millones, casi dos veces y medio las exportaciones actuales al Mercosur. Lógicamente, los países más grandes de cada bloque concentran las mayores oportunidades comerciales identificadas.
Para confirmar la existencia de estas oportunidades para el Mercosur, sólo debe prestarse atención a la preocupación que en estos días atrapa a los productores agrícolas estadounidenses frente a los planes de Trump para México.
La existencia de estas oportunidades para una mayor integración del comercio agroindustrial entre ambos bloques se produce en momentos en que el escenario global es, por lo menos, incierto. Factores tales como el fin del super-ciclo de los precios de las materias primas, la desaceleración en el ritmo de crecimiento del comercio internacional y el menor crecimiento de China configuran un panorama diferente al que caracterizó la década del 2000.
Es en este marco en el que la “convergencia en la diversidad” entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico, y especialmente México, presenta una interesante posibilidad para generar sinergias comerciales.