La genética quiere llegar a todos los rodeos
El Foro Argentino de Genética Bovina puso el foco en las técnicas de reproducción y en la proyección comercial.
La Exposición Rural es una vidriera de la genética bovina argentina y es el escenario ideal para que los especialistas abocados al mejoramiento genético discutan el rumbo y los avances que se dan en esa disciplina. Es por eso que las jornadas de actualización del Foro Argentino de Genética Bovina (FAGB) ya se convirtieron en un clásico de Palermo que este año llegó nada menos que a su décima edición. Y la evolución del debate en todo este tiempo se hizo eviden- te en la edición que se realizó esta semana.
A diferencia de los años anteriores, en esta edición los organizadores no usaron el tiempo para mostrar sus programas de trabajo en materia de DEPs, marcadores moleculares y genómica, sino que los dieron por sentados y pasaron a conversar sobre las mejores técnicas para llevar toda esa genética mejoradora a los campos e incluso a los mercados de todo el mundo.
Para entrar en contexto, a pesar de los grandes avances que hay en los programas de mejoramiento y de registro genético que llevan adelante las asociaciones de cada raza, según el presidente del FAGB Martín García Fernández, actualmente menos del 15 por ciento de las vacas del rodeo argentino recibe semen de toros registrados o evaluados por alguna de las asociaciones.
Para mejorar esa marca -un paso clave para el agregado de valor en la producción de carne argentina-, uno de los pasos es conocer y capacitarse en las técnicas para la utilización de la genética que con tanto trabajo se logra desarrollar. A eso apuntó el médico veterinario Adrián Vater, de la Sociedad Argentina de Tecnologías Embrionarias (SATE), quien hizo un breve repaso por la evolución de las biotecnologías de la reproducción.
Según explicó, en 1945 se realizó la primera inseminación artificial en bovinos, en 1975 la primera transferencia embrionaria y en 1985 la primera transferencia embrionaria no quirúrgica, algo que facilitó mucho la práctica y la hizo aplicable a nivel masivo. Luego, en 1990 se logró el sexado de embriones con micromanipuladores, algo que hoy se está reemplazando por el sexado directo del semen. En 1992 se realizó la primera fertilización in vitro y luego llegaron la
Los objetivos son lograr un mayor número de descendientes para poder tener mayor intensidad de selección y hacer una evaluación más precisa, y generar progenies a edades más tempranas” Adrián Vater No hay una técnica mejor que otra, depende de las particularidades de cada caso. En Brasil, por ejemplo, creció muchísimo la fertilización in vitro, por las características de su rodeo”. Ricardo Alverio
clonación (1995) y la transgénesis, en el 2000.
“Tenemos que hacer análisis críticos de cada técnica y ver si se pueden aplicar en cada establecimiento -dijo Vater-. Los objetivos son lograr un mayor número de descendientes para poder tener mayor intensidad de selección y hacer una evaluación más precisa, y generar una producción de progenies a edades más tempranas”.
Luego agregó que a partir de la hembra y el macho seleccionado son bastantes los caminos que se puede recorrer, y destacó a la inseminación a tiempo fijo como una técnica que facilitó la transmisión y desarrollo de tecnología en el país.
A su turno, el doctor Carlos Munar, de Munar y Asociados, comparó pros y contras de la fertilización in vitro (FIV) y el transplante embrionario (TE) convencional. Según el especialista, la FIV implica muchos mayores costos pero es más eficiente en el uso del semen y produce mucha mayor cantidad de embriones. Por otro lado el índice de preñez con TE es del 60 por ciento y en FIV es del 40. Con FIV, la cantidad de abortos es mayor y el peso al nacer es hasta un 50 por ciento mayor que con inseminación natural, por lo cual se duplica la cantidad de distocia. A su vez, en FIV aumentan las pérdidas después del parto hasta un 25 por ciento y son más frecuentes los nacimientos de terneros gigantes (de hasta 70 kilos), lo cual es muy malo para el bienestar animal. Claramente se trata de una tecnología que merece cierto análisis.
“En FIV actúan los factores epigenéticos. El genoma se produce en el momento de la fertilización del óvulo, un momento crítico de la epigenética. Por alteraciones del microambiente del embrión, determinados genes se manifiestan y otros no”, explicó Munar, y finalmente recomendó utilizar la FIV preferentemente en las “vacas problema”, es decir aquellas con problemas de fertilidad o que no producen la cantidad de embriones necesarios para el cumplimiento del plan genético del establecimiento.
Tras la comparación, el veterinario Ricardo Alberio, moderador del panel, afirmó: “No hay una técnica mejor que otra. Depende de las particularidades de cada caso. En Brasil, por ejemplo, en los últimos años creció muchísimo la fertilización in vitro, está casi igualando a la técnica convencional, y eso se da por las características de su rodeo”.
Tras empaparse en las técnicas reproductivas llegó la hora de conocer las perspectivas comerciales de la genética argentina en el mercado global. “El mercado brasilero es demandante, abierto y relativamente fácil para establecer negocios, y hoy solo el 5 por ciento del semen importado por ese país es argentino”, remarcó Santiago Young, de la firma de genética Ciale Alta. Y luego mencionó a otro posible socio de enorme potencial. “En octubre viene el servicio sanitario chino a habilitar centros de operaciones”, dijo.
Para finalizar, Young pidió que haya más dinamismo en los tiempos burocráticos y que se habilite más laboratorios para el análisis del material de exportación. ”Hoy solo el INTA está habilitado para hacer análisis, es una traba. Hay que habilitar a laborarios privados”, dijo.