Una cadena que se afianza y llega a más de 40 mercados
David Hughes, titular de la cadena del cereal, destacó que crecería el área. Pero remarcó que quedan desafíos.
Resaltar lo importante que es tener un mercado que funciona con libertad de compra-venta de moneda extranjera. Esto permite generar precios a futuro que es la variable más importante para incentivar la inversión en la siembra.
Los actores de la cadena, exportadores, molineros, corredores, acopiadores, mercados a futuro y bolsas conocen muy bien su lugar en la cadena y facilitan la fluidez de la mercadería hacia los más variados destinos. Hemos crecido de menos de 15 destinos a más de 40 destinos, compitiendo con oferentes mundiales importantes de trigo.
Hoy, estos precios (Dic 2019) son interesantes y se estima un crecimiento del área a sembrarse con trigo. El productor conoce el manejo del cultivo y si el clima acompaña logrará ir mejorando el rendimiento manteniendo la calidad.
El productor debe mejorar su manejo de mercados futuros, y asegurar precios para su producción estimada. Además deberá prestar mucho cuidado al manejo del cultivo y del grano una vez cosechado, pues los nuevos mercados abiertos traen nuevas exigencias en cuanto a límites máximos de residuos.
Vemos que la cadena volverá a aportar a la economía argentina, a pesar de los castigos que sufre por la mala política impositiva del este gobierno y de gobiernos anteriores.
Lamentablemente, no contamos todavía con una Ley de Semillas que remunere la inversión y el trabajo de empresas nacionales y extranjeras que incorporan científicos investigadores para mejora de la producción triguera.
Cómo sociedad debemos apoyar a los científicos e investigadores argentinos, el desarrollo y aplicación de conocimientos propios nos ayudarán a crecer.
A pesar de la incertidumbre política y económica, el productor y la cadena seguirán invirtiendo en nuestro país.