La campaña fina asoma en el horizonte
Tips fierreros para una siembra rendidora. Y el adelanto de Trigar, un puente al mundo.
Cuando muchos equipos ya están en cabecera listos para arrancar la siembra y otros ya han trabajado parte de lote, hay algunas claves que mejoran la implantación del trigo y otros cultivos de la campaña de fina.
Se sabe que la superficie del terreno de siembra será lo más uniforme posible. Tal condición se logró previamente a la siembra, con una buena distribución de los restos de cosecha desde la cola de la máquina durante la anterior cosecha.
Otro camino para obtener una superficie uniforme, puede ser una pasada o dos, de rastra de discos “liviana”. Por liviana, se entiende que los discos no entren en suelo más allá de dos o tres centímetros.
En cuanto a la sembradora, es clave controlar que cada cuchilla trabaje en la misma línea del surcador correspondiente, ello es básico para que funcionen bien tanto el referido surcador, como las ruedas tapadoras.
Otro punto es la profundidad de trabajo de la cuchilla. Es difícil lograr un buen desempeño en este sentido, ya que en la mayoría de los modelos de sembradoras, la cuchilla no copia los desniveles del terreno, por estar anclada al bastidor principal de la máquina y no al paralelogramo articulado del cuerpo de siembra.
De todas formas, la situación ideal en suelos francos, se da cuando la cuchilla clave unos 2 a 3 cm por debajo de la profundidad de trabajo del surcador. De manera que las primeras raíces de crecimiento encuentren suelo removido. En suelos arenosos se busca que la cuchilla clave a la misma profundidad o un poco menor que la profundidad del surcador. De lo contrario, en estos suelos sueltos ocurre el desmoronamiento del surco y por ende la caída de la semilla es hasta el fondo de la labranza de la cuchilla. Y no se estará sembrando a la profundidad deseada. Si no a una profundidad mayor y además variable en sentido del avance del equipo y en sentido transversal al mismo.
Otro detalle de utilidad es que los surcadores hagan surcos con perfil en “V” y no en “W”. Si se observa este último, es debido al desgaste excesivo de los surcadores, en cuyo caso se precisa practicar un “arrimado” de sus discos, o bien del monodisco con la zapata. Lo cual se logra quitando arandelas en sus centros de giro de los referidos discos. Operación que debió hacerse antes de la siembra y que, si aparece en este momento, solo es posible anotarla para no demorar la operación de arrime de los discos, ni bien se tenga el tiempo disponible.
Asimismo, las ruedas tapadoras, trabajan moviendo tierra desde el borde del surco hacia el centro. Esto se logra con la tierra que “removió” previamente la cuchilla. El trabajo de estas tapadoras será de acuerdo su posición que esta definida por dos ángulos de trabajo de las mismas. Uno de esos ángulos, es el que forma cada rueda con la dirección de avance y con el que se logra el arrime de tierra hacia el centro del surco. Y el otro ángulo es formado entre la rueda y la vertical al suelo, buscando afirmar el suelo en los bordes del surco, más que en el centro del mismo. Ambos se regulan de acuerdo al suelo y al rastrojo, girando el eje de las ruedas sobre sí mismo.
Otro aspecto que hace al trabajo de las ruedas tapadoras es la carga aplicada sobre ellas, que las mantiene pegadas con firmeza al suelo, condición para lograr el tapado constante.
Tal carga, no será excesiva a fin de evitar un apretado innecesario de las paredes del surco y desgastes prematuros de las ruedas. Asimismo, se puede señalar que la carga es excesiva, se detecta a simple vista, cuando las ruedas tapadoras dejan a su paso, una marca en el suelo o en el rastrojo. En tal caso conviene librar algo de la tensión del resorte correspondiente.
Una carga insuficiente produce un tapado incompleto y se detecta por el rebote de las ruedas durante el avance de la máquina.
Otro punto referido al efecto logrado con las tapadoras, es que se precisa evitar que lleven rastrojo al interior del surco. Con la evolución de la cuchilla, con hoja de ondulaciones tangenciales, excéntricas y lineales, con las ruedas tapadoras lisas, sin suplementos dentados, se logran excelentes tapados en la mayoría de los suelos y rastrojos.